lunes, 8 de julio de 2019

Volviendo la vista atrás



Posiblemente casi nadie, o nadie, es partidario cuanto figura en el título dado a la entrada de hoy. Tampoco yo hace un tiempo lo hubiere sido, pero actualmente creo me asiste la razón para que pueda darse por válido ese sentimiento. Y es que como yo transito casi a la mitad del camino entre el nonagenario y el centenario, el mirar hacia adelante habría de toparme enseguida con esa sima profunda y oscura, donde cuando en ella te precipitas, lo es por un periodo de tiempo, que se da en llamarlo ETERNIDAD, que también quieras o no, habrá de llegar mas pronto que tarde, ese momento del que decía Cervantes, "cuando llega la hora de la muerte, por tan estrecha senda va el príncipe como el jornalero" pero con ello y todo, prefiero que mi paso por este mundo, lo sea el máximo posible, ya que tuvimos la suerte de venir al mismo, que es el mayor de los privilegios, que darse pueden.

Pero el tiempo pasa raudo, tanto, que no se puede distraer la mirada en contemplaciones que no sean necesarias, porque posiblemente pierdas alguna circunstancia que pudiera llegarte inesperadamente. Cuando, como yo me hallo escalando ese tramo de la existencia de la vida que por ley natural debe ser una de las postreras, e incluso la última, antes de pensar en proyectos futuros, preferible es retrotraer los recuerdos a etapas o hechos acaecidos hasta incluso de la niñez, de esas que jamás se olvidan por lo bienaventuradas que fueron.

Cuando se llega a la posición donde yo me hallo, da vértigo mirar hacia adelante y es que en el momento éste se está en ese cualquier instante de que el menor resbalón te ha hace caer en esa sima de la que se habla en renglones anteriores,

Además, ¿en qué plan futuro pudiera yo verme inmerso y que beneficios pudiera esperar de ello? En ninguno. El tiempo que me está dando Dios, que ya se podría llamar extraordinario,  haré por darle  el destino sereno y sin especiales ambiciones que no sean otras que, el de que, me  mantenga siquiera como estoy.

Traer al recuerdo hechos y vicisitudes de las que por su buena venturanza dejan esa huella indeleble, incluso desde de la niñez, creo es lo mejor que en esta posición debemos rememorar tanto como nos sea posible, hasta que como diría Cervantes, "nos llegue la hora de la muerte acompañada de las caricias suaves y cariñosas  por las manos de nuestros terceros netezuelos".

Hasta la próxima  que tratará de lo que se me venga a mente.

lunes, 10 de junio de 2019

No hay novedad



Como las preocupaciones se puede decir, por lo menos en el momento, que no las tengo, esta mañana dándole vueltas al coco se me ha venido al recuerdo la sociedad de  baile que teníamos en mi pueblo, de la que que yo  fui secretario dos o tres años.

La música que utilizábamos para bailar era una radio-gramola y los discos correspondientes, y cuando alguien de la Junta Directiva iba a Córdoba para algún menester particular solía comprar algún disco de música bailable que estuviera de moda por aquellos momentos. No se quien pudo ser, porque ya estaba allí algún año antes de que yo fuera secretario.

Se trataba de un pasodoble  cuya letra comenzaba así:
                       
José, José aquí la baronesa,
que llegó anoche a la ciudad,
José José, llamo pa preguntarle 
si en el palacio hay novedad.
                                     
No hay novedad señora baronesa
No hay novedad, no hay novedad     
Solo pasó que anoche nos robaron,
las perlas de su gran collar, 

Por lo demás la cosa esta tranquila, 

No hay novedad, no hay novedad.

Jamás dicha canción la oí, ni la he oído, si no en el disco que teníamos en la sociedad. Pero el miembro de la junta directiva que en uno de sus viajes a Córdoba hizo dicha compra, se quedaría descansando cuando realizó la adquisición.

Recuerdo que el cura párroco que a la sazón estaba en el pueblo, no digo su nombre, pero si que era "pozoalbense", la tenía tomada con los bailes,pero nadie podía quitar aquello, e incluso la sociedad tenía el permiso correspondiente del Gobernador Civil de la Provincia.

Todo lo relatado anteriormente ocurría en los seis primeros años de la década de los 40 del pasado  siglo. Hasta yo era joven entonces.

Yo creo que hacía dos meses que no realizaba entrada   alguna en el blog. Ya era necesaria.

Hasta la próxima.

lunes, 27 de mayo de 2019

Lo más dramático


Cuando las ocupaciones brillan por su ausencia como me sucede desde que tomé como morada la 109, y van para 16 meses de ello, no pasa un solo día en que mis pensares pasan por recorrer gran parte  de lo que  ha sido el largo caminar de mi existencia.

Hoy sin duda mis recuerdos han hecho, como suele decirse parada y fonda, en lo que sin duda ha sido el episodio más dramático de todo lo que pasó por mis manos, cuando estaba hecho cargo del Servicio de Información de la Guardia Civil de la Comandancia de Málaga.

No recuerdo la fecha exacta, pero serían aproximadamente las cinco o seis de la tarde, recibimos una llamada telefónica de la Comandancia Militar de Marina de esta Capital, anunciándonos que el Capitán de un barco belga había recogido en alta mar un pesquero con tres marineros a bordo, y que por falta de combustible se habían quedado a la deriva, según les manifestaron, por lo que procedieron a su remolque, y una vez dicho pesquero quedo atracado junto al suyo, en lo que entonces se llamaba muelle nuevo, hoy número 1 También le informaron que sobre la cubierta del referido pesquero había grandes manchas de sangre e igualmente por las  partes de babor y estribor. Asimismo les informaron que tan pronto quedo atracado a puerto los tres  individuos saltaron a tierra y se dieron a la fuga.

Con la venia de la mencionada Comandancia, donde nos personamos, y trasladamos al mencionado pesquero, comprobamos las enormes manchas de sangre no, que había sobre la cubierta, tanto por la parte de babor como estribor donde se observaba, sino también en los camarotes que estaban dotados de algunas camas de las llamadas literas, hallando tres pasaportes que según las fotografías correspondían a los individuos fugados,  manifestación del Capitán del buque que los remolcó a quien le fueros mostradas. Los tres eran de nacionalidad marroquí con residencia en Tánger, y según las fotografías de dichos pasaportes, uno de los individuos mostraba un bigote de proporciones mucho mayores de lo normal y que por ello llamaba la atención de toda persona que  lo viera.

Suponiendo que los citados individuos trataran de irse hacia su país, y que lo mas normal fuere vía Algeciras, cuyo transporte de viajeros desde Málaga a dicha localidad, tenía, creo en exclusiva, la empresa Automóviles Portillo, en la que personados en la misma y mostrando las fotografías de las que estábamos en posesión, nos informaron que efectivamente los mencionados individuos habían tomado un autobús con tal destino, pero que en la hora de llegada a la misma no tenían combinación para desplazase hasta la de su residencia y por tanto habrían de pernoctar en Algeciras. Por tal motivo me puse en contacto telefónico con el Servicio de Información de aquella Comandancia a la que le comunique cuanto llevo narrado y aproximadamente dos horas mas tarde me comunicaban habían sido detenidos los tres individuos reclamados, a los que trasladados hasta aquí cuando eran aproximadamente las dos de la madrugada dejamos encerrados en calabozos por separado.

No eran las ocho de la mañana cuando ya estaba procediendo al interrogatorio de los mismos a fin de conocer la causa o motivo de  las enormes manchas de sangre halladas en el barco.

Llegamos al conocimiento de que la tripulación del barco era de 8 hombres; 3 de nacionalidad francesa, uno de ellos el patrón de navegación: 2 españoles, uno de ellos el patrón de pesca y tres marroquíes marineros como dos de los franceses y un español.

A fin de no hacer muy largo el relato de todo lo sucedido ya que se precisarían varios folios para ello, trataré llevarlo por el medio mas rápido sin que por ello se quede sin señalar los datos mas importantes de caso.

Puesto al habla telefónicamente con el Servicio de Información de la Comandancia de Algeciras a donde se informó de todo lo acaecido y estábamos en la casi seguridad que los tres individuos citados habrían acordado pernoctar en dicha localidad.

No habría transcurrido más de una hora cuando desde allí nos informaban de que los tres individuos habían sido detenidos en una pensión donde decidieron hospedarse. En ese instante utilizando un vehículo oficial nos trasladamos a la mencionada localidad donde por la fuerza interviniente se nos hizo entrega de los mismos regresando a Málaga cuando ya había amanecido.

Tras un ligero lavado de cara y continuación el desayuno de la fuerza actuante, procedimos al interrogatorio de los detenidos, que estaban encerrado separados unos de otros, que en principio se  negaban a ello argumentando de que no hablaban ni conocían el español, pero cuando se procedió  a interrogar al que aparentaba ser más joven que lo comenzamos en español, y contestando a todas preguntas que le hacíamos, quedamos espantados de lo que había sucedido.

El barco pesquero era propiedad de un español, igualmente residente en Tánger y la tripulación como queda señalado anteriormente estaba compuesta por 8 hombres, tres marroquíes, tres franceses y dos españoles los que desempeñaban las misiones ya indicadas.

También llegamos a la conclusión que el de los grandes bigotes era el cabecilla de todo cuanto pudiera haber sucedido.

Fijamos el interés en la declaración del mismo y que resultó que dicho individuo propuso a los, otros dos marroquíes de asesinar a los cinco restantes, quedarse dueños del barco y trasladarse con el mismo hasta Argelia cuyo acto llevarían a cabo durante la madrugada del día siguiente,

Efectivamente ya bajo el mando del que en adelante conoceremos como "el bigotes", serían las dos o tres de la madrugada, el primero en ser asesinado fue el francés, patrón del barco que en aquel momento iba al timón de la embarcación y sobre el que se lanzaron los tres, el primero el cabecilla  y los otros dos provistos cada uno de cuchillos de cocinas y al que le asestaron infinidad de puñaladas y con la posibilidad de que aun podría estar con algo de vida lo lanzaron al mar.

Seguidamente se dirigieron al camarote donde dormían los otros dos franceses y con el mismo procedimiento y como se hallaban dormidos no les dio tiempo a reaccionar ni siquiera a gritar pidiendo auxilio, y según manifestaron los autores, ninguno de los agredidos recibiría menos de veinticinco o treinta puñaladas, dado que procedían de esa forma con el fin que no les diera tiempo a reaccionar, pidiendo auxilio y se dieran cuenta los otros que estaban durmiendo y salieran en su defensa o la que pudieran oponer ellos y como hicieran con el anterior los subieron a cubierta arrojándolos  al mar sin que hicieren nada por saber si pudieran asegurar que estuvieran muertos  en el  instante de ser lanzados al agua, aunque no ejercían movimiento alguno con ninguna parte de su cuerpo que dieran señales de que pudieran estarlo.

Finalmente y con los mismos medios y procedimiento hicieron igual con los otros dos españoles que plácidamente dormían en sus camas, En la ejecución de las cinco personas calculan les llevaría un tiempo de poco mas o menos de cinco minutos, sin que ninguno de ellos les diese tiempo  a poder defenderse ni como  cito anteriormente pedir auxilio.

Los pasaportes y algunas de las pertenencias de los cinco asesinados fueron también arrojados al mar después de haberlo hecho con ellos.

Cometidos los cinco asesinatos se dispusieron conforme lo habían planeado a dirigirse hasta Argelia donde pensaban realizar sus actividades de pesca como propietarios del barco que pensaban apoderarse.

Pero cuando llegamos a este punto, nos dice el grado de ignorancia de estos asesinos ya que no tenían el menor conocimiento de navegación ni de comunicación, por lo que comenzaron su navegación sin rumbo determinado y que los tuvo así tres días, agotando todo el combustible y sin que el armador del barco ni los propios familiares de  la tripulación tuviesen noticia alguna de ellos, temiéndose que hubieran sufrido un naufragio o accidente grave al no tener como se dice noticia de que pudiere haber sucedido, quedando a la deriva hasta que fueron recogidos por la tripulación del barco belga que los avistó al pasar por sus cercanía.

Dadas las circunstancias de haber transcurrido más de cinco días sin noticias de ellos  familiares de los ocho tripulantes se hallaban en la casa del propietario de la embarcación impacientes y preocupados por la suerte que hubieren podido correr.


Crimen en un barco...

miércoles, 10 de abril de 2019

Jesús, hasta otra

Amigo Jesús, sí, amigo, por que se considera amigo aquel por el que se siente afecto y te alegras y deseas de todo los bueno que pueda llegarle, y en el animo se siente un tanto la ausencia aunque ello lo sea para bien.

Poco tiempo has estado entre nosotros, pero te has ganado el aprecio de todos por esa forma y modo de comportamiento en todo cuanto ha sido tu relación con todos nosotros, y si alguna cosa se te insinuaba, y digo se te insinuaba, porque ni siquiera esperabas a que se te pidiera,  presto te hallabas a responder a ello  y con ese talante simpático del que dotado estás.

En adelante, ya no se escuchará mas esa diferencia en la entonación de las palabras de un "galleguillo" con  la nuestra y que además creo que todos con quien has tratado somos andaluces.

No se si es que tu lo has dicho o es que yo lo intuyo, que no  te vas de Málaga, cuestión que por descontado lo doy  dado a que creo tienes novia aquí, y eso asevera el dicho de que "DOS TETAS TIRAN MAS QUE DOS CARRETAS"  y a ti aunque seas gallego, no te ibas a librar de ello.

Amigo Jesús, creo que como a mi me sucede lo será a todos con los que has tratado, que se siente ese no se que en el ánimo cuando una persona se ausenta del circulo donde haya convivido algún tiempo, y que eres de esas personas que ya por su propia forma de ser se ganan el aprecio de los demás.

Vaya esta entrada en mi humilde blog para decirte adiós y desearte todo cuanto te mereces en lo personal y profesional y sepas que por cuanto a mí, pero sin duda también a todos los demás con los 
que has tratado echaremos de menos tu ausencia.

jueves, 7 de febrero de 2019

Fran, un abrazo y hasta otra


Creo que en alguna otra ocasión he dicho que a medida que los años se van acumulando sobre mí, las  sensibilidades van aumentando en la proporción a ello. 

También el afecto en el ámbito que me rodea, y especialmente sobre las personas, no podían estar al margen, e incluso en algunos casos llegan al punto, que termino por considerar que son como esos amigos con los que tantas y tantas circunstancias y vicisitudes se dieron con ellos sobre todo en la juventud, o que me une  cierto grado de parentesco.

Hoy, esta entrada va dedicada a Fran, un joven psicólogo que lleva algunos meses realizando sus prácticas profesionales en esta Residencia, en las actividades que se practican bajo la dirección de Rocío, su titular. El motivo es que mañana viernes creo que es el último día que estará con nosotros, y con esta humilde entrada, quiero decirte, así directamente a ti, que siento esa cosilla que te deja el ánimo un tanto encogido cuando una persona por la que sientes cierto afecto se marcha para que posiblemente no vuelvas a saber nuca  nada mas sobre ella.

FRAN, te  deseo en lo personal como en lo profesional tanto como te mereces y encuentres pronto acomodo para el desempeño de tu actividad, aunque sabiendo como eres, y en manos de quienes  has realizado estas prácticas, no dudo que tardes mucho en conseguirlo.

Tenemos la suerte de que en tu puesto queda un "galleguiño" competente y simpático, y como no, a nuestra Rocío, a la que tengo un gran afecto, aunque  nunca puede  ser lo que vale y merece.

Fran, un abrazo y hasta otra.

lunes, 21 de enero de 2019

El poder de la maestra



Un año y casi un mes llevo aquí, en Ballesol San Carlos, como residente. Mi estado psíquico no era el normal en mí, en aquel momento, pero si que con el paso de los días lo fui recuperando hasta hallarme en plenitud de forma como lo fuere en  años pasados.

Tal consecución se la debo principalmente al trato recibido en esta Residencia, que desde la Directora, Médico, Supervisoras, Enfermera/os, Fisioterapeutas y de todo el personal que sea cual fuere el cometido que tenga asignado, me es dispensado, pero como algunos familiares más allegados no es la primera vez que me lo dicen, "tú, se te nota a la legua, como suele decirse, que Rocío, tu Psicóloga, ocupa uno de los puestos de privilegio en tus sentimientos", cuestión que no es que vaya a negarlo, sino que en realidad así lo es.

El caso es, que será por la forma en que ejerce su misión, el cariño que pone en todos sus actos e incluso la propia naturalidad con que lo hace al dirigirse a alguien de los que asistimos a sus "clases", cuando menos a mí, me hace sentir ese  no se que de afecto, como si la hubiese conocido y tratado toda la vida. Con el paso de los días y el trato diario con algunos de los residentes, en este caso como cito los que asistimos a ello, y como aquí carezco de ella, me hago la ilusión de que formamos una  familia, y que como  natural es, todos alcanzando la mayoría de edad.

Pero a pesar de cuanto llevo escrito, que es la pura realidad, no es  aquí donde quería llegar con esta entrada, si no que como reza el título de la misma, la influencia de su ordinario quehacer, ha influido tanto en Fran, estepeño, y en Jesús, gallego, que el primero lleva ya tiempo haciendo las prácticas de su carrera y el segundo llegado recientemente para lo mismo, que parecen en sus comportamientos y forma de hacerlo, como si la titular hubiere sido la  profesora a lo largo de toda la carrera de ambos.

Y es que, Rocío, no puedo evitarlo repetirme en decirlo una vez más, y tú lo sabes mejor que yo, los sentimientos que se llevan tan dentro de sí, es imposible  no dejarlos salir a la luz y conocimiento de los demás, y que me perdonen esos "demás", por que ellos lo saben lo mismo que yo, tus dotes profesionales y en paralelo los personales, no parece si no que hubieres venido a esta vida para dedicarte a lo que aquí haces, de cuyos méritos los que asistimos a tus enseñanzas, somos los beneficiarios.

Rocío, gracias otra vez y hasta la próxima entrada.  

sábado, 15 de diciembre de 2018

Señorita Alba, otra vez usted



Esta noche pasada y conforme lo he hecho constar, esta mañana  en la comunicación al grupo familiar, la pasada noche hube de pedir la ayuda a la enfermera de guardia debido a un ataque de tos del que no había forma de pararlo.

Como supongo que estas novedades acaecidas a los residentes, serán comunicadas a la Supervisora de servicio, esta mañana a primera hora, cual no sería mi sorpresa cuando entraba en mi habitación la señorita Alba, sin duda como Supervisora en su correspondiente misión, y acompañada por la Doctora de Guardia del vecino Hospital El Ángel. Sin duda conocedora de la causa o misión de lo que la traía estuvo auscultándome un rato, y en su caso me recetó unos sobrecitos conteniendo un granulado, cuyo contenido de uno de ellos tomé disuelto en agua en ese momento.

Creo lo he hecho constar en alguna que otra ocasión, y si no ha sido así, lo digo ahora, es mi agradecimiento por el trato que se me da desde que llegué como residente y sin duda por casualidad, hasta ahora casi siempre lo ha sido por la Señorita Alba como punta de lanza para hacerlo llegar hasta mí.

No tengo la menor duda de que si lo hubiere sido por otra supervisora, como tiene que ser por fuerza, dado a que toda la Plana Mayor de esta Residencia de Ballesol está constituida por un Matriarcado, excepto el médico, que si lo está ocupado por varón.

Sin duda por la experiencia, los órganos rectores de esta entidad, tendrán probado que este organigrama, que me supongo será muy parecido en el resto de sus Residencias, da los resultados apetecidos, y si así es,  porqué hay que cambiarlo.

No quiero que ese resto de Plana Mayor pueda pensar que solo este sentido agradecimiento lo sea exclusivo para la señorita Alba, sino que la casualidad haya querido que así sea y, así he de describirlo. Esta reincidencia me ha llevado a sentir ese gusanillo de envidia, de que en no pocas veces nos vemos inmersos los pasados en años, y en este especial, me lleva en que usted es la nieta que no tuve, pues de 6 nietos que tengo, todos son  varones, y de ahí me vendrá ese sentimiento que 
latente lo llevaré en mis sentimientos.

Señorita Alba, otra vez  gracias por el gesto de hoy, haciéndolo extensivo a la Doctora de El Ángel.

Hasta la próxima entrada.

sábado, 8 de diciembre de 2018

¡A bailar!


8 de diciembre de 1945.

Resulta que en el mes de noviembre de 1945, hubo unos misioneros en mi pueblo, creo recordar eran Jesuitas, que daban conferencias para niños, matrimonios, y como no para  mujeres y hombres jóvenes y solteros.

El Cura que había en el pueblo, Villaharta, era de Pozoblanco, mutilado de guerra, recuerdo su nombre y apellidos  pero no viene al caso.

Entonces en el pueblo la única diversión que había para la juventud era el baile, y el párroco la tenía tomada con esta diversión, al punto que no pasaba un solo domingo que en sus sermones no le diera un repaso a tal menester, y en la conferencia que nos dieron a los jóvenes solteros nos pusieron como suele decirse, a caer de un burro, y nos consideraban los culpables de tan horrendo pecado y además se inducía a las jóvenes solteras a caer en lo  mismo. Y ahí terminaron los cargos que se nos hacían.

Pero en la tarde noche siguiente les tocó el turno a las jóvenes. Y que tal repaso no le darían entre el cura párroco y los tres misioneros, que tras comenzar por dos o tres de ellas no muy jóvenes, de las de comunión diaria y que nunca iban al baile, les hicieron jurar ante un crucifijo y besándolo de que nunca volverían a asistir al mismo. Ante semejante acto las que le seguían en orden fueron haciendo lo mismo hasta el final de todas las que asistían a la conferencia.

En el pueblo había dos salones de baile, uno público y otro de una sociedad de la que yo era Secretario. La sociedad teníamos un salón alquilado y en el que teníamos derecho a celebrar por lo menos tres bailes al mes, mas los de los días festivos locales o nacionales.

Recuerdo que el último domingo de noviembre, abrimos el baile de la  sociedad y también el público que se celebraba en el salón del llamado casino. La música en ambos lo era por medio de una radio-gramola con los correspondientes discos y pasado cada disco había que cambiar la aguja. El día anterior a celebrarse el baile, o por la mañana del mismo día, había dos jóvenes que estaban en la sociedad, aunque no pagaban cuota alguna, y además de ser los encargados de poner los discos  tenían también la misión de ir de casa en casa donde había mujeres jóvenes e invitarlas al baile si eran por la tarde y noche o también si eran más de un día seguidos.

Pero a aquel baile para el que eran invitadas no asistió ninguna, y hallándonos próximos de las fiestas de la Navidad, donde durante los tres días se celebraba baile por la tarde y noche, para el baile de la tarde y de la noche del día de la Purísima, hubimos de confabularnos los jóvenes para llevar al mismo una joven, bien fuera, hermana, prima, novia o amiga y así lo hicimos, consiguiendo sacar de la  encrucijada en que se habían metido, o para mejor decir, las habían metido con tal juramento. Todo   resultó tal lo habíamos proyectado y las Navidades fueron celebradas como todos deseábamos.

Como diría Cervantes en el Quijote, "con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho" pero nuestros proyectos dieron su fruto, y después de ello, y nunca mas hubo injerencia alguna por parte del clero o de la iglesia en tal menester. Durante algunos años posteriores a la Guerra Civil trataron y a poco lo consiguieron por hacerse los dueños del cotarro. Como en estos casos suele decirse, "¡QUÉ  TIEMPOS AQUELLOS!".

Hasta la próxima entrada         

lunes, 26 de noviembre de 2018

44º Aniversario



Hoy se cumplen 44 años que yo dejaba el mando del Servicio de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga por pase voluntario a la Jefatura de Armamento de la misma.

Con tal motivo se me ofreció una comida por todos los Guardias y un Cabo que tenía a mi mando, más otro Guardia que estaba de Radiotelegrafista en la misma y autor del documento que copio a continuación:
   
"DEDICADO  AL SARGENTO D. RAFAEL GALAN RODRIGUEZ, EN EL DÍA DEL HOMENAJE QUE EL SERVICIO DE INFORMACIÓN DE LA 251ª COMANDANCIA POR SU EJEMPLAR COMPORTAMIENTO, COMO SUPERIOR Y COMPAÑERO DURANTE SU MANDATO EN EL (S.I.G.C.)
   
Queridos compañeros: Me habéis encargado la grata embajada de ser el portavoz de vuestros sentimientos. Esta comisión me produce una gran alegría, no por lo que entraña,  mi yo personal; es la alegría de comprobar una vez mas que pese a los materialismos que rodean a nuestro paso por la vida, existe algo muy importante, muy espiritual, que es la base de la convivencia humana; el verdadero sentido de la amistad y respeto que nos debemos unos a otros, que nos califica e identifica como personas y como cristianos y que afortunadamente vosotros sois un ejemplo vivo de esta cualidad humana. 

Esta comunión nos tiene aquí reunidos en fraternal abrazo para testimoniar con este sencillo y emotivo acto, el respeto y fraternidad que profesamos a  nuestro superior y buen amigo, Sargento Don Rafael Galán Rodríguez. 

Todos conocemos profundamente las virtudes que adornan a nuestro superior, entre las que cuentan su sencillez y su modestia; huelga hacer su panegírico, pero no podemos sustraernos de hacer una semblanza de lo que con su digno sentido del mando y del compañerismo ha creado entre sus subordinados. 

Por considerarle así, voy  a recordar unas palabras de aquel personaje creado por Don Antonio Machado en su ensayo humorístico y filosófico titulado  "Proverbios y consejos de Mairena, el cual decía:

"Sed modestos; yo os aconsejo la modestia, o, por mejor decir, yo os aconsejo un orgullo modesto que es lo español y lo cristiano. Nadie es mas que nadie. Esto quiere decir cuanto es difícil aventajarse a los demás, por que por mucho que un hombre valga, nunca tendrá mas alto valor que el de ser hombre. Huid de escenarios púlpitos y pedestales. Nunca perdáis el contacto con el suelo por que solo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura".

Este emotivo acto no es para dedicar frases floridas como cumplido de sobremesa a la persona homenajeada, pero si momento para exteriorizar con honradez, hombría y satisfacción, respeto  y cariño el sentimiento unánime de los que en este recorrido de la milicia hemos convivido con hombres de altos valores castrenses y espirituales como los que concurren en nuestro Superior y amigo.

Es justo dedicarle este homenaje, este recuerdo,  como prueba de nuestro incondicional afecto y gratitud prescindiendo  de todo protocolo, de todas las fórmulas que no sean necesarias cuando se siente y se habla con el corazón.

Amigo Rafael: Con tu elevado  sentido y concepto de la responsabilidad, con tu estilo innato y con esa bondad que Dios te ha dado, has conseguido las dos esencias mas sobresalientes del mando: ejercerlo con toda dignidad, sin mácula que lo empañe y aportar con tu amor y comprensión el complemento necesario para que la dura misión del mando, no siempre comprendida, sea mas efectiva contribuyendo  crear la mejor milicia, por que cuando el superior y el inferior llegan a  conocerse, a  comprenderse, a estimarse y  hablarse de corazón a corazón, es cuando se ha alcanzado la mayor plenitud de la disciplina.

Esto no es una alabanza sin fundamento; aquí tienes el fruto de tu buen hacer; recógelo como prueba de lo que te apreciamos y te respetamos. Te has hecho acreedor a ello y sin vanidad, por que tu eres muy sencillo, sabes que es verdad, que todos nos sentimos honrados con tu amistad.

Tu paso por el Servicio de Información ha dejado una huella imborrable. Sin adulación  de ninguna clase (por que nos consideramos muy hombres para incurrir en una bajeza) te decimos que esto es una verdad evidente que la testimonia, no solo los que estamos subordinados si no otro émulo de tus virtudes, tu Teniente, nuestro Teniente, que ratifica con su presencia nuestras sentidas palabras y con orgullo podemos decir que mientras haya hombres como vosotros, podemos decir que hay Guardia Civil.

Este abrazo que te doy, como hermano, como amigo y como subordinado, es el abrazo de todos mis compañeros que sella cuanto te decimos con el corazón.

Málaga 26 de Noviembre de 1974"

Hasta la próxima entrada. Esta me ha traído recuerdos de una época de mucho trabajo, pero en la mayoría de los casos, de grandes satisfacciones. 

sábado, 10 de noviembre de 2018

Feliz cumpleaños, Alba



La entrada de hoy en el blog es tan inesperada como gratificante.

Resulta que a mi conocimiento ha llegado que hoy cumple  la preciosa cifra de VEINTITRES años y por ello le deseo muchas felicidades, que se trata de la señorita Alba, que con esa temprana edad, alterna dos importantes cometidos en esta Residencia, tal la una como enfermera y no conforme con ello, también la de SUPERVISORA, cuyos servicios lleva a cabo con la capacidad que los mismos requieren. Todo ello seguro estoy lo son por sus méritos y conocimiento de ellos según el modo y la forma de llevarlos a cabo, pero y también y por si eso no fuera suficiente, lleva el añadido, de cuanto en uno de sus aforismos morales decía Séneca, " No hay mejor recomendación QUE UN ROSTRO HERMOSO".

Esta  felicitación no lo es por exponer aquí frases o expresiones más o menos floridas, si no el sentimiento que tanto a ella, como a las demás que llevan el buen hacer de esta Residencia, le debo, y lo hago a título personal, por los servicios que me prestan y el trato que se me da.

Como creo que alguien dijo alguna vez, lo bueno si breve, dos veces bueno, aquí lo doy por concluso.

Hasta la próxima entrada.

martes, 6 de noviembre de 2018

Desde la 109. Y ya no está

Santorini, Grecia

Hace unos días, no se cuántos, pero podrían ser diez por ejemplo. Desde una mesa en el comedor, próxima a la que con otros tres comensales yo ocupo en esta Residencia, esa también ocupada por cuatro, pero del sexo femenino, a una de ellas le oía decir "hoy es el último día que estoy aquí, mañana me voy a mi casa ". Y así sucedió, pasado aquel día no la he vuelto a ver.

Esa señora de una edad que podría estar entre sesenta y setenta, ignoro los motivos que hasta aquí la trajeron, ni la causa por la cual se iba, y aunque creo recordar su nombre no voy a citarlo toda vez que no viene al caso. Pero desde entonces si me he preguntado a mí mismo: "¿Y yo cuando voy a decir lo que ella dijo?". Y a la vez me respondo, "yo nunca". Y cualesquiera que llegue a leer esta entrada podrá pensar, y porque no. Y aquí podría responder como aquel paisano mío y además torero, apodado El Guerra, aquello de "porque no puede ser y además es imposible", añadiendo otra cuestión y la más importante, porque yo no quiero. Es que aquí estoy mejor que estaba en mi casa, no, aunque si totalmente satisfecho dado el porqué me hallo en esta residencia y las  vicisitudes a lo largo del camino a recorrer, van dictando como y de que manera deben o pueden llevarse a cabo.

La vida de cada persona está jalonada por diferentes etapas que pueden ser diferentes para cada una, según las circunstancias que puedan asistirle, el entorno en que haya estado antes y en fin todo eso que nos lleva a que las cosas sean así.

Por ventura, mi "cabeza" la mantengo tal si estuviera en la plenitud de mi vida y sin duda ello, ayuda a determinar, que la única y mejor modo  y manera de continuar mi paso por ella es ésta. Me siento debidamente atendido, eso sí, por un casi matriarcado como creo lo he dicho en alguna otra ocasión, exceptuando el médico, algún  enfermero, y poco mas, pero si digo que ese matriarcado ejerce sus funciones, para mí, a plena satisfacción.

Hago constar, que sin duda será una de las exigencia impuestas por la dirección, pero tan en pleno lo llevan a cabo, que los residentes parece ser que somos una entrañable parte de la familia de quienes nos asisten.

Por propia experiencia se, que cualquier consulta e incluso que se haga alguna protesta es recibida de buen talante y tan pronto sea posible procuran resolverlo.

Si todo es tal lo relato, ¿ que mas puedo pedir ?. Como en mi casa solo no puedo estar y las circunstancias familiares no permiten otra cosa, aquí seguiré, que como dejo escrito bien me va, hasta que cuestiones de fuerza mayor no decidan otra cosa.

Agradecido estoy de todo el personal desde la directora y  toda su Plana Mayor como se diría en el argot militar, y aprovecho esta oportunidad y antes de que haya de irse, quiero felicitar por su buen hacer en sus prácticas como psicólogo, y creo se llama Francisco González, que dado las aptitudes que demuestra y dependiendo de quien tiene por "maestra", seguro será un profesional como lo es la mencionada de quien depende en sus prácticas.

Aquí me hallo, aquí continuaré y si  recibiendo las atenciones tal viene siendo, donde mejor puedo hacerlo.

Hasta la próxima entrada y ya tendré tema en que hablar, o para mejor decir, escribir de ello.

domingo, 21 de octubre de 2018

Desde la 109 del MATRIARCADO


Como suele decirse en el argot militar, la Plana Mayor, de la Residencia Ballesol San Carlos, es un matriarcado, excepción hecha del Médico titular que pertenece al sexo masculino. Y no es que con esta entrada yo vaya a discrepar del citado organigrama, sino es señalar una realidad, con el añadido de considerar que es un acierto del mismo, dado a los menesteres a los que han de dedicarse. Pero no es este el quid de mi entrada de hoy.

Unos días faltan para cumplir diez meses de mi estancia en esta residencia, y completamente gratificado me hallo del trato recibido y de su asistencia por todos los dedicados a ello. No obstante lo expuesto, quiero señalar una cuestión personal y que como tal lo hago, y lo es con respecto a una profesional de quien recibimos una atención diaria de lunes a viernes, y desde ahora, a ella directamente me dirijo.

"Doña Rocío," como parece lo indicado el trato que ha de darse aquí a cada uno, para ti está dedicada la entrada de hoy. Perdona cuanto voy a decirte porque no podrá llegar a ser lo suficiente de tu  merecido, pero primero, yo sigo uno de los aforismos morales de mi paisano Séneca, que así dice; "Prefiero molestar con la verdad, que complacer con la adulación". Por tanto si esto no fuera un real sentimiento, no sería yo digno de mí mismo.

Sí, quisiera ser psicólogo como tú, lo es un hijo mío, como la carrera que está cursando un nieto mío o licenciado en psicopedagogía, como lo es una hija mía, para poder decirte mejor los méritos profesionales de los que yo pienso que dotada estás. Pero no está ahí todo el mérito de lo que yo considero te asiste, si no el sentimiento que pones en todo cuanto nos transmites en tus clases en el que no se puede poner mas entusiasmo y mayor sentimiento, con el añadido del cariño que  todo  ello  consigo lleva.

Puede que tal vez, y como suelo decir con relativa frecuencia desde hace un tiempo, los metidos en  años, se nos acentúan las sensibilidades, el caso es, que cuando menos a mí, me reconforta todo cuanto nos dices y expones, al tiempo que creo no ha pasado un solo día sin que me haya hecho la siguiente interrogación: ¿Por qué tan escasos somos los que asistimos a tus interesantes clases? Y la verdad es que no llego a comprender la causa o motivo de ello.

Pero ellos se lo pierden, y yo con esta entrada en mi humilde blog, te muestro mi agradecimiento y de verdad te lo digo, los sábados y domingos, deseando estoy de que pasen para poder a las doce y media de cada mañana recibir tus interesantes enseñanzas.

Rocío, muchas gracias.

Hasta la próxima entrada.

jueves, 11 de octubre de 2018

Recuerdos desde la 109


Mi situación en la 109 continúa siendo la misma desde que a ella llegué. 

Como ninguna obligación tengo a cargo, mi sueño, con que llegue a las cinco horas, satisfecho me hallo. Por tanto mi cerebro libertad de pensamiento tiene, tal es así, que creo no ha pasado un solo día sin que el mismo haya ido desbrozando, quizás hasta detalles ínfimos, de ese largo caminar por este mundo de Dios.

A medida que los días han ido pasando, y como creo lo he dicho en alguna que otra ocasión, traer a mente algunos de los muchísimos recuerdos acaecidos, ha sido lo que la mayoría de mis pensares han hecho. Pero, ¿dónde está el punto o lugar donde se sucedieron su inmensa mayoría? Allí, En aquel hogar que entre sus cuatro paredes les sirve hoy de prisión, con la agravante de que su condena es a PERPETUIDAD. Allí continuaran  vagando como fantasmas sin que nada ni nadie los moleste, pero tampoco lo traigan a recuerdo. Otros moradores ocuparan el mismo, pero que ignorarán todo aquello que se fraguo durante varios lustros y que así permanecerán por los siglos de los siglos, y como diría Cervantes, "nadie los arrancaran de donde están ni a tres tirones".

Cierto es que las personas pasamos y los recuerdos quedan, pero aquello que fue del mayor gozo y felicidad de los que lo vivieron, de nada vale, ni a otros les sirve, si no que se irán con nosotros e ignoro si de algo valdrá en ese misterioso mas allá.

Si el venir a este mundo, aparte de ser como un milagro para nuestro bien, también el contrato de nuestra venida, tiene una clausula que nos obliga a abandonarlo, y que solo el notario que lo formuló, sabrá cuando hemos de hacerlo.

Esos recuerdos que del mayor gozo nos fueron, si hubiere la posibilidad de que pudieran repetirse, para que tal lo fueren, tenían que darse en  el mismo lugar y por los mismos actores, de lo contrario nada tendrían que ver lo uno con lo otro, pero esto son disquisiciones que ya a nada nos conduce.

Una cuestión es la principal que a Dios pido me la mantenga, y es que no me retire ese don del recuerdo y con ello el regodeo que produce poderlo hacer. Sin ninguna duda es uno de los privilegios del ser humano, y que así también es uno de los acicates de nuestro vivir.

Los que ya pasados de años nos hallamos, y como creo me he repetido en muchas ocasiones, vivimos más del recuerdo que de las expectativas, porque éstas escasas son y al tiempo de dudosa posibilidad, así seguimos meciéndonos en aquellos y quizás sea del mayor deleite.

Si puedo dar fe de una cuestión, sin que por ello se me exija tener la titulación de notaría, y es que las sensibilidades se acentúan con el paso del tiempo, tanto para el mayor goce como por la contra son para el sufrimiento. El llegar a la nonageriedad tiene dos cuestiones totalmente diferentes la una de la otra: la una seguir gozando del paso por la vida, y la otra, el ir dejando en el camino seres que te rebanaron el alma con su ausencia, y por muy largo que sea el camino y tiempo que pasa, no es que no se puedan olvidar, si no que esa herida ni siquiera se cicatrice por completo. Así es la vida.

Otra entrada más en este blog, y que mientras mi vida alentare, como se dice en una canción religiosa, y mantenga las facultades para ello, continuaré escribiendo cuanto considere merece la pena, por lo menos que a mi me parezca.

Por cuanto a la alusión que no abiertamente se hace de la que fue mi casa, y digo lo fue, por la seguridad que tengo no volverá a serlo en el sentido de su habitabilidad permanente y en este momento que tal escribiéndolo estoy, se me encoge el alma, al punto que algunas lágrimas se han asomado a mis ojos para justificar ese sentimiento. Todos aquellos acontecimientos y actos que allí se dieron, allí prisioneros están y solo queda la posibilidad de traerlos al recuerdo, que como digo anteriormente, por satisfecho me doy con poder continuar haciéndolo.

Hasta la próxima que será cuando algo se me ocurra merezca la pena relatar.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Desde la 109, el número marcado no existe



Hoy me ha dado por marcar el número de teléfono 952 31 17 27 y al otro lado del teléfono me sale un grabado de voz femenina del siguiente tenor:

"INFORMACIÓN GRATUITA DE ORANGE. EL NUMERO MARCADO NO EXISTE. POR FAVOR COMPRUÉBELO Y MARQUE DE NUEVO".

Marcar de nuevo el mismo número sería recibir la misma respuesta, por tanto huelga hacerlo.

Pero no es ese el quid de la cuestión, si no otro muy distinto. A lo más profundo del alma me ha llegado esa respuesta, tal como un latigazo de pena que parecía habérmela hecho añicos. Tantísimos años ese número estuvo siendo el contacto oral entre, principal y especialmente,  los miembros más cercanos de nuestra familia, con la añadidura de lo que suponía, y aun lo sigue siendo,  para la sociedad en que vivimos, aunque con otros medios  técnicos añadidos. Pero, y perdón por la redundancia,  me place hacerlo, el número 952 31 17 27, es como un sagrado recuerdo que lo llevaré grabado en mis sentimientos hasta el fin de mis días, y si algo hay en ese mas allá, también lo tendré. Es uno de esos hitos que van jalonando los hechos mas sobresalientes en nuestro caminar y por tanto imposible de que no sea así.

En cada uno de esos números que forman el conjunto, están contenidos más de 50 años que estuvo siendo el apéndice que especialmente unía a una familia de cinco miembros cuando a lo mejor tres de ellos estaban en puntos mas o menos alejados de donde estaba su instalación.

Pasado el tiempo, que es inmisericorde, se llevó para siempre, lo que suele decirse y es la realidad, la reina de la casa, y aunque si consigo iban girones del alma de cada uno de los que aquí quedábamos, ese número continuó prestando la labor para el que fue instalado por espacio de más de veinte años, pero a su vez fueron unidos a esa especie de cordón umbilical cinco descendientes, y dos meses después de aquel óbito llegaría otro mas. Las nuevas tecnologías trajeron otros medios móviles para la comunicación que individualmente podíamos, y seguimos pudiendo llevar consigo, pero aquella base continuaba  fija en aquel hogar quizá no demasiado amplio, pero no por ello menos acogedor e íntimo.

Aquel hogar es ahora como el nido vacío cuando los pajarillos lo abandonan por haber alcanzado su desarrollo para comenzar a ir valiéndose por sí mismos. Aquellos pajarillos volaron hace tiempo, pero allí quedaba uno de los dos pilares que lo habían constituido, caminando por la vida con las alternativas que el paso de los días impone, y paso a continuar el relato en primera persona, el peso de los años y alteraciones en mi estado de salud, me obligaron a tenerlo que abandonar y forzosamente buscar refugio en una residencia donde se me asignó la habitación 109 y de ahí el título dado con que comienza  la presente entrada. En su consecuencia, aquel medio ya no tenía razón de ser y por tanto fue dado de baja. De ahí su desaparición.

Como quiera que a lo largo de toda mi existencia he tenido que pasar por muchas y diferentes situaciones, y además se me presta el servicio y atenciones de mi plena complacencia, aquí me hallo, no como en mi casa como suele decirse y  sin duda será la plataforma desde donde inicie ese viaje en que al venir a este mundo se nos entrega el billete, sin fecha  de su caducidad, que solo Dios y el paso de los días lo ponen.

No sé las entradas que pueda volver a realizar en este blog, pero mientras mi estado físico y psicológico continúe tal lo tengo, no me importa continuar algún tiempo más, y como creo dijo alguien una vez, nadie es tan viejo  que  no piense  pueda vivir por lo menos un año más, de lo que yo no voy a discrepar.

Doy por concluida la presente entrada y la próxima espero que no se retrase más que ésta.


viernes, 14 de septiembre de 2018

La mesa del silencio desde la 109

La Mesa del Silencio


Aquí en la Residencia Ballesol San Carlos, tienen  por norma tener las mesas del comedor para cuatro personas, con separación de sexo, excepto para los matrimonios que comen juntos. Además de ello, también son ocupadas siempre por los mismos comensales.

Por tanto yo calculo que con dos de los de la mía, llevo compartiendo mesa y mantel unas quinientas veces, dado que el cuarto de los ocupantes llegó unos meses después que yo,. que soy el tercero en incorporarme. Cualesquiera de los pocos que puedan leer esto, podrán pensar que ya estaremos al tanto de parte de las vidas que lo hayan sido de nosotros. Tales  como si somos casados, viudos, separados, solteros o medio pensionistas; si somos de Málaga, de algún pueblo de la provincia o de otra localidad distinta; cuáles han sido nuestras profesiones u oficios y hasta las causas o motivos por los que estamos en la residencia...

Pues nada de eso conocemos los unos de los otros.

Y ahora viene el motivo o causa del  titulo dado a la entrada. Salvo en rarísimas ocasiones que podrían ser no mas de cinco o seis en todo este tiempo,  haya habido una pregunta, la inmensa mayoría hechas por mí, precisamente sobre el fútbol, que uno de ellos se que es muy aficionado, pero aparte de esto, las palabras escuchadas de los tres, son las de buenas tardes al llegar a  la mesa, y si se está esperando la llegada del primer plato, a veces cinco o diez minutos, ese tiempo transcurre poniendo los brazos y manos en diferentes posiciones, dándose el caso en muchas ocasiones en coincidir los tres teniendo las misma posición, tales como los brazos cruzados sobre el pecho y los dedos de las manos entrelazados;  la mano izquierda o derecha como acariciando el mentón, como simulando al "pensador de Rodin", e iguales gestos y modos se utilizan en los lapsus de tiempo de uno a otro plato, y lo mismo hasta que llega el postre.

Así comida tras comida, cena tras cena, día tras día, semana tras semana y mes tras mes, circunstancia que ya me lo tomaba con cierta resignación y deje de hacer ninguna mas palabra dirigida a ellos.

Pero aunque lo dicho hasta ahora pueda parecer un tanto raro, hace un par de semanas y con motivo de una ligera alteración de mi estado salud del corazón, hube de ser hospitalizado en el Quirón de esta Ciudad  donde permanecí 48 horas en observación, en que fui dado de alta, y otras tantas horas sin salir de mi habitación donde me era servida la comida y la cena, (el desayuno lo hacen a diario a todos), así que estuve cuatro días sin acudir al comedor.

Personal empleado de la residencia y muy especial las camareras y camareros, así como enfermeras y enfermeros, estando sentado en la mesa  me preguntaban por mi estado de salud, pero ninguno de mis dos compañeros de mesa, se dignaron siquiera en dirigirme la palabra, como si no hubiere faltado una sola vez a la cita. Ante todo ello, incluso procuro salir del comedor antes o después que ellos, para no coincidir siquiera en el ascensor.

Por cuanto al otro comensal del que no he dicho nada de su comportamiento, es totalmente normal en consonancia con su salud, y este no es que no hable, si no que no calla, pero casi siempre lo hace para sí mismo y la mayoría de las veces lo es en relación a la comida.

Si puedo añadir de los otros, que nunca los he visto sosteniendo conversación alguna con otra persona de la residencia, aunque también quiero señalar que su comportamiento aparte de que no hablan nada, es totalmente correcto y educado. Me gustaría ser psicólogo para poder aproximarme siquiera para conocer o sospechar la causa o motivo de tal actitud.

Durante mi ya largo caminar por la vida, de vez en vez me he topado con gentes que tenían comportamiento diferente a la mayoría de sus congéneres, aunque en los demás fueren totalmente normales.

Uno de los que cito, en raras ocasiones  se ve circular por la residencia, y si en verlo salir o entrar por algún paseo fuera de la misma, pero una vez regresa de esos paseos o lo que sean sus salidas, directamente se mete en su habitación y no se vuelve a ver hasta su llegada al comedor.

El otro compañero de mesa si se ve pasear por los pasillos de la residencia y especialmente por el  patio-jardín, pero siempre, siempre en solitario y por tanto sin conversación con nadie, y supongo que hará y pensará como diría Luis de Góngora, eso de "A mis soledades, voy de mis soledades vengo, por que para hablar conmigo, me bastan mis pensamientos".

Creo que lo expuesto me da pie y razón para exponerlo en esta entrada, que como tanto se cacarea en España eso de la libertad de expresión, esto que es de menor calibre por que no hacerlo. Pedir cambio de mesa, no lo considero oportuno dado que tanto la comida como la cena la hacemos con toda tranquilidad sin nada que nos altere. Puedo decir con toda razón, que la mesa en la que yo, con tres más, como y ceno es la mas silenciosa de la Residencia Ballesol San Carlos.

Y como finalizaban los antiguos pregoneros, "he dicho"

viernes, 24 de agosto de 2018

En la 109 PENSANDO


Sin duda alguna el tiempo para pensar aquí en la 109, no es que no falta, sino que lo que faltan son temas o cuestiones en las que emplear ese tiempo.

Hoy voy a contravenir esa opinión casi generalizada de que no solo es que hay que pensar, sino también mirar hacia el futuro. Y no es que me haya levantado hoy protestón, sino que si yo me pongo a mirar y pensar en ese futuro, el horizonte que se me presentara no sería mas allá de donde por ejemplo puede llegar una piedra lanzada con la mano. Porque con 93 años ya bien cumplidos, me pregunto qué podría encontrar yo si no fuera incluso el que ya habría dejado de hollar con mis pies este planeta en el que habitamos. Por tanto dejemos que ese futuro venga con no demasiada prisa y que se quiera o no, seguro es que va a llegar, y lo máximo que por muy benevolente que Dios conmigo lo sea, y ya es bien pensar, y tampoco sea bastante allá, es dejarme como estoy que tampoco esta mal.

Pero y si miro hacía atrás, ¿qué daño hago a nadie con ello? Y yo puedo regodearme trayendo al recuerdo hechos y circunstancias que lo fueron y aún llegan hasta hoy sus efectos, lo mas bienaventurado que sucederme podría. Y porque no, también en ese recuerdo me vería, aunque fuere virtualmente, acompañado de esos seres que al dejar este mundo se llevaron consigo girones de mi alma, y que jamás pueden ser repuestos.

Sabéis el placer que me produce recordar aquellas correrías infantiles con algunos amigos, buscando grillos, cogiendo y comiendo ciertas hierbas comestibles que se sabia que así eran por traspaso de ello de generación en generación, buscando nidos de pájaros que por lo tan recalcado lo teníamos por nuestro maestro como por nuestros padres y mayores, solíamos tratarlos con todo cariño, y así nuestros juegos y otras muchas cosas que solo quedan en el recuerdo de los que entonces las hacíamos, que en aquellos tiempos como solemos decir con demasiada frecuencia los que cargados de años estamos, no solían cambiar los usos y costumbres, con la celeridad que hoy se hace. Seguro que lo que mis coetáneos y yo solíamos hacer, venía la mayoría de varias generaciones anteriores, y actualmente, tan lejano está el vivir diario de mis nietos como la distancia en años que nos separa.

Bueno voy a dar por conclusa la entrada de hoy, no sin señalar antes que la que hice ayer, desapareció como por arte de magia, al punto que mi editor, que a la vez es mi nieto y experto en esa lides de encontrar casi lo imposible,  tampoco fue capaz de hacerlo.

Como seguro estoy de que posiblemente sea la última etapa de mi paso por este bendito mundo al que también tuve la suerte de venir, lo sea residente  en ésta, que ya es mi  casa.

Otra cuestión y que se dice también nunca se debe perder, es la esperanza.  Pero también a medida que se van acumulando las primaveras, no es que se llegue a perderla del todo, pero del listado de cuestiones, hechos o cosas de las que se pueda tener esperanza, queda tan reducido que como suele decirse pueden contarse con los dedos de una  mano. Especialmente dos cuestione son principalmente  las que mantenemos en nuestros deseos, que no son otras que el bien de nuestros seres queridos, que dichosos los que como  yo son gran número de ellos, incluso los de fuera de la familia., y nuestro estado de salud que es  el mayor bien que a estas alturas dársenos puede.

Hasta la próxima que seguro, si llego a hacerla, tendré como base esta 109, que ya es mi plataforma de despegue y aterrizaje

jueves, 2 de agosto de 2018

Desde la 109


Yo que me lo venía pensando y algunos familiares y amigos que lo han pedido, la entrada de hoy estará dedicada a mi estancia de la residencia donde me hallo, denominada BALLESOL SAN CARLOS, en esta bendita ciudad de Málaga, siéndome adjudicada la habitación 109, de  ahí el titulo dado a esta entrada, y así seguirá llamándose cada vez en que se haga a mi estancia aquí.

Mi llegada a la misma tuvo lugar el día 29 de diciembre del pasado año, tras haber pasado algunos días en el hospital Parque de San Antonio también de esta ciudad. con algunas dolencias que me dejaron tocada, tanto mi situación física como la psíquica.

Una sola vez había visitado esta residencia que vine a ver dos paisanos míos, una mujer y un varón, hermanos y ambos hijos del médico de mi pueblo, ella en estado muy avanzado de alzheimer y el hermano no sé que padecimiento tenia. Él falleció hace unos dos años y ella creo fue en el mes de marzo pasado, que yo llevaba aquí un par de meses. Ahora esta residente una hermana de ambos, de 97 años de edad y también con la misma enfermedad en fase terminal. Extraña coincidencia que cuatro villaharteños hayamos venido a parar aquí.

La vida residencial, como creo se puede llamar si se habita en una residencia, es distinta a la que suele hacerse fuera de la misma, dado a que también la mayoría de los residentes somos personas pasadas de años y rara es la que no tenga un padecimiento en su mayoría en su estado de movilidad, otros los menos, psíquicos. Unos valiéndose de los llamados andadores y los bastantes en sillas de ruedas. Yo sin duda me hallo entre el grupo de los de mayor edad, pero también de los que en realidad no tengo ningún padecimiento crónico, sino es la acumulación de los muchos años.

Muchísimas y variopintas han sido las etapas por las que he ido atravesando en mi ya larga vida, pero ésta, que por razones de edad, yo la considero sin duda la última de todas es tan distinta, como distante de aquellas primeras de mi vida, que en nada tienen semejanza alguna a las demás.

Para un residente que mantenga su cabeza libre de cualquier perturbación, así como tampoco problemas con el aparato locomotor, en los primeros días de su ingreso en este centro, y creo será igual en los demás de su especie, causa cierta sensación deprimente al observar a estas personas, muchas muy mermadas de facultades de distinta índole, por lo que a uno se le viene al recuerdo, por ejemplo aquellos versos de Calderón de la Barca uno de los cuales decía así:

Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que solo se sustentaba 
de unas hierbas que cogía.

Habrá otro entre sí decía,
más pobre y triste que yo
Y cuando el rostro volvió
halló la respuesta viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó


                
   
Sin duda yo en los primeros días de mi ingreso no podía darme cuenta de esos detalles porque venía un tanto tocado, como citaba al principio, en mi estado físico como en el psíquico, si no que lo iba siendo a medida que yo recobraba mi estado de normalidad.

De lo que si he podido observar, es que la condición y forma de comportamiento de esas personas se acentúa al punto, de que por ejemplo en estado normal era sin duda atenta y respetuosa con las demás, y en la actualidad por cualquier motivo insignificante, suele reaccionar de forma un tanto violenta. Si en su normalidad sobrellevaba con cierto agrado cualquier circunstancia  insignificante, ahora reacciona de modo que pareciera que  le va la vida en ello.

A todo esto, yo creo que si alguna virtud tengo, es la de adaptarme a todos los avatares que  se me vayan presentando y no ahora, si no desde por lo menos a los dos meses de estar aquí, lo llevo como si en realidad estuviera en mi propia casa, con la de si no es, echar de menos detalles que allí permanecen y que sentimentalmente se llevan dentro del alma, pero que por alguna cosa u otra, no es posible tenerla donde quiera que te halles.

Diré que las atenciones personales por parte del servicio de la residencia son extremadamente todo  lo buenas que puedan darse, ahora bien, no puedo decir lo mismo en cuanto a la comida, que ahí si, debe ser francamente mejorable.

Tan todo cuanto anteriormente digo es así, que ya cualquier desplazamiento que hago fuera de aquí, tengo la sensación de hallarme fuera de mi ambiente y entro en total relax cuando paso por las puertas de mi 109.

Voy a dar por conclusa esta mi primera entrada en que lleva por titulo ese número, que no se porqué me da la sensación de que aquí se van a dar los últimos episodios de esta POSTRERA ETAPA, a lo largo de lo que fue y sigue siendo mi VIDA.

Hasta la próxima que iré diciendo que a lo mejor es la penúltima que haga.