jueves, 31 de diciembre de 2015

Adiós al blog

 Arrecife de Lanzarote

Tal día como hoy pero de hace 8 años, iniciaba otra nueva etapa en mi ya larga vida. Por primera vez y rompiendo cierta resistencia a estas nuevas tecnologías. realizaba mi primera entrada en este blog.

Dos cuestiones, y escuetamente trataba las dos en aquella lejana entrada. La una, trayendo al recuerdo la última nochevieja que pasaba junto a mi mujer, de la que pese a que faltaba un mes para cumplirse once años de su fallecimiento, aún no había podido quitarme de encima el dolor que su ausencia me había producido.

La otra, era que en aquella fecha se cumplían 60 años de la ruptura de unas incipientes relaciones amorosas, precisamente las primeras que había iniciado en mi vida.

Desde entonces, 468 veces, más la de hoy, he realizado mi entrasda en el mismo. Lo que nunca hubiere pensado es que en 1.296 localidades de los cinco continentes, alguien ha tenido a bien, o la osadía de cuando menos echarle un vistazo a este humilde blog. El nombre de mi pueblo Villaharta, del que seguro en la misma provincia de Córdoba, a la que pertenece, habrá gentes que no sepan de que el mismo existe, y como digo se ha paseado por los cinco continentes del ancho mundo terrestre. No sé cuántas personas serán las que habran podido leer todas o algunas de dichas entradas, aunque si me baso para ello en los comentarios que se han hecho de ellas, la realidad es que han debido ser poco numerosas.

Algunas habrán merecido la pena ser leídas: otras se lo habran ganado, alguna que otra podrá haber resultado un tanto curiosa, o novedosa la cuestión tratada, pero de lo que si me siento satisfecho, en que todas, y digo todas, he puesto el mayor cariño en tratar de exponerlas tal las he vivido o presenciado, los hechos acaecidos, dado a que como el propio título del blog lo dice, generalmente se ha tratado de los recuerdos que a lo largo de mi vida se han ido sucediendo. Y ahora, en estos instantes en que he decidido poner fin a este menester, y volviendo mis recuerdos hasta aquellos primeros de que coservo realmente como lo fueron, parecen perderse allá en el confín de los tiempos, tal ha sido el cambio tan radical producido en el cotidiano vivir de la población, en todos los aspectos, que hasta mentira me parece que el vivir como entonces se vivía, me causa extrañeza, que hasta se hiciera muchas veces con alegría. De lo que si saco la conclusión, es que aquel vivir, o para mejor decir aquella convivencia, lo era mas íntimo en lo personal, de lo que las nuevas tecnologías nos apartan hoy.

No quiero extenderme más, y por ésta que digo pueda ser la última de mis entradas, me despido y doy las gracias a todos mis posibles lectores que lo fueran, a aquellos que dejaron sus comentarios, que en general lo fueron misericordes conmigo, y como no, el rescoldo que de alguno me queda y al que debo una gratitud imperecedera.

Todo ello ha sido otra etapa de mi vida que ha durado ocho años, y de lo que hace por ejemplo sesenta o setenta, ni siquiera podía imaginarme pudiera suceder tal lo ha sido.

Como no, decir adiós a esas 468 veces en que me he puesto a relatar recuerdos u otras cuestiones de las que he sido partícipe o espectador a lo largo de tantos años de mi vida, me deja un no se qué de tristeza como si me apartara de una senda por la  que estuve caminando durante ocho años.

Raro podrá ser el que en otra ocasión vuelva por estos lares, que de serlo así, solo me queda que decir

A  D  I  Ó  S

sábado, 12 de diciembre de 2015

Aires navideños

Fuente: http://minimalrooms.com
Aunque el "Adviento", que según la iglesia cristiana es el tiempo de la preparación de la Navidad y comienza cuatro semanas antes de la misma, no es hasta la llegada del día 8 de diciembre, festividad de la Purísima, cuando realmente comienzan a ventearse lo que se dice "aires navideños".

Las próximas navidades de 2015, harán el número ochenta y ocho de las que yo haya pasado como tales. Pero, ¿y cómo digo yo que serán las número 88, si habré pasado cuando termine este año, noventa y una veces sobre el veinticuatro y veinticinco de diciembre? Sencillamente porque las de los años 1936, 1937 y 1938, las pasé en zona roja durante la Guerra Civil Española, y esas navidades como tales, no recuerdo de que ni siquiera llegaran a comentarse. Por tanto, lo que realmente son las Navidades, solo con las venideras serán eso, ochenta y ocho las que haya pasado.

Para mí siempre lo fueron, lo son y seguirán siendo, las festividades por antonomasia de todo el año. Lo que si es cierto, que a medida que los años van pasando, las sensibilidades van acentuándose y realmente, creo que como a mi me sucede, lo será también a todos los metidos en años, cuando llegan las navidades. en el ánimo se contraponen los sentimientos de manera que por una parte te vienen al recuerdo la tristeza de aquellos seres queridos, que para siempre se fueron y por la otra la alegría de poder reunirte con los que aún te quedan, aunque, y volviendo a repetirme, pasando el tiempo, resulta difícil el que se puedan reunir todos los que se desearía que así lo fueran.

Por otro lado, y tal si fuera la actividad de una empresa, cuando las Navidades llegan, o más bien ya se van aproximando, parece ha llegado la hora de hacer balance, no solo de lo ocurrido desde el año anterior a éstas, si no que, aun sin quererlo, te retrotraes a muchos  años atrás, que suelen detenerse hasta tocar aquella barrera de la juventud, que hasta entonces solo había vivido uno de dicha y divertimento. Cuando muchas han sido ya las pasadas, y por razones obvias, escasas las que puedan quedar, queda en el ánimo ese "nosequé", de la duda de cuántas serán las por venir.

Al desgranarlas de unas a otras de las pasadas, sin remedio han de catalogarse tal lo fueron sucediéndose, y nuevamente aquí, vas haciendo la catalogación de cómo resultaron, y ciñéndome a las mías personalmente, aun siendo mayoritarias las alegres y de disfrute, no faltaron aquellas que trayéndolas al recuerdo presente, dejaron desgarros profundos en el alma, de lo que aún cicatrizados, la huella que dejaron siempre permanecerá indeleble. Así va siendo la vida, y al tiempo que te rebanan el alma algunos de los pasados aconteceres, no puedes, ni debes, renunciar al disfrute de las venturosas que te van llegando después, que el sufrimiento de las que te sucedieron, no te eximen de dar gracias a Dios de las felices y dichosas te sean concedidas.



Aquellas peticiones del "aguinaldo" que de casa en casa íbamos por el pueblo, preguntando en cada una de ellas el "¿se canta o se reza?", que se cantaba si no se guardaba luto por el fallecimiento de algún deudo allegado, o se rezaba algún que otro padrenuestro, y salve, en que la respuesta fuera el de "se reza",  por los motivos indicados. Esos recuerdos quedan allá casi sepultados, en las tinieblas del tiempo pasado, que son casi por los setenta y cinco años. Como se dice, ya ha llovido.

Hasta la próxima entrada, que prevengo pueden ser también escasas, las que sigan a ésta. No obstante seguro llegará otra en la que pueda felicitar a todos los que puedan echar un vistazo a ella, aunque no sean muchedumbre.

sábado, 5 de diciembre de 2015

Palabras que estuvieron en uso en mi juventud


Como todo en la vida pasa, también, como no, el uso de algunas palabras que en tiempos de mi niñez y juventud estuvieron en uso, fueron perdiendo actualidad y terminaron por perderse por completo, al punto de que hace décadas que yo cuando menos dejé de oírlas.

Las dos que voy a citar en esta entrada, tan perdidas están, que hasta su propia letra inicial también creo que ya no está incursa en el abecedario español, como es la letra "che". Cuando yo iba a la escuela y se nos enseñaban las letras del abecedario, se comenzaba así: a, be, ce, che,  y según creo ahora se pasa ya de la ce a la de...

Bueno dejemos aparte esto y vamos al grano...

Como decía anteriormente, en mi niñez, adolescencia y juventud, cuando menos en mi pueblo era muy frecuente oír el vocablo, "charraná", esto en andaluz puro y duro, que seguro su ortografía y pronunciación correcta debería ser charranada y que creo que como tal no aparece en el DRAE, aunque como cito se decía mucho y no creo lo fuera solo en mi pueblo.

Fuente: http://www.youtube.com

Charraná se aplicaba cuando alguien te jugaba una mala pasada o un mal comportamiento hacía ti, especialmente si se trataba de persona a la que hasta entonces la habías considerado como amiga o por lo menos no desafecta. Seguro que hoy, personas con edad inferior a cincuenta o sesenta  años, ni la han escuchado nunca, ni sabían  el significado que entonces se le daba. También para lo mismo, solía utilizarse, en Andalucía, jugarte una "mala partía".

Y vamos a la segunda, que creo tampoco, como tal, está en el DRAE. Me refiero a la palabra "chasca". Sin duda esta palabreja, estuvo en boga, solo unos pocos años, precisamente en los del hambre y el racionamiento, o sea los años de la década de los cuarenta del pasado siglo, en la postguerra civil española.

El racionamiento no alcanzó solo a los artículos alimenticios de primera necesidad, si no también entre otros, le tocó al tabaco. Como tal, solo a los varones y mayores de 18 años, se les proveía de una cartulina cuyos bordes eran cuadrados y en cada uno figuraba un número, y así cuando llegaba a los estancos un aprovisionamiento del mismo, a lo mejor con una, dos o tres cajetillas de tabaco, siempre a granel, le era suministrado a los poseedores del "cartón" y se decía el número que había que cortar al mismo.

Fuente: http://www.todocoleccion.net

Sobre todo a los fumadores empedernidos, entre los cuales se hallaba en las primeras filas mi propio padre, recurrían cuando el tabaco les faltaba a fumar lo que fuera y entre lo mas próximo era recurrir a lo que entonces se dio en llamarle "chasca".

Y aquí para no tener que ir muy lejos, recurro también a mi padre, y que a la sazón tenía un huertecillo en el lugar conocido por "La Mimbre", solía sembrar en el mismo plantas de tabaco, pero que las mismas no eran tratadas como en las fábricas de dicho producto, si no de forma mas rápida, a fin de poder utilizarlas enseguida, llegando en ocasiones a ser secadas y casi tostadas en la candela, utilizando por ejemplo las palas metálicas. A ese producto, o sea el tabaco curado o secado por medios artificiales, se le dio en llamar "chasca" y que como tal se vendía casi clandestinamente, y que por cierto cuando se encendía un cigarrillo de chasca, expelía un olor tan desagradable, que solo a los que lo fumaban. no les molestaba. Como indicaba anteriormente, mi padre raro el día que no preparaba una cochura de las hojas que cortaba de la planta en el huerto, y a la plancha se las preparaba.

Aquel preparado de la planta del  tabaco, y en no pocas ocasiones, de otras clases de hierbas o plantas que ni siquiera eran de tabaco, se preparaban algo de lo que fumar. Por ello la palabra "chasca" tan pronto se normalizó el aprovisionamiento del tabaco, dejó de usarse y como suele decirse nunca más se supo de ella.

Hoy cuando menos esta entrada, habrá sido noticia novedosa lo de chasca, para los que tengan unas décadas de años menos que yo, con la ventaja de que ellos no tuvieron que soportar aquellos tenebrosos años del racionamiento y del hambre.

Hasta la próxima.