miércoles, 25 de marzo de 2009

Paso a paso hacia el final


Cerca de tres meses hace que no había hecho acto de presencia en este blog. ¿Que porqué lo hago hoy? Tampoco lo sé. Tal vez un ligero avenate de improviso me ha llevado a ello. En cuanto al título que le he dado, si quizá tenga algo de razón de ser. Primero, la travesía de unas festividades que harto hace uno a estas alturas en llevarlas, sin dejar de complacer a los que te rodean, como tampoco de homenajear con el recuerdo agradecido de los que se fueron quedando atrás. Después, y se me viene a la memoria de cuando hice el servicio militar y luego la prolongada pertenencia profesional al Cuerpo de la Guardia Civil, que en algunas de las páginas de la documentación personal que a cada uno se nos abría, había que reseñar lo que en su epígrafe se denominaba como "vicisitudes". Así si te concedían un trienio, tenías un ascenso, te casabas, tenías un hijo o por alguna enfermedad tenías que ingresar en el hospital, todo había que anotarlo en esa documentación, y esto eran las "vicisitudes" Pues bien, algunas de estas vicisitudes acaecidas recientemente, e incluso permanecen actualmente, me han llevado a epigrafiar mi esta tardía nueva entrada en el blog.

Como los proyectos de futuro brillan por su ausencia en las mentes de un octogenario, dedicas ese tiempo en ir contemplando cuanto con cierta resignación te va acompañando en ese lento y cansino caminar en que se transforma toda vicisitud que te acaece. Lo primero que te das cuenta es que cada vez el sendero por el que se transita por la vida, se va volviendo mas estrecho y también son muchos menos los que caminamos por la misma vereda. Algunos, no todos, tenemos la suerte de que paralelamente a nuestro caminar, nos acompañan los nuestros que siempre están pendientes de facilitarnos y proveernos de cuánto se nos hace imprescindible para poder seguir la ruta que desde que venimos al mundo nos ha sido impuesta, y que como es lógico, cada vez la meta se nos va acercando más.

Ese camino por el cual discurrimos los "viejos", nos resulta cada vez mas pesado el seguir transitándolo y mientras que a las generaciones más jóvenes, cuando consiguen llegar a la cima de algún inconveniente que les ha surgido, contemplan los fértiles valles que aparecen a su vista, nosotros tropezamos con otro empinado y pedregoso camino, al que dudamos si nos alcanzaran las fuerzas para poder terminar su escalada.

Algunos, entre los cuales por fortuna me encuentro, en cada descanso que forzosamente hemos de realizar cuando la fatiga nos alcanza, me regodea la satisfacción cuando traigo, o por mejor decir, nunca olvido, ese feliz y largo peregrinar por ese camino que para mi dicha, se fue quedando sembrado de las más fértiles y beneméritas "VICISITUDES", volviendo al epígrafe de las documentaciones del personal militar, aunque, y en honor a la verdad, fueron de otros, mucho más que los míos, los méritos en alcanzar esas metas.

Quizá pueda parecer a quien lea esta nueva y tardía entrada en el blog, que me embarga cierto desánimo en mi caminar actualmente, pero nada mas lejos de ello, sino todo lo contrario, que como digo me relamo de satisfacción por llegar al momento en que me hallo y todo lo demás, son vicisitudes que tienen que suceder durante la travesía de una vida

Siempre como ahora.