Hoy lunes 29 de agosto, tenemos ya el mes en los últimos estertores de su agonía. Algunos de los míos se encuentran ya en estos momentos, inmersos en sus cotidianas ocupaciones. A los otros, los días de ocio le están dando los coletazos postreros. Y yo sigo.
En la mañana del día 29 de agosto, pero de 1947, yo me trasladaba desde Capitanía General en Sevilla, hasta el Regimiento de Artillería número 14, de la mencionada ciudad, cuyo cuartel se hallaba ubicado en los entonces extrarradios de la capital andaluza, denominados Pineda. El motivo que me llevaba hasta dicho lugar, era el de recoger varias prendas de uniforme que por el paso del tiempo me correspondía, al haber pasado destinado en plantilla a la primera de las unidades citada, procedente de la segunda. Aunque la inmensa mayoría de cuantos entráis en este blog, sabéis que gozo de buena memoria, posiblemente y con razón, estaréis pensando éste se está pasando con esto por los menos seis pueblos. Pero no preocuparos, que os voy a sacar de vuestras malintencionadas conjeturas.
Aquella mañana cuando llegaba a tomar el tranvía en La Pasarela, cuya línea tenía su terminal en Guadaira, observé como diversos corrillos de gente, charlaban entre sí y por la forma en que lo hacían, debía de tratarse de alguna noticia importante. Pero no fue hasta ya dentro del vehículo, cuando conseguí enterarme en concreto de lo que se trataba. No era era ni más, ni menos, que había muerto el torero Manuel Rodríguez Sánchez, "Manolete", como consecuencia de la cornada que en la tarde del día anterior le propinó en la Plaza de Toros de Linares (Jaén) un toro de la ganadería de Miura, llamado "Islero". Ni que decir tiene, que la noticia se expandió por el mundo rápidamente, dada la gran popularidad de que gozaba, y que la misma permaneció en candelero, incluso muchos meses.
Como habréis observado, no ha sido un farol el que yo me haya querido tirar, lo que al principio podría sospecharse.
Y por último, quiero señalar dos cuestiones relacionadas con estas entradas en este humilde e inofensivo blog.
La primera se trata, y que sin duda lo habéis percibido, desde hace un par de ellas, falta la fotografía o vídeo, que mi gran "editor" solía colocar, que en algunas eran extraordinarias, pero no las otras, que esas eran geniales. Causas ajenas a su voluntad le impiden continuar con su misión. Quiera Dios desaparezcan los motivos que se lo impiden y vuelva a deleitarnos con sus buenos servicios.
La segunda, corresponde a los comentarios que desde hacía varios meses realizaba una asidua lectora, que siempre, siempre, lo era en sentido elogioso a los mismos, lo que demostraba la benevolencia con que solía hacerlo. Sin duda, a partir de mi anterior entrada, que pese a haberlo hecho en principio, posteriormente retiró su comentario, cada una de mis nuevas entrada carecerán de sus pareceres, que a decir verdad, siempre picaba el "gusanillo" por conocer la impronta que en el mismo dejaba. El que posiblemente no vuelvan a aparecer, es sin duda una decisión personal y que si la primera hay que aceptarla por el imperativo de su imposiblidad, ésta no ha de ser menos, al respetar las decisiones personales de cada cual.
Por tanto, solo nos queda que sentir lo que suponían la "sal y la pimienta" de cada una de mis entradas.
Con los medios que contamos, sigamos la senda que desde hace varios años llevamos transitando.
Hasta la próxima.
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