Exactamente hace hoy MEDIO SIGLO y parece que fue ayer. Hoy cumple mi hijo José Carlos CINCUENTA AÑOS. Nació a las dos de la mañana del Jueves Santo día 3 de abril de 1958. El día anterior por tanto fue Miércoles Santo. Los Sagrados titulares de la Cofradía de la Expiración, son el Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores, venerados en la Iglesia Parroquial de San Pedro, ubicada en aquellas fecha en la denominada Plaza de San Pedro, cuya plaza desapareció en reformas urbanísticas de la Ciudad con posterioridad a la mencionada fecha.
El neófito vino al mundo en nuestro domicilio particular sito en la barriada de Carranque, calle Virgen del Rocío número 65, siendo asistida la madre del mismo por una comadrona que trabajaba en el Hospital Civil, donde tuve que ir a buscarla utilizando los servicios de un taxi. Cito el detalle de que nació en nuestro domicilio, porque estuvo a punto de haberlo hecho en plena calle y posiblemente en presencia de los Sagrados Titulares de la Cofradía de la Expiración. Esta procesión tiene su salida, a las doce de la noche del Miércoles Santo, o sea segundos antes de la entrada del Jueves Santo. Mi mujer que desde hacía muchos años, residía con sus padres y hermanos en la calle San Pedro número 5, a espaldas de la Iglesia, fue siempre una fervorosa entusiasta de esa procesión y precisamente hasta aproximadamente una hora antes de la salida de la misma, o sea hasta las once de la noche, me estuvo dando la matraca que porque no la llevaba para ver cuando menos la salida a la calle de la "Expiración", como se le conoce en Málaga a la referida Cofradía. Hasta algunas lágrimas llegaron a fluir de sus ojos, como consecuencia de mi negativa a acceder a sus deseos, circunstancia que después siempre me agradeció, aunque en los momentos de su petición, creo que incluso llego a decir que no la quería. En la precisa horas de las DOCE DE LA NOCHE, le comenzaron los primeros dolores y contracciones. Dos horas después, estaba el niño en el mundo.
VEINTICUATRO AÑOS DESPUÉS, exactamente, se casaba aquel niño. La parturienta de entonces, ejercía de madrina en la boda. Lo mejor de esto es que la pareja que se formó hace hoy 26 años, continúa unida y con dos vástagos ya criaditos. Lo peor, y en verdad que me parte el alma, el que aquella MADRINA, hace once años y dos meses, nos abandonó para siempre. De mis familiares en Barcelona, asistieron cuatro. Tres de ellos tampoco están ya entre nosotros.
Dios mantenga por lo menos como hasta ahora, a los componentes de aquella unión, así como sus descendientes, y haya acogido en la Gloria a los que llamó a su lado.
Dios mantenga por lo menos como hasta ahora, a los componentes de aquella unión, así como sus descendientes, y haya acogido en la Gloria a los que llamó a su lado.
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