Hoy se celebra la Festividad de los Reyes Magos. Millones de niños españoles se habrán despertado horas antes de lo que habitualmente suelen hacerlo. Gestos de sorpresa y alegría inundaran sus rostros angelicales al descubrir los regalos con que han sido compensados por su buena conducta y aplicación, y la profunda satisfacción de sus padres, y en algún caso de sus abuelos, al contemplarlos. Sería imposible hacer una relación de la variedad, clase y utilidad de estos regalos.
Como en su momento decidí dar a este blogs la denominación de "Recuerdos" y dando con ello fe del propósito para el que fue creado, vuelvo mi pensamiento a los tiempos, bastante lejanos, de mi infancia y niñez y hago relato de los que tanto a mí, como a mis hermanos, nos dejaban todos los años SS.MM. los Reyes: Una "perruna" y dos o tres "peladillas" a cada uno, no en los zapatos, si no en algún pequeño recipiente, porque como se trataba de comida, no era muy higiénico dejarlos depositados en calzado que en su mayoría estaban también ya algo desgastados por el uso. La novedad de cada año era el número de peladillas con que éramos obsequiados y que era lo único que se compraba. Las perrunas, pequeñas tortas hechas de harina, manteca y azúcar eran elaboradas por mi propia madre. Se da la circunstancia de que yo como siempre he sido buen madrugador, cuando alguno de mis hermanos se levantaban, los efectos de mis regalos habían pasado a mejor vida y solo quedaba esperar al siguiente año. Efímeros eran los resultados de aquellos regalos que duraban el tiempo que unos estómagos ávidos de semejantes manjares tardaban en devorarlos.
Pese a todo lo anteriormente expuesto, no era preocupación importante en los deseos de nuestros padres, por encima de todo ello, estaba la de mantener la supervivencia de sus proles. En cuanto a nosotros tampoco nos afectaba mucho, nuestro entorno estaba en sintonía con nuestra situación. Tengo la enorme satisfacción, que ya a partir de mis hijos, cambiaron totalmente las circunstancias y no digamos con las de mis nietos. Mis padres y mis abuelos no gozaron de las sensaciones gratificantes que producen ver las alegrías y emociones de los hijos y nietos.
Málaga, 6 de enero de 2008
Málaga, 6 de enero de 2008
2 comentarios:
Por si le queda alguna duda a alguien, la foto la le puesto yo. Es un indicativo del nivel de mi aportación.
Con tantos regalos como se reciben actualemnte creo que se ha perdido lo mejor de los Reyes, y es la ilusión durante la espera y l aimpaciencia por recibirlo. Después, en realidad, se jugaba muy poco con lo que se recibía.
Rafa padre
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