Hoy, entre otras festividades celebra la Iglesia Católica la de Santa FLORENTINA. Ese era el nombre de mi madre (q.e.p.d.).
Da la casualidad de que el nombre de Florentina, en mi pueblo solo ella lo tenía. Pero es que además el de mi padre, que se llamaba Cesáreo, al igual que mi madre, solo en varones existía el suyo. En tal sentido puedo decir que tenía unos padres únicos.
Con motivo de la festividad de esta fecha, como no, he traído al recuerdo a mi madre. Escasas serán las personas que en el día de hoy la hayan traído a su recuerdo. Como máximo, dos más y que serían un hermano y una hermana mía, aunque estoy casi seguro de que si se han acordado de ella, deberá haber sido por otra causa, toda vez que no recuerden que hoy es el día de su Santo. Creo recordar, posiblemente el año pasado, hice otra entrada recordándola a ELLA, y de la que hice una mas extensa recordación de lo que fue su vida. Hoy, doy por hecho todo aquello que hice en otra festividad de su onomástica, y me voy a limitar a un hecho que por vez primera voy a relatar. No es que haya tenido impedimento alguno para hacerlo, si no que como en anteriores ocasiones no lo hice, esta la hora de hacerlo.
Toda mi familia, incluso todos mis hermanos, y sin que ello le ocasionara contrariedad alguna, siempre dijeron que "yo siempre fui el ojito derecho de mi madre", cuestión que yo nunca desmintiera y que cuando mis hermanos, sin que supusiera la menor crítica, se lo decían a mi madre, esbozando una profunda sonrisa siempre solía responder "anda ya, yo os quiero a todos iguales" y si estábamos todos reunidos, aquello solía terminar en simpáticas bromas. A este respecto, puedo lanzar a los cuatro vientos, que el ambiente que siempre, siempre, siempre se respiró en la vida familiar, entre mis padres y todos mis hermanos, jamás, jamás, surgió entre nosotros la menor discrepancia.
Bueno mucho rodeo estoy dando para exponer cuanto me propongo y que fue lo siguiente. El día 28 de febrero de 1994, en las primeras horas de la mañana, hallándose mi madre en cama en casa de mi hermana en Hospitalet de Llobregat, yo me despedía de ella tras haber estado tres días visitándola, y sin sin separarme un momento de su lado. Al terminar de darnos un fortísimo abrazo y muchos besos, encontrándonos los dos solos, me dijo las siguientes palabras "Adiós, que ya no veré más a lo que mas he querido en este mundo" y acto seguido añadió: "A ellos también los quiero mucho". Unos días antes de cumplirse los dos meses de aquella despedida, fallecía. Parecía adivinar lo próximo que estaba su final, aunque caminaba hacía los noventa y siete años Dos de los cinco hermanos que éramos, ya se marcharon en su busca. Los otros dos que me quedan, cuando lleguen a enterarse de esto que dejo expuesto, como única respuesta y sonriéndose ampliamente dirán poco más o menos. "Eso lo sabía todo el mundo" "Su Rafael era para ella el niño bonito".
Valga esta escueta entrada como homenaje a todo cuanto luchó en su vida y que mientras yo siga en este mundo, Dios me mantenga en el mismo estado mental que hoy me hallo, a fin que pueda siquiera aportarle otro recordatorio más en el día de su onomástica, pago insignificante a cuanto, no solo yo, sino mi padre y todos mis hermanos recibimos de su dedicación y entrega.
Un añadido especial quiero hacer a la entrada de hoy, y no es otro que dar muchísimas gracias a Carmen, mi habitual lectora de este blog, los cariñosos y acertados "recuerdos" que hace de esas entradas y en particular, la última que hizo, que con sinceridad me ha llegado al alma, cuando terminó diciendo "tiene muchísimas cosas buenas, para recordar y compartir con nosotros", expresión esta última que denota la consideración que hace del conjunto de toda mi familia.
Con motivo de la festividad de esta fecha, como no, he traído al recuerdo a mi madre. Escasas serán las personas que en el día de hoy la hayan traído a su recuerdo. Como máximo, dos más y que serían un hermano y una hermana mía, aunque estoy casi seguro de que si se han acordado de ella, deberá haber sido por otra causa, toda vez que no recuerden que hoy es el día de su Santo. Creo recordar, posiblemente el año pasado, hice otra entrada recordándola a ELLA, y de la que hice una mas extensa recordación de lo que fue su vida. Hoy, doy por hecho todo aquello que hice en otra festividad de su onomástica, y me voy a limitar a un hecho que por vez primera voy a relatar. No es que haya tenido impedimento alguno para hacerlo, si no que como en anteriores ocasiones no lo hice, esta la hora de hacerlo.
Toda mi familia, incluso todos mis hermanos, y sin que ello le ocasionara contrariedad alguna, siempre dijeron que "yo siempre fui el ojito derecho de mi madre", cuestión que yo nunca desmintiera y que cuando mis hermanos, sin que supusiera la menor crítica, se lo decían a mi madre, esbozando una profunda sonrisa siempre solía responder "anda ya, yo os quiero a todos iguales" y si estábamos todos reunidos, aquello solía terminar en simpáticas bromas. A este respecto, puedo lanzar a los cuatro vientos, que el ambiente que siempre, siempre, siempre se respiró en la vida familiar, entre mis padres y todos mis hermanos, jamás, jamás, surgió entre nosotros la menor discrepancia.
Bueno mucho rodeo estoy dando para exponer cuanto me propongo y que fue lo siguiente. El día 28 de febrero de 1994, en las primeras horas de la mañana, hallándose mi madre en cama en casa de mi hermana en Hospitalet de Llobregat, yo me despedía de ella tras haber estado tres días visitándola, y sin sin separarme un momento de su lado. Al terminar de darnos un fortísimo abrazo y muchos besos, encontrándonos los dos solos, me dijo las siguientes palabras "Adiós, que ya no veré más a lo que mas he querido en este mundo" y acto seguido añadió: "A ellos también los quiero mucho". Unos días antes de cumplirse los dos meses de aquella despedida, fallecía. Parecía adivinar lo próximo que estaba su final, aunque caminaba hacía los noventa y siete años Dos de los cinco hermanos que éramos, ya se marcharon en su busca. Los otros dos que me quedan, cuando lleguen a enterarse de esto que dejo expuesto, como única respuesta y sonriéndose ampliamente dirán poco más o menos. "Eso lo sabía todo el mundo" "Su Rafael era para ella el niño bonito".
Valga esta escueta entrada como homenaje a todo cuanto luchó en su vida y que mientras yo siga en este mundo, Dios me mantenga en el mismo estado mental que hoy me hallo, a fin que pueda siquiera aportarle otro recordatorio más en el día de su onomástica, pago insignificante a cuanto, no solo yo, sino mi padre y todos mis hermanos recibimos de su dedicación y entrega.
Un añadido especial quiero hacer a la entrada de hoy, y no es otro que dar muchísimas gracias a Carmen, mi habitual lectora de este blog, los cariñosos y acertados "recuerdos" que hace de esas entradas y en particular, la última que hizo, que con sinceridad me ha llegado al alma, cuando terminó diciendo "tiene muchísimas cosas buenas, para recordar y compartir con nosotros", expresión esta última que denota la consideración que hace del conjunto de toda mi familia.
1 comentario:
Creo que me ha pasado como dice la canción de Mecano "En tu Fiesta me colé" y es que en verdad a través de tus "recuerdos" me da la impresión de que te conozco a ti y un poquito a los tuyos a los que tanto recuerdas, espero que no sea un inconveniente para ti el que yo haga un comentario, si es así lo dejo y no pasa nada, aunque creo que seguiré leyendolos ji ji, es lo que pasa con los blog, que nos "colamos" sin invitación. Un saludo: Carmen
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