lunes, 10 de agosto de 2015

El tiempo vuela

En este instante, en que me proponía realizar una nueva entrada en el blog, me doy cuenta que hace ya ocho días que verifiqué la última, y así a bote pronto tenía la sensación de no haber transcurrido mas de dos o tres jornadas de haberlo hecho. Realmente, como con frecuencia suele ocurrirnos a los pasados en años, llegamos a la conclusión de lo inmisericorde que el tiempo lo es  con nosotros y por fuerza nos hace volver la vista atrás, y cuando la volvemos de nuevo al frente, nos produce el vértigo que la velocidad excesiva suele ocasionar.

Estando próximos los días en que comenzará la feria de Málaga, por ese no se qué sentir de los mayores hacia el pasado, se me han venido al recuerdo aquellas ferias de hace sesenta o mas años, cuando yo llegué a esta Málaga de mis entrañas.


Como quiera que entonces yo era un gran aficionado a la fiesta de los toros, se me ha venido al recuerdo que en aquellos días la venta de entradas para las corridas de la feria, se realizaban en las taquillas que la empresa "Martín Estévez" titular del arrendamiento de la plaza de toros, ponían en la parte trasera del Café Español, cuya fachada principal daba a calle Larios y ocupaba gran parte de la acera izquierda, conforme se bajaba desde la entonces Plaza de José Antonio hacia el puerto.

Los toreros de mayor renombre entonces, lo eran Luis Miguel Dominguin (padre del cantante Miguel Bosé), su cuñado Antonio Ordóñez (sin duda el de más categoría de la saga de los Ordóñez, cuyo padre era el llamado "Niño de la Palma"), el onubense Miguel Baez "Litri", Julio Aparicio, Pepe Luis Vázquez, el toledano Gregorio Sánchez, la saga de los hermanos venezolanos, César, Curro y Rafael Girón, Diego Puertas en sus comienzos de novillero con Paco Camino, los hermanos Bienvenida, el cordobés Manuel Calero "Calerito" (aunque no de lo mejor que ha dado Córdoba), el también cordobés José María Montilla (Manuel Benítez "El Cordobés" llegaría unos años más tarde), y así un largo etcétera, y un albaceteño que se jugaba la vida a base de revolcones, como lo era Chicuelo II.

En calle Larios estaba entonces en todo su apogeo la cervecería "La Mar Chica", donde pese a lo pequeña que era, sin duda se consumía allí una parte importante de la cerveza en Málaga. Y para poder hacerse una idea de como era la Málaga de aquellos tiempos, primeros años de la década de los cincuenta del pasado siglo, en la Acera de la Marina donde se encuentran hoy esos grandes bloques de edificios, entre ellos donde esta la Diputación Provincial, eran unos solares donde se instalaban los Circos, y para mayor abundamiento de datos, lo que hoy es el Hotel Málaga Palacio, era un solar de una casa medio derruída, según me decían, por una bomba lanzada durante la Guerra Civil.

La Calle Larios era peatonal, donde solíamos pasear la juventud, enlazando el itinerario de dicha calle con el Parque, pero no por haber sido declarada como tal sucede hoy, al haberlo dictado un bando del Ayuntamiento, si no por que entonces pocos coches había para transitar por la misma.

Rebinando lo que era aquella Málaga a la que me he estado refiriendo en esta entrada, y comparándola con la de hoy, ha ganado en su calidad y categoría de todo orden, incluso, que ya es decir, más que yo en acumular años, pero Dios me tiene intactos mi principales sentidos y cualidades, para poder estar gozándola actualmente, cuanto mis facultades me lo permiten, como antaño lo hacía, también según mis circunstancias. Aquéllas, más activas e ilusionantes; éstas, mas sosegadas pero quizás mas jugosas por cuanto a su disfrute y deleite. Lo único que menos me convence es el comprobar, como "EL TIEMPO VUELA", y por ende, ello se va acumulando sobre nuestras vidas, que ojalá yo tuviera la facultad de regularlo, pero claro, no faltarían los que por ello se sublevarían contra mí... Así que dejémoslo tal está.

Hasta la próxima, que ya tendré unos pocos días más.

7 comentarios:

Carmen dijo...

A que años te refieres en todo eso que cuentas de Málaga? No lo dudo, pero.... Yo soy boqueróna por los cuatro costaos y ya tengo mis añitos y no conozco naita de lo que dices, ni bares, ni la C/ Larios peatonal.... Na de na. En lo que si estoy totalmente de acuerdo contigo es en que los días vuelan cada día más rápido, antes me pasaba la vida deseando que llegara cualquier fecha en la que había algo que me gustara mucho, un cumple, una boda, el verano, la Navidad ... Ya no me da tiempo a desear nada porque cuando me doy cuenta está ahí ya! La Navidad se me junta con la Semana Santa, esta con la playa, rápido estoy sacando otra vez los adornos Navideños, con lo que me duraba antes un día, una semana, un mes.... Que ha pasado con el tiempo que ahora vuela? Contéstame tu, que tienes respuestas pa tooooo. Mercí beaucoup. Bss.

El abuelo de Villaharta dijo...


Contesto a tus interrogantes: En calle Larios se paseaba en los años cincuenta y toda la calle era nuestra; en calle Larios estaba el Café Español que era grandísimo; en una esquina de calle Larios estaba la cervecería "La Mar Chica; todos los toreros que cito estaban en activo en los primeros años cincuenta;en la Acera de la Marina se instalaban los Circos y otros espectáculos en los primeros años cincuenta y sin continuar mas, te digo que cuanto cito en mi entrada de hoy, como suele decirse "Va a misa", si vos precisa alguna aclaración mas, me lo indica y continuaré dando información, que para eso Dios me tiene concedida esta memoria.

Anónimo dijo...

Yo solo quiero que me expliques por qué "El Tiempo Vuela" lo demás lo creo a pie juntillas, primero porque lo dices tu, segundo porque se lo oí tropecientas mil veces a mi padre.... Que buenas batallitas hubieseis echado los dos! Pero lo de saltar de la Navidad a la S. Santa, de esta al verano y otra vez a la Navidad.... Eso no me lo había dicho nadie y debe haber alguna razón no? Pues eso.... Y no te alborotes, que nadie duda de tu supermemorión ji ji ji.

Carmen dijo...

Que soy Carmeeeennn! No Anónimo, por si no te has dao cuen.

El abuelo de Villaharta dijo...


Querida Carmen:Esa sensación que se tiene de lo rápido y parecen saltos del tiempo, lamento decirte que se comienzan a sentir cuando han pasado bastantes años sobre la vida de una persona,y creo a ti no debe haberte llegado todavía, salvo que sea una precocidad en tí.

Anónimo dijo...

Ya me imaginaba yo que tendría algo que ver con el DNI, y claro que me ha pillado yaaaa!!!😭😭😭

Daniel Torres dijo...

¡Ja ja ja! ¡Pues claro que el tiempo vuela! ¡Porque os lo pasáis fenomenal! Si "una hora de espera se hace larga" y "una hora de juego se hace corta"... ¿será que hay partes de la vida que nos pasamos esperando que llegue algo, que llegue algo, y otras partes en que tenemos la fortuna de disfrutar cada día de forma plena, exprimiéndole todo el jugo al presente? ¡Esos son los días que pasan volando! ¡Qué alegría!