domingo, 30 de agosto de 2015

Ciclismo en pista medio fondo tras moto



Hasta algunas clases de deportes desaparecen con el paso de los años. Hoy contemplando por televisión la etapa de la Vuelta Ciclista a España, se me ha venido al recuerdo, aquella clase de ciclismo que creo se llamaba "ciclismo en pista medio fondo tras moto" o algo parecido, que durante los años cincuenta y sesenta del pasado siglo. fue muy popular, y de lo que tuvimos en España un campeón del mundo cuando menos cinco o seis veces, y de España, otras tantas o más, que  se llamaba Guillermo Timoner, y creo era mallorquín.


Era una clase de deporte muy interesante y expectacular, se corría en pista y el ciclista lo hacía siguiendo una moto, que en la parte trasera llevaba una especie de rodillo y que el mismo pegaba la rueda delantera de la bicleta al citado rodillo, y seguro iría dando instrucciones al motorista para que corriera a mayor o menor velocidad, el caso es que la rueda de la bicicleta rara vez se separaba del rodillo de la moto.

Aquella especialidad de deporte creo desapareció de la noche a la mañana y jamás volvió a verse competición alguna, ignorando la causa o motivo por la que se perdió, pues yo creo que tenía un número de seguidores lo suficientemente ámplio para que hubiere continuado y sin duda, yo era uno de los que me admiraba la habilidad y lo acompasado que el ciclista había de llevar con su bicicleta la velocidad que, como he dicho antes, le iría dando instrucciones al motorista la que había de llevar.

Minuto 8:33



A la par que esta clase de deporte, ya desaparecido, se me ha venido al recuerdo, lo he asimilado también con aquel inigualable locutor, que tan sabiamente lo hacía, radiando toda clase de deportes, corridas de toros, y cualquier otro evento, llamado Matías Prat Cañete.

Oír, no oír, escuchar, una radiación realizada por Matías Prat, que como digo, lo mismo daba de retransmisión deportiva o de cualquier otra índole, era una verdadera delicia y tan dentro de todos los radioyentes llegaba, que no pocas veces cuando he presenciado algunas de las  retransmisionmes por televisión, no es que pueda comparársele, teniendo en cuenta el medio empleado, pero se vivía tal lo estuviera uno presenciando en directo.

Matias Prat Cañete, natural de Villa del Río de la provincia de Córdoba, que como todos sus paisanos y provincianos, exceptuando los de la parte norte y occidental de la provincia, "seseaban", o sea no pronunciaban la "ce", ni la "zeta", tan brillante locutor, solía emplear un truco que pasaba desapercibido para los oyentes, y era que en lugar de la "c" o la "z", que no sabía pronunciar, lo hacía sustituyéndolas por una "f", que dejándola a medio pronunciar y haciéndolo con rapidez, tapaba la falta, y así por ejemplo en vez de "decía", él pronunciaba "defía", o en vez de "cazador", lo transformaba en "cafador", pero tan a tiempo lo efectuaba, que como he citado pasaba totalmente desapercibido, salvo para quienes sabíamos que empleaba tal truco.



Desde aquel campeonato del mundo de 1950, que fue radiado por Matías Prat, a través de Radio Nacional de España, hasta los muchos años después que continuó en activo, no mis coetáneos los nonagenarios, si no incluso los de algunas decenas de años menos, gozamos durante muchos años de aquellas incomparables retransmisiones y que solo el invento de la televisión pudo suplirlas, y dado el medio, no digo que no, superarlas.

Todas estas cuestiones de lo tratado en la entrada de hoy, me delatan como lo sobrado de años que estoy.

Hasta la próxima.

3 comentarios:

Daniel Torres dijo...

¡Qué interesante! Que un gran Maestro como Matías Prats empleara trucos así inspira y libera. La 'z' es fricativa-dental-sorda; la 'f' es fricativa-labiodental-sorda. O sea, casi iguales. En la radio AM, a poco que pronunciara con sutileza y ayudándose del contexto, serían indistinguibles. Genial. Gracias, Rafael, por tu Maestría al relacionar ideas con tanta gracia. Contigo la mente chispea, está más viva.

El Maestro Gramático dijo...

Perfecto el comentario sobre el truco de Matías Prats padre para disimular la no pronunciación del sonido interdental fricativo sordo. Efectivamente, era el contexto el que hacía que los oyentes interpretarán de manera correcta el sonido mal pronunciado por el locutor. Salvo cuando se trataba de nombre propio: Hasta hace poco pensé que el equipo portugués se llamaba BENCICA (yo lo asociaba con VENCER al oír al entrañable Matías) y no BENFICA.
Daniel, tienes que tener en cuenta que estás hablando de sonidos y no de letras: Por lo tanto, disimulaba la no pronunciación de interdental fricativo sordo, sustituyéndolo por el labiodental fricativo sordo.
Por lo demás, como he dicho arriba, muy buena observación.

Unknown dijo...

Pues ahora mismo en Eurosport2 hay este tipo de competición en los campeonatos europeos de ciclismo en pista. Es la primera vez que lo veo