lunes, 4 de agosto de 2014

Las plumas estilográficas


Tal día como hoy de hace dos años, nos reunimos toda la "familia", excepto mi nieto Pablo, a comer en el Restaurante La Sacristía del Rey. Después de la comida les regalé a cada uno de mis SEIS nietos, una pluma estilográfica "Montblanc (la de Pablo por ausencia, se la entregué a sus padres). Hoy, comenzando por el Restaurante, ya no existe como tal. La mayoría de la familia está desperdigada, como se dice, por diferentes puntos, unos mas lejos que otros, y como no, cuando los años se van apoderando de casi todas las facultades y nos hacen extremar las sensibilidades, he tenido y tengo la sensación de que la reunión tal lo fue hace dos años, no volverá a repetirse. Quizá tal vez nos haga también a los "mayores" caer en un escepticismo un tanto exagerado para llegar a estos sentimientos, pero tampoco nos falta razón para ello si tenemos en cuenta la velocidad con que se suceden las anualidades y la dificultad que cada día entraña, el que si no unos, otros, no puedan acudir a tales reuniones.

Aunque, algunos de los que no estaban han llegado esta tarde, son muchos los que aún "faltan", y ello como no, me han hecho traer y asomarse a las balconadas de los ojos algunas lágrimas.

Como el asunto que me ha traído hoy a esta entrada, no ha sido otra que traer al recuerdo a todos cuántos nos reunimos hace ya dos años, y por supuesto al que faltaba, y solo me queda que pedir a Dios, me conceda cuando menos una cita como aquella, y aun que ni siquiera falte nadie, a fin de que pueda gozarlo como entonces lo hice.

Ahora a esperar ese milagro y hasta la próxima entrada.

2 comentarios:

Abuela Achu dijo...

Fue un dia precioso, muy feliz para todos. Espero que se repita lo antes posible, pues se lo que supone para ti tener a tu lado a toda tu familia. Bss.

Daniel Torres dijo...

Mañana mismo te regalo unos buenos cartuchos de tinta Montblanc, Rafael. Que a tu pluma le queden muchas, muchísimas páginas para que todos podamos leerlas y disfrutarlas juntos. Que nos cuentes muchísimas más reuniones familiares, en todas las épocas. Y que, si alguien tiene que faltar a alguna a su pesar, que eso sirva para tener todavía mejor excusa para organizar la siguiente. Será por ganas.