viernes, 10 de febrero de 2012

La sequía




El título que he dado hoy a esta entrada en el blog no se refiere precisamente a la sequía meteorológica, que también se está pasando ya de castaño oscuro, sino a la sequía blogera, ya que llevaba una semana entera sin escribir nada, y hoy lo hago precisamente sin tener un motivo que realmente merezca la pena de que me induzca a ello.

No puedo precisar el motivo de que me tenga en esta situación, ya que a excepción del estado de salud en que se halla mi hermano, el único varón que me queda, que desde luego es bastante preocupante, que aunque de por sí sea lo suficiente para que me lleve al desánimo personal, no me asiste otra causa para que lleve tantos días sin pasarme por este lugar que desde hace algunos años ha sido, y lo seguirá siendo, el refugio donde suelo cobijarme para dar rienda suelta a mis alegrías y donde también me entrego a lamer mis penas y con ello hacerlas menos dolorosas. De estas últimas, demos gracias a Dios no me embargan por el momento, si no es la que dejo apuntada de la enfermedad de mi hermano, y sí, de las primeras, siguen rodeándome por todos los extremos y que así, día tras día, me llevan en volandas para seguir caminando por este mundo, y a ver si lo sigue siendo, con un bienestar y una felicidad tan completa, de lo que nada más pueda ambicionar. A medida que sin darme cuenta y con mayor velocidad de la deseada se iban acumulando los años sobre mí, tenía la creencia de que mi paso por esa vejez que a pasos agigantados se me venía encima, lo sería en un permanente recogimiento, viendo como pasaba el tiempo y solamente trayendo al recuerdo todo mi acontecer pasado, pero tal vez por tener la mente en unas condiciones en las que ni aún pedidas por mí lo fueran tal cual, como cito anteriormente sigo gozando de esta vida con la intensidad de como lo he venido haciendo durante tantísimos años, sin mas contrariedades que las que las circunstancias me fueron allegando. 



Quizá esta corta y casi a remolque entrada del día de hoy, parece me ha llevado el ánimo a subir algunos enteros, de cuyo decaimiento, como citaba al principio, no encontraba mas razón que el estado de salud de mi hermano, de lo que aún conociendo la dificultad para ello, desde aquí pido a Dios le ayude en lo posible. 

Hasta la próxima, que lo sea con algo mas de gracia y energía que lo ha sido ésta.

2 comentarios:

Luis Carballeda dijo...

Animo, y a seguir escribiendo somos muchos (mas de lo que piensa) los que seguimos el blog,
Un Abrazo

Carmen dijo...

Pues sí, como dice Luis debemos ser muchiiiisimos los seguidores de tu blog, no solo "tu asidua lectora", así que ánimo y a seguir escribiendo para disfrute de tus "admiradores" ji ji. Saluditos: Carmen