Desde hace varios días en que Carmen, mi asidua lectora, me envió un correo que traía por título "El Otoño en la Patagonia argentina", en el cual, si las fotografías son de una belleza insuperable, están amenizadas por el popularísimo tango "La Cumparsita". Ni un solo día se ha pasado desde que recibí este correo, que para mayor facilidad lo tengo en el panel de escritorio para su acceso directo, en que lo vea como mínimo dos veces.
Hace unos minutos y cuando pensaba meterme en la cama para echar ese par de horas de lectura como en mí es habitual, decidí antes de ello, visualizar en última vez por hoy ese conjunto de paisajes y música, que siempre, siempre suelen producir en mí un efecto sumamente relajante.
Esta noche, cuando con el embeleso propio de todos los días mis sentidos de la vista y del oído estaban imbuidos en su contemplación, se me venía también al pensamiento que hoy era la festividad de San Francisco de Asís, y que a su vez me traía al recuerdo la persona de mi entrañable amigo Francisco Fernández Campoy, "Currito", con el que tomé la desastrosa y única borrachera de mi vida que hace unos días relate en este blog, y que hace unos años abandonó este mundo. A mi amigo "Currito", no lo apreciaba, lo quería lo mismo que se puede querer a un buen hermano y al recordarme que hoy hubiere sido su onomástica, y oyendo la Cumparsita, que al tener el disco de este tango en la sociedad de baile que teníamos en mi pueblo, me retrotraía en el tiempo hasta allá cuando menos setenta años, y siempre, siempre, una vez que terminaba el baile, bien en su casa o en la mía, nos pasábamos un par de horas comentando todo el acontecer que nos había pasado, entre lo que formaba parte de todo el entramado de nuestra aventura, el que no pocas veces lo había sido bailando una de nuestras piezas favoritas, que solían ser dos principalmente, y que como íntimos amigos, teníamos el mismo gusto, y que eran el vals "Danubio Azul" y el tango "La Cumparsita".
Amigo Paco, valga este breve relato en mi blog, en el día de tu onomástica, en que al traerte al recuerdo oyendo nuestro tango favorito, unas lágrimas se han asomado a mis ojos posiblemente creyendo que podrían encontrarnos a los dos juntos, y que no se han engañado, que si no físicamente, "pariente", como íntimamente solíamos decirnos, no estabas conmigo, pese a los varios años que hace te marchaste de este mundo, sigues ocupando un lugar de privilegio en mi recuerdo.
Con el ánimo un tanto afectado, ahora sí me voy a la cama. No lo recibirás, no obstante ello, ahí te mando ese abrazo con la misma fuerza y sentimiento que te lo hubiere dado si hubiéramos estado juntos, viendo los bellísimos paisajes del "Otoño en la Patagonia argentina", amenizado con La Cumparsita.
Hasta la próxima.
3 comentarios:
Es verdad lo de la canción "algo se muere en el alma...", hace unos dias se "fue" una buena amiga mia por lo que comprendo la tristeza que sientes al recordar a tu amigo, es lo que hay que pagar por quedarse de los últimos... ojalá sean ciertas nuestras creencias y allí donde esté tu amigo, disfrute La Cumparsita, como afortunadamente lo hace su "pariente". Saludos: Carmen
Para Rafa "El Editor":
Ante todo quiero felicitarte por tu cumpleaños, que pases un dia muy feliz ¡¡y que cumplas muuuuuuchos maaaásss!!
Tambien quiero que sepas que me ha encantado el video de La Cumparsita, que como ya comenté en otra ocasión, me trae preciosos recuerdos familiares, al ser mis padres fans de Carlos Gardel, por lo tanto mi niñez fue entre Tangos y los he evocado al oirlos, por lo tanto aunque sea para el abuelo, muchas gracias por que yo lo he disfrutado tambien.
Nuevamente gracias y muchos saluditos: Carmen
¡¡MUCHAS GRACIAS CARMEN!!
En lo que respecta a los vídeos, sólo hago mi trabajo...jajaja.
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