lunes, 17 de octubre de 2011

Nostalgia


La segunda de las acepciones del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, de la palabra "Nostalgia", dice así: "Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida". Su definición no puede ser más exacta y concreta, como no podía ser de otra manera, dada su procedencia.

Sin duda, de ahí nos viene a los "ancianos", o a las personas mayores, para no molestar a quienes parece ser no les va mucho la primera definición, el que tan pronto tengamos un momento de relax, venga a nuestros sentimientos ese "nosequé" melancólico que nos lleva a esas dichas, que yo no llamaría perdidas, sino que ya pasaron y de las que en su mayoría pocas esperanzas quedan de que pudieran volver tal cual. Pese a esa tristeza melancólica que la RAE le aplica en su definición, nos complace y nos recreamos en esas recordaciones, que pese a que en su momento tal vez las dejáramos pasar, sin que en ello pusiéramos el mayor entusiasmo, con el paso de los años, nos damos cuenta dejaron una profundísima huella en nuestros sentires. Como en alguna otra ocasión creo recordar he manifestado, al ser escasas las perspectivas de futuro que por razones obvias nos embargan, ¿qué otra cosa mejor podemos hacer que volver nuestros recuerdos hasta aquellos lejanos acontecimientos que aportaron a nuestro bagaje tan profundas sensaciones? Para mí, ninguna o casi ninguna, y cito ese "casi", ya que pese a lo avanzado de la edad que llevemos consigo, no faltan causas o motivos para que ciertas circunstancias personales o familiares, también nos lleguen a aportar satisfaciones o deleites de los que igualmente nos sintamos reconfortados.
La ilusión y la esperanza en alcanzar alguna meta, como cito anteriormente, personal o familiar, ni la perdemos y aún menos debemos perderla, ya que esto sería llevarnos a sentir que nuestra vida no tendría razón de ser, y ésto, creo que mientras Dios mantenga nuestros sentidos en su estado normal, nos lleva a mantenerlas, y por tanto a desearlas.

A medida que se van acumulando los años, tal vez por la propia experiencia que extraemos de las situaciones favorables o adversas que nos han ido sucediendo, nuestros sentimientos adquieren una mayor sensibilidad, pero ello también nos lleva a que todo aquello que nos resultó indeseado o perjudicial, lo vamos dejando aparcado en los arcenes de nuestros caminos y a la vez que nos hace mas liviana la carga, vamos rumiando con profundo regocijo solo aquello que fueron causa de todo lo que supuso la felicidad propia y, lo mas importante, la de todo nuestro entorno más próximo.

Con la esperanza y el deseo, de que nada me prive de gozar de aquellos recuerdos, y tampoco lo haga de cuanto pueda desear en lo futuro, doy por conclusa esta entrada en el blog, que pese a que no haya sido el relato de una efemérides, no por ello deja de ser tan, o mas importante, en todo lo que han sido mis sucedidos a lo largo de toda mi vida.

Hasta otra entrada.

1 comentario:

Carmen dijo...

No hay que confundir Nostalgia con Tristeza, la primera es inevitable pues cada uno tenemos nuestras vivencias y de vez en cuando nos asaltan, a veces cuando menos lo esperas, como la memoria es muy selectiva solemos recordar y añorar los momentos buenos y los demás es como si no hubiesen pasado ¿verdad?. Ahora solo queda mirar hacia adelante con ilusión y tomar como un regalo cada nuevo dia y disfrutar cada momento agradable que ese dia nos traiga, que pena que tengamos que esperar tanto tiempo para ser tan "sabios" ji ji. Saluditos: Carmen