miércoles, 3 de febrero de 2016

Días que nunca debieron llegar

El Golfo, Lanzarote

Mi estado de ánimo no se encuentra hoy para ninguna misión, sino para tratar de aceptar las circunstancias. Hoy se cumple el décimo noveno aniversario del fallecimiento de mi mujer. Media vida como suele decirse. Aquel 3 de febrero de 1997, es de esos días como cito en el título, que nunca debiera haber llegado. Pero el destino que de nada se apiada, también lo fue entonces conmigo, con la agravante de una situación añadida en mi salud, de la que incluso parece ser no me daban de que pudiera vencer. Por hoy, solo estas escuetas y sentidas letras para traer a memoria  su recuerdo, aunque ni un sólo día desde entonces ha pasado sin hacerlo, y desear Dios le haya dado cuanto se merecía, que de ser así, como era su propio nombre, estará en LA GLORIA.

TUS HIJOS, NIETOS Y YO TE RECORDAMOS Y REZAMOS POR TI.

2 comentarios:

Rafita dijo...

Claro que sí. Un beso para la abuela.

Carmen dijo...

No estés triste Rafael, dale gracias a Dios por haber dado con una gran mujer y por haber sido tan feliz con ella, no todo el mundo puede decir lo mismo. Arriba ese ánimo. Bss.