miércoles, 27 de enero de 2016

Recordando un almendro.



Ayer recibí de mi editor unas fotografías de los almendros en flor allá en las Islas Afortunadas, donde se encuentra cumpliendo con sus obligaciones profesionales. Como a mí siempre me ha encantando, y sígueme encantando la naturaleza, y sin duda alguna esa maravilla de las flores y en su consecuencia el placer de poder comer los frutos, le correspondí sobre el particular y volvióme a contestar e insinuar que si pensaba escribir sobre el tema de los almendros en flor, tenía fotografías suficientes para documentar lo que pudiera decir sobre el tema.

Confieso mi escaso conocimiento sobre esta clase de árboles, o sea los almendros, pero el contemplarlos en flor, es una verdadera delicia para el sentido de la vista.



Lo que si me sorprendió siempre, es que a contrario de lo que sucede con la inmensa mayoría, y yo creo que todos los árboles, el almendro, echa las flores antes que las hojas, que a mi me da la sensación de que las mismas dan protección a las flores. pero sabia es la naturaleza y cuando así sucede, sin duda tiene razón de ser.


Dejando sentado cuanto acabo de decir, y creo es todo lo que puedo y se de los mismos, voy a referirme al título de la entrada, "Recordando un Almendro", y a ello voy.

Como no podía ser de otro modo, sucedía en la  finca de La Calera, donde creo todos sabéis, por lo repetitivo que he sido, y seguiré siendo, relatando mi paso por allí durante los años de mi adolescencia y primera juventud. A no más de doscientos o doscientos cincuenta metros a espaldas del caserío de dicha finca y a no más de un par de metros del camino por donde desde mi pueblo se llegaba a la misma, había un almendro en aquellos tiempos, con un tronco algo mas grueso de lo normal en esa clase de árboles, como también una altura poco común. Como los demás de su clase, solía florecer sobre la segunda quincena de enero, o primera de febrero dependiente de la climatología sobre dichas fechas. Esta floración, que por su tiempo era cuando estábamos en plena faena de la recolección y molturación de la aceituna  y que como he citado antes me encantaba contemplar, cuando por su lado transitaba y se hallaba en ese tiempo, no tenía por menos que perder algunos pasos y hacer una breve parada extasiándome mirando tanta belleza. Pero no era eso todo lo que para mí suponía aquel árbol, si no que luego en el mes de agosto y septiembre, cuando estaba en plena sazón su fruto, que también diré eran unas almendras además de mayor tamaño que las normales, en nada envidiaban su rico sabor, porque de la cosecha del mismo, yo como mínimo el cincuenta por ciento de la misma, solía como suele decirse,  meterme entre pecho y espalda, y raro era el día que después de regresar o antes de irme al trabajo, me pasaba por el mismo y me proveía de  no menos de una docena de ellas. No sé si por ser el almendro que mas próximo al cortijo estaba, por su clase de fruto o por la frondosidad del árbol, para mí era como el Dios de los almendros. De las cosechas de los años de 1941 a 1943, ambas inclusive en que estuve allí, como he citado anteriormente. la mitad de su producción me la comía yo.


El día 14 de agosto de 1,999 después de CINCUENTA Y SEIS AÑOS, que no había vuelto por allí, y que tuvieron a bien el llevarme, y entre mis deseos, uno de los que más me apetecía era volver a ver lo que yo había considerado como mi almendro, sufrí una de las desilusiones mayores que puedan sufrirse, cuando al hallarme ante aquello que fue como he citado anteriormente un árbol frondosísimo, de aquello solo quedaba un troncón de no más de dos o dos y medio metros de altura, todo carcomido, varias filas de hormigas subían y bajaban por aquel cadáver en descomposición, y en sus alrededores se veían esparcidas por el suelo varios trozos de sus ramas resecas, que habrían ido cayendo muertas con el paso de los días. Ni que decir tiene, que los olivos que siempre hubo en las proximidades del almendro, allí estaban todavía, y seguro lo seguiran estando por incluso centenares de años más. Pero aquel almendro, mi almendro, no era ni siquiera un remedo de lo que fue, si no, como creo he dicho, un cadáver que casi ni siquiera podía decirse lo fuera de un almendro, En aquellos momentos comencé a mirarme a mí mismo, y si, se me notaba el paso de aquellos 56 años, pero no me habían llevado a la decrepitez del "MI ALMENDRO".


Nunca hubiere llegado a pensar, que el haber visto así aquella reliquia de almendro, produjera en mi ánimo los efectos que tuvieron. Creo que en aquellos instantes, se me apetecía hasta haber rezado un padrenuestro en su memoria, y perdón por como pueda interpretarse esta expresión.

Hasta la próxima entrada.

8 comentarios:

Carmen dijo...

No me extraña esos sentimientos hacia tu almendro, yo que no soy del campo, todas las mañanas sobre las ocho menos cuarto y cuando me dirigía al trabajo al pasar por los jardines de Picasso, frente a Eroski hay un maravilloso ficus, que sobre todo en invierno que a esa hora aún es de noche e iluminado como está, se ve todavía más bonito, me parecía por unas hendiduras en su tronco que me miraba y siempre que pasaba taconeando ligera (como siempre pa no llegar tarde....ji ji) le decía por lo bajini "Buenos días Sr. Árbol" y así día tras día, hasta que me jubilé, Como paso por allí a menudo a veces me acerco y pienso si recordará a la persona que día tras días de lunes a viernes lo saludaba y se alegraba tanto de verlo. Me ha gustado mucho su entrada Sr. Galán. Bss.

El abuelo de Villaharta dijo...


Querida Carmen, cuánto me complace que tus sentimientos y sensibilidades sean parecidos a los mios, como lo demuestras en este caso y hasta muy bien y sentido comentario.

Rafa dijo...

He de realizar dos apreciaciones:
Primera: las fotos a las que se refería el redactor del presente blog (y que ya se encuentran en la entrada) fueron tomadas la semana pasada en la localidad tinerfeña de Santiago del Teide. De hecho, si miran bien, pueden contemplar la majestuosidad de Nuestro Padre Teide.
Segunda: sintiéndolo mucho, me hallo en la obligación de corregirle, señor redactor. No es que me halle cumpliendo mis obligaciones profesionales en esta isla. Hubiera sido, bajo mi punto de vista, una mejor redacción un "vive o reside en Tenerife"... Lo del trabajo ha sido una excusa para encontrar un pequeño rincón en el mundo en el que sentirme bien...

El abuelo de Villaharta dijo...


Sr. Editor: He de rectificarle la expresión de que el "trabajo ha sido una excusa", entendiendo que no es que haya sido una excusa, si no una "CAUSA", que fue el conseguir su oposición que le brindó la oportunidad de solicitar un destino y que le llevó hasta ese paradisiaco lugar en el que "mora", y disfruta, pero primero ha de "cumplir con las obligaciones" que encomendadas tiene para continuar en Santa Cruz deTenerife, su EDEN particular.

Unknown dijo...

En Villaharta, zona de la Calera, Cortijo del Niño Bonito y los Morros hace unos 10 días aproximadamente ya había almedros florecidos, este invierno es muy anormal en temperaturas, aunque esas zonas son las de las más calientes que posiblemente tenga la sierra de Córdoba, de Puerto Calatraveño hacía el norte cambia mucho, en donde yo resido H. Duque no hay naranjos y muy pocos limoneros, en los morros siempre he conocido naranjos
Un Saludo y sigue escribiendo de nuestra tierra.
Rafael José Pizarro Gavilán

El abuelo de Villaharta dijo...


Hola tocayo Rafael José Pizarro:Por tus apellidos, sin duda eres natural de Villaharta, e hijo de padres tambien villaharteños,y aunque estes residiendo en Hinojosa del Duque, que posiblemente lo será por motivos de trabajo y destino,también conoces todo el entorno de La Calera y Los Morros,distante del Puerto Calatraveño, aunque me extraña que cites lo del "Niño Bonito". que precisamente era mi bisabuelo, tenía un cortijo junto a la carretera de Obejo, conocido por tal nombre, y que sus herederos edificaron otros dos mas,unidos entre sí, porque el denominarlo así, solo lo hacían gentes de mi edad y mayores, y tu debes ser alguna o algunas generaciones posterior a la mía. Doite las gracias por haber entrado en este humilde blog y colocado ese comentario, dando muestra de que también eres conocedor de la Sierra Morena cordobesa. Cuéntame desde ahora, además de como paisano, que eso es inevitable, también como amigo, aunque metidito en años. Un abrazo

Unknown dijo...

Efectivamente soy de Villaharta, y suelo ir una o dos veces por semana mínimo, ya que queda mi padre y mi suegra, de familiares más directos, además de todo el resto de mi familia, tanto de consanguinidad, como política. Mi padre se llama Rafalito apodado "Balico" y mi suegra que posiblemente sea algo familia tuya, ya que le llamas parienta a la Mari Pepa, le llaman en el pueblo la "Mari de José Manuel”, prima hermana de Mari Pepa por padre y madre.
Bueno creo que identificado , el cortijo denominado "El Niño Bonito" es conocido por algúnos de Villaharta y por toda la gente de Obejo, posiblemente era el que menciona anteriormente, se trata de dos cortijos juntos en un llano al lado de la carretera El Vacar-Obejo, uno propiedad de mi suegra anteriormente de los familiares de José Manuel, la madre de mi suegra, Gasolinas, la Graciela, la Isidra, etc , y el otro junto a este de la familia de los "Perinolos" en esa zona-paraje tenían olivos mas familias de Villaharta pero ya solamente le quedan olivos a mi suegra y a la María del Perinolo.
Entonces esos lares descritos en el comentario anterior los conozco por este motivo que aunque los olivos se los tenemos alquilados a unos hermanos vecinos de Obejo los frecuento a menudo.
Le decía que son unos de los terrenos mas calientes de la zona norte de Córdoba, porque soy muy aficionado a la caza del "Perdigón" como se ha llamado siempre en nuestro pueblo y cuando comencé antes de ingresar en nuestro cuerpo y algunas veces después, cuando he venido de vacaciones iba a la "Calera y los Morros" sobre todo en este último lugar no había ni carriles, 30 o 40 minutos andando desde que dejábamos el coche, y era el sitio mejor para cazar el "Perdigón" debido a que esas una zonas son muy calientes y no da el aire del norte. Recuerdo haber ido a cazar a estos parajes sobre todo con mi tio Emeterio, con mi tío Rafalito el de Tomas, Paulino, Juanito el de la Eugenia y alguna vez con su amigo Alfonso Pérez. Todavía sigo cazando esta modalidad de caza, pero solamente en la zona de mi demarcación H. del Duque y Belalcazar y términos colindantes de Cabeza del Buey, Peñalsordo, Monterrubio etc.
Muchas Gracias por contestarme al comentario anterior y ya le seguiré haciendo algún que otro comentario, me gusta bastante lo que escribe.
Bueno dejo de escribir que me he alargado mucho parece esto un atestado-diligencias de los que suelo realizar y tengo que cenar , que esta noche tengo correrías-patrulla. Posiblemente me sea un poco dura ya que vengo de 10 días de Asuntos Propios y estar casi dedicado en exclusiva a cazar “EL Pajaro”
Un Saludo, de tu paisano y compañero
Rafael José Pizarro Gavilán

El abuelo de Villaharta dijo...


Amigo, compañero y paisano. Brevemente, con respecto a,tu familia, mi padre era primo hermano de los hijos de Jose Manmuel, Rafael, Maria,Isidra, Gasolina, Graciela, y José, e iguaalmente de todos hijos de Doval, por tanto Mari Pepa y tu suegra son primas segundas mías.
Tu abuela Guadalupe tenía muy buenas relaciones con mi madre.
Ya veo que pertenerces a la Guardia Civil,y quiero ver que estas de Comandante de Puesto en Hinojosa del Duque, con algún pueblo mas a tu cargo.Yo estuve de Comandante de Puesto en Velez-Málaga, con cinco pueblos más, y en ninguno había Policía Armada, y no me daba tiempo ni a rascarme.Un abrazo y seguro continuaremos en contacto.