miércoles, 4 de junio de 2014

Revoltijo



Como figura en el título dado a la entrada de hoy, ésta se va a convertir en un verdadero revoltijo.

En primer lugar y como quiera que será lo menos interesante para mis queridos lectores, excepción hecha de los míos más próximos, comenzaré por lo que atañe a mí personalmente. 

Tal día como hoy, pero de 1958, aprobaba en Madrid el examen para el ascenso a Cabo de la Guardia Civil. Como he citado anteriormente, supuso para mí la consecución de una de las aspiraciones mas deseadas hasta entonces. Aquel ascenso conseguido al siguiente año, y una vez realizado el curso correspondiente, dio los frutos, incluso superiores a los que hubiera podido soñar. Un telegrama urgente a mi mujer, a mis padres y al Servicio de Información de la Guardia Civil de Málaga donde prestaba mis servicios, fue la manera de informar a quienes debía hacerlo. Hoy lo hubiera hecho empleando otros métodos mas en boga, de los que entonces ni siquiera podían imaginarse.  Ah, y el día anterior, contemplé por vez primera lo que era la televisión. Me extrañó la nitidez de incluso como se veían elevarse las volutas de humo que desprendían los cigarrillos que alguno de los presentes en el plató se estaba fumando. Cinco años después compraba yo el primer televisor. 

Sin que quiera extenderme más sobre este particular y personal acontecer, paso a los siguientes, que creo corresponde al tema que acapara el momento actual.

Como digo y se refiere el párrafo anterior, se trata de la abdicación de S.M. el Rey de España y como veréis, soy muy respetuoso en la cuestión de tratamientos. Pero pongamos cuando menos orden en el detalle de los aconteceres, y lo haré constar según el orden cronológico de haber sucedido. Allá voy.

Aquel 12 de abril de 1931, fecha en la que se celebraban unas elecciones municipales en toda España, sin duda el ambiente debía ser tan extraordinario, que en mí, y que solo contaba seis años de edad, al igual que un primo y un amigo mío, de la misma edad, tenía la curiosidad de ver lo que acontecía en el colegio electoral instalado en mi pueblo y, que lo era por cierto, en el local de la escuela de niños, a la que yo asistía, e invitados mi primo y amigo antes indicados, nos trasladamos hacía allí y que tan pronto estuvimos a la vista de la pareja de la Guardia Civil que se hallaba de servicio, fuimos echados por uno de los guardias, como suele decirse, con cajas destempladas. Hoy comprendo, que el ambiente no era el mas apropiado donde estuvieran tres niños de nuestra edad.

Dos días mas tarde y tras grandes movilizaciones de personas en la inmensa mayoría de pueblos y ciudades de España, se proclamaba la II República Española. También yo viví los ocho años que duró la misma.

Como no es de mi competencia, a la vez que mi propósito de no tratar en este blog cuestiones de política, religión ni fútbol, de lo que, entre los no mis muchos lectores, encontraría diversidad de opiniones al respecto, me abstengo de exponer mi consideración sobre el tema, aunque sin duda lo tenga de ello.

El último periodo de la II República, estuvo sucedido por la Guerra Civil que duró cerca de tres años, y que  exactamente dos años y medio de la misma, la pasé con mi familia en el exilio, por diversos puntos del Valle de los Pedroches, y eso sí, siempre en el campo, excepto la primera semana del  mismo, que lo hicimos en la localidad de Pozoblanco. El cómo la pasamos, aunque fuere a grandes rasgos, se precisarían bastantes folios  para contarla, a la vez que como digo con la segunda república, y que cada uno, como se dice,  "cuenta la feria según le va", también dejo para quién le corresponda o le parezca bien hacerlo, el inicio, desarrollo, y el final de la misma, así como sus causas y  consecuencias.Para aquel exilio yo partí como un niño y volví ya adolescente.

Con la terminación de la guerra civil, se comenzó la etapa del llamado "franquismo" y que este periodo de mas de treinta y seis años, me tocó vivirlo mas de cerca y del que, como el resto de los españoles me hizo formar parte, y precisamente durante ese tiempo, sin duda transcurrió lo mas importante de mí, personalmente, de la familia de quien procedía y de la que, luego yo llegué a formar. En ese largo periodo de mas de treinta y seis años, sin duda llegó a suceder lo mas importante por cuanto a esa familia que llegué a formar, de la que tan orgulloso me siento de así haberlo sido, al punto de que sus consecuencias se han extendido hasta el día de hoy.

Y por último, el motivo que me ha traído hoy a entrar en este batiburrillo de acontecimientos, y que no es otro que esa abdicación del Rey, del que así mismo llevamos vivido cerca de treinta y nueve años, desde su coronación. En este periodo, también para mi vida personal y familiar, ha supuesto una serie de acontecimientos, por suerte la mayoría de feliz acaecimiento, lo que, no por ello, algunos lo hayan sido de lo mas doloroso que darse puedan.

Así, y a bote pronto volviendo la vista hasta el advenimiento de la segunda república, me digo para mí: Cómo es posible que el tiempo haya pasado tan raudo, que incluso me parezca imposible de que yo haya sido testigo de todo ello... Habiendo sido esa la causa de traerlo hoy a colación, y de lo que sí estoy seguro, es que de otro periodo de la duración de los dos señalados anteriormente yo no seré observador de su final.   

Con respecto a lo señalado de no querer hacer comentario alguno por cuanto a mi consideración sobre los particulares expuestos, es lo que ya he dejado dicho, aunque no me importa señalar, es el modo y forma en que el paso de los años nos lleva a pensar y forma de ver la vida, ya que en cualquier tema, cuando somos jóvenes, podemos pensar como pirómanos y cuando se llega a ciertas alturas de la vida, solemos hacerlo como bomberos. El sosiego de todo orden, en las personas, suele traernóslo la acumulación de primaveras, veranos, otoños e inviernos. 

Hasta la próxima entrada.

3 comentarios:

Carmen dijo...

Yo no he conocido la guerra ni la posguerra, comencé la adolescencia en los 60, nunca tuve la sensación de vivir en una dictadura, quizás porque nunca me metí en "líos", siendo aún joven murió Franco y como el Rey nos fue más o menos impuesto, tampoco me siento muy Monárquica, vale todo esto para comentarte que, hubo un tiempo en que me pareció que una República sería lo ideal, quizás para parecernos a Francia, pais al que admiro, pero..... siempre hay un pero, después de que me informara de como fue en realidad la segunda república, ( no tiene para nada que ver la quema de iglesias y conventos) viendo como nos ha ido en la Democracia y perdida la fe en los políticos, creo que lo menos malo para España, teniendo en cuenta como somos los españolitos es la Monarquía, creo que hasta más barata que una República, quizás en un futuro no muy lejano estemos preparados para eso, pero por ahora con políticos que piensen en su bolsa antes que en el bien común, creo que de República na de na. Espero no romper su máxima de no hablar en sus páginas de política, religión ni fútbol ( de toros si?) al ser esto sólo un comentario, diciendo claramente lo que pienso... Je je. Bss.

El abuelo de Villaharta dijo...


Querida Carmen, como la de cualesquiera otra persona,no tengo por menos que respetar tu opinión, pues me siento tan demócrata como el primero, pero como la intención de crear este blog lo fue solo para señalar algunos de los muchos recuerdos que de mi paso por la vida guardo,como digo en la entrada de hoy, mis ideas y sentimientos,que como tal las tengo, no considero este modo para exponerlas, ya que seguro estoy encontraría quienes las tuvieren, unas totalmente a favor y otras de posición contraria.

Carmen dijo...

Eso se llama "Mojarse"..... Ji ji ji.