lunes, 19 de noviembre de 2012

Y sin siquiera de la póliza de tres pesetas...





Si en mi pasada entrada trataba de mi examen para el ingreso en la Guardia Civil, hecho acaecido en aquel lejanísimo 14 de noviembre de 1949, el motivo que me trae a volver a esta de hoy, y aunque ninguna relación guarda ésta con la pasada, no he tenido por menos que sorprenderme al recordar  del cambio experimentado en este caso para la tramitación de cualquier gestión en peticiones ante los organismo oficiales, de cuanto supuso el "papeleo" hasta su total finalización para mi ingreso en el Cuerpo, con el trámite que he realizado no hace mas de diez minutos y que voy a detallar a continuación.

Desde hace algo más de siete años me era prestado el servicio de teleasistencia y financiado por el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) y de lo que me supongo todos los que tengáis la osadía de entrar en este blog, sabéis de que se trata, ya que es una cuestión social extendida por toda España y que alcanza generalmente a los ancianos, viejos, o mayores como queráis llamarnos, que tengan más de sesenta y cinco años (que por cierto a mi me sobran un montón) que vivan solos y tengan algún padecimiento en cuanto a su salud, que quién a esa edad no lo va a tener.

Bueno, pues hace unos cuantos días que he recibido una carta del ISFAS, comunicándome que a partir del día 31 de diciembre próximo quedará extinguido definitivamente este servicio que se me venía prestando, al carecerse de los recursos para tal fin, según se recoge en el Anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013.Y aquí viene el quid del asunto. Resulta que aunque no como pez en el agua, me defiendo en esto de internet, busco el teléfono de los servicios sociales de la Junta de Andalucía en Málaga, y en posesión del mismo, y en no más de cinco minutos todo el trámite para darme de alta en los mismos servicios que atiende la Junta, ha quedado concluso, y ya en espera de que vengan a instalarme los aparatitos necesarios para el fin solicitado, y todo ello como cito en el asunto, sin necesidad de que para ello tenga que elevar la correspondiente instancia, que como solía suceder en aquellas lejanas fechas, había de ir reintegrada con su correspondiente póliza, que en estos casos era de un valor de tres pesetas.

Si cuando yo comencé con la tramitación para proveerme de todos los documentos que me fueron exigidos para el ingreso en la Guardia Civil, tales, como partida de nacimiento, certificado del Registro Central de Penados y Rebeldes, certificado de buena conducta de la Guardia Civil, documentación de haber prestado el servicio militar, hoja de castigos del tiempo servido en el ejército, la instancia dirigida al Excelentísimo Señor Teniente General, Director General de la Guardia Civil, también con su correspondiente póliza, y etc. etc. etc..., me hubieren indicado que sesenta y tres años después, el trámite que yo he realizado esta tarde podía hacerse tal lo he dejado señalado anteriormente y por los medios en que se ha tramitado, me hubiere quedado con una cara de tonto, como si me lo hubieran dicho en chino. Pero sí, así ha sido, y yo tengo la dicha de haber podido ser beneficiario de todo este progreso, en éste y muchísimos mas  casos, del cotidiano vivir de como se hacía en aquella mi lejana juventud, hasta este venturoso y feliz ocaso por el que me hallo atravesando y que Dios quiera lo siga siendo por mucho tiempo, y tal lo es.

Hasta la próxima entrada.
 

2 comentarios:

Rafa dijo...

¡¡La Administración telemática!!

Carmen dijo...

¡Ozu, que gracia me ha hecho esta entrada! te superas en cada "recuerdo", a mi tambien me pilló lo de la poliza, que gracias a ti y a tu nieto me ha refrescado la memoria, es verdad que eso de los trámites por Internet era impensable, cuantas colas nos habriamos ahorrado y cuanto papeleo innecesario, pero.... así eran las cosas, y es que.... cualquier tiempo pasado NO fue mejor, como dicen algunos.... ji ji. Bss.