Hoy cerramos la puerta del mes de agosto de 2012. A los que nos sobran años, da vértigo el contemplar cómo pasan los meses, pero no ya los meses, sino también los años. Pero no se porqué el mes de agosto tiene algo especial que se distingue de la mayoría de los del resto del calendario, excepto para mí, que el mes por excelencia es el de diciembre. Pero vamos a no desviarnos de lo que me ha traído hoy hasta este blog, que como en el título figura se trata del mes de agosto. Además de considerarse el mes más caluroso de todo el año, y esto con respecto a mí, que el calor me agobia mucho más que el frío, mis vivencias durante toda mi vida han transcurrido, en Córdoba, veintidós años; en Sevilla, dos y medio; y en Málaga, más de sesenta y dos; así que por lo que respecta a mis dos primeras residencias, las pasé como suele decirse canutas y por añadidura los más de veinte años en Córdoba, o para mejor decir en Villaharta, trabajando en el campo, que durante el verano todo el cobijo del astro rey, consitía en lo que daba de sí un sombrero de paja, como se decía, aunque la mayoría estaban hechos de palma. Pero por lo que a Málaga respecta, tampoco pueden dejarse atrás esos días de "terral", que abrasa hasta las ideas.
Otra vez se me ha ido el santo al cielo y cuando yo me embalo, no hay quien me pare. Si yo lo que quería tratar es de que el mes de agosto esta considerado el de las vacaciones pero con mucha diferencia con todos los demás. A partir de mañana y como quiero recordar en una de mis entradas antiguas en este blog, sobre este particular, me parece que lo titulé "Cada mochuelo a su olivo", o algo parecido, y esto suele decirse en mi pueblo cuando cada cual debe marcharse a sus ocupaciones o deberes. Y así es. Y claro yo me refiero a mi entorno familiar mas próximo, Ya cada uno está en sus ocupaciones habituales, o solo les queda el próximo sábado y domingo por su coincidencia con los días uno y dos de septiembre. A ellos, les resultará un tanto "cuesta arriba" el volver a coger el ritmo tal como lo requieran sus ocupaciones, pero todo es cuestión de días. Y a mí, ¿qué me espera? Pues a lo que llevo ya más de treinta años, la rutina del paso del día tras día, pasando mis recuerdos mucho más sobre el pasado que por el presente, pero no por ello, dejo de mirar al futuro y nunca falta en ese horizonte algún hecho o evento por el que se tenga también la ilusión de que pronto llegue, y al propio tiempo que regodeándome trayendo al pensamiento el haber tenido cerca de mí, físicamente, a todos los míos, contando los días que faltan para que vuelva a suceder tal cual, y ese volver, con los que aquí se quedan, también que el sentirme cerca de todos no lo relaciono con las distancias que, y valga la redundancia, físicamente pueda separarme de ellos, llenan mis días de una dicha que, Dios lo siga permitiendo, me llevan por esa senda por la que estoy transitando desde hace muchos años, sin la menor contrariedad que traba alguna pueda poner. Aparte de cuanto mi personal tránsito por la vida lo ha sido hasta el día de hoy, de lo máximo que soñar hubiere podido, mas agradecido lo estoy de cuanto lo ha sido por lo que a esos seres míos mas entrañables y próximos lo estan gozando, que vuelvo a dar gracias a Dios, y aquí y sobre todo, lo sigan gozando sin merma alguna. El entregarme a estos recientes sucedidos de las vacaciones, siento cierta esperanza de que la misma vuelva no pasados siquiera muchos meses. Quizá, mirando hacia este pasado tan proximo, se me encoja algo el ánimo, de comprobar de como suele decirse, que pronto pasa lo bueno.
Pido perdón por la reiteración de la presente entrada con la anterior, en los temas de mis familiares, pero cuando los sentimientos se apoderan del pensar, nada hay que pueda sustraerte a vertirlo sobre el papel. Hasta la próxima entrada.
Pido perdón por la reiteración de la presente entrada con la anterior, en los temas de mis familiares, pero cuando los sentimientos se apoderan del pensar, nada hay que pueda sustraerte a vertirlo sobre el papel. Hasta la próxima entrada.