lunes, 23 de julio de 2012

La familia alrededor de la mesa


Hoy se me viene al recuerdo, qué, como y de qué forma se comía en la casi generalidad de los hogares cuando yo  era niño y no tan niño. Concretamente me voy a referir a los años antes de la guerra civil española, y también a mi pueblo. Así, a grandes rasgos,  los principales elementos que componían la mayor parte de la dieta se basaba en el aceite, el pan, los cereales, las hortalizas, frutas del tiempo y una  parte relativamente importante en los productos de la matanza. Ésta, aunque no se hacía en muchos de los hogares de la localidad, sí se encontraban a la venta en los diferentes comercios durante todo el año. 

La única comida del día en que podía hallarse alguna variedad a lo largo del año, era la de mediodía, que en mi pueblo se llamaba merienda, y que podía tratarse de alguna tortilla de patatas, algún que otro torrezno de vez en vez, un guiso de arroz generalmente con bacalao, que esta clase de pescado entonces era comida de pobres, alguna alternancia según la época del año, por ejemplo en el verano el pisto y creo que poco más. El desayuno generalmente los miembros de la familia, excepto el padre o los varones que estaban en edad de ir a trabajar al campo, era el café con leche que solía migarse con pan  y que se le daba preferencia al mas duro que hubiere en la casa. 

Hasta aquí creo que podría considerarse totalmente normal, pero donde viene la sorpresa para las gentes de hoy, estaba en la cena, que cuando menos en el 95% de las casas del pueblo, se comía la "olla", como se le denominaba al cocido. La olla se componía de los garbanzos, eso sí, de una clase de la que hace muchísimos años yo no los he comido tan buenos, aunque tambien influyera con el apetito que se comía, tocino, tocino añejo para que hiciera buen caldo y cuando era posible un trozo de hueso de jamón, y la carne solía asomar en la olla allá creo que no más de cinco o seis veces al cabo del año, alguna que otra patata y creo que ya está. La costumbre de cenar la "olla", se debía que como quiera que los hombres durante su jornada en el campo solían comer a base de fiambre, con esto cuando menos tomaban una comida caliente cada día y lo más fácil, creo que más económico y de mayor alimento como entonces se decía, no era otra cosa que la olla. La cena como era la única comida  en la que se reunía toda la familia era precisamente en la que se hablaba y comentaba, cuando menos en casa de mis padres todo lo concerniente a lo que a cada uno le había sucedido o hecho durante el día. 

De la olla, primero se sacaba el caldo, se le echaban fideos, arroz o en caso contrario a ese caldo se le echaban unas sopas de pan y después de las sopas, se comían los garbanzos y luego el tocino, alguna vez morcilla o en raras ocasiones la carne, la que solo solía comerse en las grandes solemnidades. Y ahora viene, creo que una cuestión que a la mayoría os va a causar sorpresa. Los niños a partir de los tres o cuatro años comían la misma comida que los mayores, y la sorpresa que decía, es que la comida tanto las sopas, como luego los garbanzos se vertían en un solo plato o fuente como se le llamaba y de ahí del mismo plato comíamos todos, desde el niño de los tres o cuatro años hasta el padre,  la madre y el abuelo o abuela si estaba en la casa. Quizá esta forma de comer todos en el mismo plato, hacía que nadie podía descuidarse en el comer si no quería quedarse a medio ayunar y cuando menos entre mis cuatro hermanos y yo, nunca nadie dijo que aquella u otra comida no le gustaba y si así hubiera sido tendría que haberse ido a la cama sin cenar, porque si tengo la certeza de que mi madre jamás le hubiera preparado otra cosa.   Entonces en las casas tanto el mobiliario como los útiles de cocina y demás enseres, estaban limitados a lo imprescindible y en casa de mis padres si como ahora se hace hubieramos querido comer cada uno en un plato distinto, hubiéramos tenido que salir a la calle, o mejor dicho a otra casa. a pedir platos prestados, porque los siete platos pequeños que se hubieren precisado para poderlo hacer los cinco hermanos y mis padres, no los había en la casa. Niños con tres, cuatro o cinco años, los mayores e incluso los ancianos, después de darse un buen lote de sopa, despues garbanzos y después tocino que se repartía proporcionalmente a cada uno en su lado de la fuente a la que correspondía, nádie decía que no lo quería y se le metía entre pecho y espalda. Los más pequeños inmediatamente despues de la cena se íban a la cama y no recuerdo que núnca ninguno de mis hermanos, ni por supuesto yo, tuiviéramos una mala digestión con todo el condumio que de la "olla", nos había servido para la cena. Como citaba anteriormente, la "olla" componían cuando menos trescientas sesenta cenas al año en mi casa y así estoy seguro se hacía extensivo la inmensa mayoría de las gentes de Villaharta. En una próxima entrada trataré de los enseres, mobiliario y útiles de cocina que se tenían en los hogares de los jornaleros y tambien algunas de las conservas que en cada hogar se hacían.   

Hasta la próxima.                                    

1 comentario:

Carmen dijo...

Solo de ver la foto me entra un hambreeeee, eso de la olla no debería ser tan malo como dicen, pues mira como estás de saludable... ji ji, yo creo que era muchiiiisimo mejor que los precocinados que usan ahora, que las chicas de taitantos no cocinan na de na, solo cositas de las que se meten al microondas y listo y ¿sabes lo mejor de todo? lo dices en el título "La familia alrededor de la mesa" eso no tiene precio, que ahora hay muchas vajillas, cristalerías... etc.. pero no hay mucho tiempo para compartir, en fin en el término medio está la virtud ¿verdad? pero me da que antes era un poquito mejor... no sé, no sé. Saluditos: Carmen