Hoy 4 de diciembre celebra la Iglesia la festividad de Santa Bárbara. En dos situaciones diferentes, la festividad de Santa Bárbara era la patrona de la actividad o destino en el que me hallaba inmerso.
Años hace celebré esta fiesta tal como la patrona del oficio que ejercía, allá por 1944, que era la de minero. Pese a que ha sido la actividad, no que no estaba contento en ella, sino que casi llegué a odiarla, sin embargo aquel 4 de diciembre del mencionado año de 1944, en compañía de casi la mayoría del personal jornalero de mi pueblo, que a la sazón trabajábamos en la mina, el que por primera vez, en este caso lo digo por mí, ya que muchos lo hacían desde uno o dos años antes, el contar con un día en el que no se acudía al trabajo y encima percibirías el jornal correspondiente, suponía una novedad, dado que en el trabajo en el campo del que yo procedía al incorporarme como minero, en todo el año se tenía un solo día en el que sin trabajar obtuvieras el estipendio correspondiente a una jornada de trabajo, era motivo mas que suficiente para su celebración.
Dado a que el paro era inexistente en aquellas fechas al ser absorbido por la ocupación en la extracción del mineral, que pese a su provisionalidad, fue constituida la empresa denominada Coto Hullero la Ballesta, por la gran carencia que las consecuencias de la guerra civil española llevaba arrastrando, entre otros del carbón, el aporte de aquellos sueldos, aunque no elevados, si superiores en una proporción importante a los que se percibía en las faenas agrícolas, me recuerda el ambiente casi de euforia que se vivía en la localidad, y es que cuando un pueblo acostumbrado a vivir desde muchos años atrás con las temporalidades de paro que la finalización de las dos o tres campañas que se daban en el campo, suponían la total carencia de ingresos en la inmensa mayoría de los hogares, que arrastraban al endeudamiento de la clase obrera, al punto de supeditar sus ingresos para la próxima etapa de trabajo en pagar las deudas contraídas en su tiempo de carencia de actividad laboral, y así creo se venía sucediendo año tras año, desde sepa Dios cuando. Este caso caso, de la seguridad en el empleo durante todo el año, era lo único que para mí suponía la clase de trabajo a que estaba sometido en el interior de los pozos, y miento, había que agregarle también unas pequeñas cantidades de alimentos de primera necesidad se nos entregaban todas la semanas, previo pago de su importe, que era sin duda incluso de superior valoración al jornal que se percibía, ya que los años cuarenta del pasado siglo, en particular hasta pasada mas de la mitad de la década, fueron los denominados, con toda razón, los años del "HAMBRE". El siguiente año, 1945, igualmente, también fue celebrada en iguales términos que la anterior, dado que aún permanecía laborando en el interior de aquellas "gazaperas", que eran para mí la clase de galerías por donde habíamos de circular o permanecer en el trabajo.
Como todos los mios sabéis, mi trabajo como minero me hubiere permitido no incorporarme al servicio militar, si durante el tiempo que mi Reemplazo, o quinta, como lo llamábamos en el argot popular, hubiera permanecido en dicha actividad, pero no yo, si no la inmensa mayoría de los jóvenes que a ello nos dedicábamos, cuando llegaba la hora de marcharnos al ejército, voluntariamente lo preferíamos, antes que continuar con aquellas, como digo antes casi odiada actividad. Así por tanto cuando en 1946 fue llamado a filas mi Reemplazo, allá que entre otros, yo, decidí incorporarme y hacer "la mili".
Como quiera que una vez incorporado fui destinado al Arma de Artillería, cuya partrona es también Santa Barbara, había cambiado totalmente de actividad, pero no de Patrona. La primera celebración de la de los artilleros, pues da la circunstancia de que todas las armas y cuerpos del ejercito, sus clases de tropa de la inferior categoría se les denomina Soldados, a excepción de los de Artillería que son artilleros, fue tal día como hoy del año de 1946, cuya celebración la recuerdo con gran cariño y los fue, además de totalmente gratis muy superior a las que hice como minero, incluso se nos obsequió con una novillada en la que intervino el entonces famoso matador de toros Pepe Luis Vázquez, que por haber hecho el servicio militar en el Regimiento de Artillería en el que yo fui en principio destinado, se ofreció actuar desinteresadamente, matando dos novillos, que sobre todo con el capote., de lo que era un verdadero maestro y artista, nos deleitó con dos soberbias faenas Al siguiente año, y aunque tampoco estaba destinado en el Regimiento, como me sentía artillero, acudí a la celebración de la patrona Santa Barbara,y que ese segundo año nos faltó la novillada.
Gratos recuerdos de aquella lejana juventud que nunca mas volverá, pero no por ello despotrico de mi situación actual, que siempre como ahora y mejor lo que Dios quiera. Hasta la próxima.
1 comentario:
Otra "casualidad" en nuestra vida, tu celebraste un tiempo Santa Barbara y yo la celebro desde hace mucho tiempo, este sabado justamente fue la última vez que lo hicimos, pues tengo un hermano y un sobrino que no son precisamente mineros, pero... son del gremio, de hecho el himno cuando hay alguna celebración familiar es "Yo soy Minero" de Antonio Molina y hasta los más chiquitines cantan "soy mineroooooo", tu pudiste "escaparte" de esa profesión, mientras que en mi familia es una vocación, pero se trata de celebrar a Santa Barbara y por distintos motivos los dos lo hemos hecho ji ji,Un saludo: Carmen
Publicar un comentario