Todos los míos saben que en el mes de Febrero, y aún más, en el de Abril, es cuando se han sucedido los casos más relevantes en cuanto a mi entorno personal y familiar más próximo. Al final de esta mi nueva entrada trataré de enumerar los casos más destacables. Por el momento voy a comenzar por el que mas me llega en el recuerdo al fondo del alma.
Hoy 1º de Abril se cumplen 54 años de mi matrimonio. Cuántas expectativas, ilusiones y esperanzas vagaban por mi mente aquel venturoso día. Sin duda era uno de los más esperados y soñados de todas mi existencia. Quizá por la inmensidad de la ilusión y esperanza puesta en el acontecimiento, hoy, me parece recordar que aquel día, mis sentimientos se hallaban un tanto aturdidos y mis actos se movían a impulsos, no de mi voluntad, si no por la propia inercia de la vida. Mi particular existencia, si tuviera que dividirla en compartimentos de los hechos acaecidos durante la misma, el primero de abril de mil novecientos cincuenta y seis, establecería el antes y el después de toda ella. Luego dentro de ese antes y después estarían los acontecimientos mas importantes o destacables que componían ambas partes.
Sin duda y por encima de todo, aún de lo soñado en aquella fecha, ha sido la consecuencia de todo lo que supuso aquella unión, LA DESCENDENCIA. Su valoración no es posible. La familia y todo el sentimiento que la rodea, no es comparable a nada de cuánto existe en la vida. El feliz discurrir de todo ello es inenarrable. La dicha que supuso mi matrimonio mientras lo fue como tal, sólo se aproxima en su valoración, una vez se ha perdido. El discurrir de cada día, te aparta de esa sensación, y como suele decirse, "los árboles no te dejan ver el bosque". Por tanto vaya mi recuerdo y gratitud hasta aquel 1º de abril de 1956, por todo cuanto me dio. A mi mujer, hoy Jueves Santo y como buena Toledo que era, sin duda estará contemplando las procesiones de su Málaga desde alguna de las balconadas de la GLORIA.
Como prometí al principio, allá van los hechos mas destacables que a mí o a mi entorno le sucedieron durante un mes de abril. Cronológicamente, éstos fueron. Día 27 de abril de 1925, mi nacimiento. Día 12 de abril de 1939, el regreso a mi pueblo después de dos años y medio de exilio en distintos pueblos del valle de los Pedroches, durante la guerra civil española. Día 6 de abril de 1946, mi marcha a la "mili". Día 1º abril de 1950, a partir de cuya fecha comencé a pertenecer a la Guardia Civil. Día 1º de abril de 1956, como ya he citado la fecha de mi matrimonio. Día 3 de abril de 1958, nacimiento de mi segundo hijo. Día 10 de abril de 1971, fallecimiento de la madre de mi mujer, mi suegra por tanto. Día 3 de abril de 1982, casamiento de mi hijo José Carlos. Día 5 de abril de 1986, la boda mi hijo Rafa. Día 20 de abril de 1994, fallecimiento de mi madre y 10 de abril de 1997, nacimiento de mi último nieto, Pepillo. Tal vez, a lo mejor, Dios me tenga reservado otro día del mes de Abril para otro acontecimiento destacable en mi propia persona. A lo mejor alguien ha podido pensar en cuál podría ser semejante acontecimiento.
Hoy 1º de Abril se cumplen 54 años de mi matrimonio. Cuántas expectativas, ilusiones y esperanzas vagaban por mi mente aquel venturoso día. Sin duda era uno de los más esperados y soñados de todas mi existencia. Quizá por la inmensidad de la ilusión y esperanza puesta en el acontecimiento, hoy, me parece recordar que aquel día, mis sentimientos se hallaban un tanto aturdidos y mis actos se movían a impulsos, no de mi voluntad, si no por la propia inercia de la vida. Mi particular existencia, si tuviera que dividirla en compartimentos de los hechos acaecidos durante la misma, el primero de abril de mil novecientos cincuenta y seis, establecería el antes y el después de toda ella. Luego dentro de ese antes y después estarían los acontecimientos mas importantes o destacables que componían ambas partes.
Sin duda y por encima de todo, aún de lo soñado en aquella fecha, ha sido la consecuencia de todo lo que supuso aquella unión, LA DESCENDENCIA. Su valoración no es posible. La familia y todo el sentimiento que la rodea, no es comparable a nada de cuánto existe en la vida. El feliz discurrir de todo ello es inenarrable. La dicha que supuso mi matrimonio mientras lo fue como tal, sólo se aproxima en su valoración, una vez se ha perdido. El discurrir de cada día, te aparta de esa sensación, y como suele decirse, "los árboles no te dejan ver el bosque". Por tanto vaya mi recuerdo y gratitud hasta aquel 1º de abril de 1956, por todo cuanto me dio. A mi mujer, hoy Jueves Santo y como buena Toledo que era, sin duda estará contemplando las procesiones de su Málaga desde alguna de las balconadas de la GLORIA.
Como prometí al principio, allá van los hechos mas destacables que a mí o a mi entorno le sucedieron durante un mes de abril. Cronológicamente, éstos fueron. Día 27 de abril de 1925, mi nacimiento. Día 12 de abril de 1939, el regreso a mi pueblo después de dos años y medio de exilio en distintos pueblos del valle de los Pedroches, durante la guerra civil española. Día 6 de abril de 1946, mi marcha a la "mili". Día 1º abril de 1950, a partir de cuya fecha comencé a pertenecer a la Guardia Civil. Día 1º de abril de 1956, como ya he citado la fecha de mi matrimonio. Día 3 de abril de 1958, nacimiento de mi segundo hijo. Día 10 de abril de 1971, fallecimiento de la madre de mi mujer, mi suegra por tanto. Día 3 de abril de 1982, casamiento de mi hijo José Carlos. Día 5 de abril de 1986, la boda mi hijo Rafa. Día 20 de abril de 1994, fallecimiento de mi madre y 10 de abril de 1997, nacimiento de mi último nieto, Pepillo. Tal vez, a lo mejor, Dios me tenga reservado otro día del mes de Abril para otro acontecimiento destacable en mi propia persona. A lo mejor alguien ha podido pensar en cuál podría ser semejante acontecimiento.
1 comentario:
Todavia te quedan por ver algunas bodas de tus nietos; esperemos que lo hagan en abril y hasta esperemos que algún biznieto nazca en este mes.
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