Hoy 12 de octubre, y que desde que era un adolescente solía celebrar la fiesta, primero como solía llamársele, aparte de otras, la "Fiesta de la Raza" pero luego, y a lo largo desde que ingresé en la Guardía Civil, incluso después de retirado, lo fue y asi lo sigue siendo, el "Día de la Patrona", como en el Cuerpo suele llamársele. Serían con la de hoy, 68 Patronas pasadas desde aquella primera y lejanísima.
Aunque tan numerosas lo han sido, quiero hacer referencia a las que considero que por algún motivo se hacen acreedoras a ello.
Aunque tan numerosas lo han sido, quiero hacer referencia a las que considero que por algún motivo se hacen acreedoras a ello.
La primera que celebramos estando ya en activo, fue en Torrelasal, que como la mayoría de los pocos que lean esta entrada, saben estábamos aislados de cualquiera edificación y por tanto ninguna vecindad próxima, concretamente la del año 1950. Recuerdo compramos un chivo, vino y alguna que otra bebida, dado a que la celebración lo fue por todos los residentes del cuartel, que además de la fuerza, también las mujeres y niños. Entre todos creo pudimos estar unas 25 personas mas o menos. Número bastante reducido, pero celebrado con la ilusión y el cariño que como digo, aquello éramos una gran familia. Ésta tiene la importancia de ser la primera.
La siguiente o sea la de 1951, la pasé en La Rábita, pueblo de la costa granadina, donde vivía la novia que tenía, y como en la revista del mes de octubre pasé destinado de Torrelasal al puesto de Aduana aqui en Málaga, como salí de allí el día 9 y tenía diez días para incorporarme, el día once y aunque no tenía permiso para ello, me trasladé a dicha localidad a pasar el día con ella, y al siguiente regresé. Esa fue una de las dos que pasé fuera de esta Capital.
La de 1953, la segunda pasada aquí, en el baile que se celebró aquel año en el entonces cuartel denominado de Segalerva, por estar sito en dicha barriada, estuve bailando con la que ya era mi única novia, y en una foto que espero coloque en su lugar mi eficiente editor aparezco, con gafas oscuras por recordar tenía un ojo malo. La otra pareja de baile que también figura en la misma, esta formada por su novia Maruja, y mi compañero José Becerra Guerra, con el que años después, en abril de 1956, formé "pareja" dando servicio al yate del Príncipe Rainiero de Mónaco con su reciente esposa, y que estuvo de visita en Málaga en viaje de novios. Mi amigo Becerra y yo, fuimos elegidos para dicho servicio, y perdón si pueda parecer soy un tanto vanidoso, por considerar el Teniente de servicio éramos los de mejor presencia. Pocos años después se licenció por irse a trabajar en un banco. Falleció hace seguro más de cuarenta años.
La de 1970 la pase fuera de esta capital y que hube de hacerlo en la localidad de Vélez-Málaga de esta provincia donde estaba destinado como Comandante de Puesto. Fue una también de las más entrañables. El Capitán Miguel Sánchez Pérez, tan buen capitán como persona, y como tal fue la celebración de aquella Patrona que casi todo corrió a su cargo. Me refiero a la organización.
De aquí doy un salto de solo dos años, dado a que las pasadas no tuviera ningún motivo especial para señalarlas, salvo que en ellas y alguna anterior, mi hijo mayor se llevó el premio de ser el de haber obtenido las mejores notas de sus estudios del bachillerato, y paso a la celebrada en 1972 en que me fue concedida por el Director General del Cuerpo e impuesta en dicha celebración por el Gobernador Militar de la Plaza, la Cruz del Mérito Militar, por la resolución de importantes servicios, cuando con la graduación de Sargento, estaba destinado en el Servicio de Información de la Comandancia de Málaga.
Doy un pequeño salto y paso a la de 1976, en la que confieso fue en la que tanto mi mujer como yo, nos sentimos los mas orgullosos que asistían al acto, que íbamos acompañados por mi dos hijos y su hermana. Mis dos hijos lucían sus uniformes de Cadetes de la Academia General Militar de Zaragoza donde cursaban el segundo y primer curso de su carrera. Mi hijo mayor lucía en su uniforme los galones de Sargento, cuyos galones quiero recordar se concedían a los seis Cadetes con mejor notas de toda la Academia.
Las cuatro siguientes pasadas en activo, no recuerdo de haber tenido motivo o causa alguna que merezca mención especial.
Las treinta y cuatro pasadas ya retirado, mientras mi mujer estuvo en este mundo creo pasaron muy pocas en las que no asistiéramos por lo menos a la misa y parte de sus actos. Desde su fallecimiento, en algunas fui bien solo o acompañado de algún antiguo compañero, sin nada que señalar de extraordinaria.
Y la del pasado año de 2016, que asistí acompañado por mi entrañable amiga Carmen, ha sido sin duda las más emotiva de todas las sucedidas desde mi retiro, a la que que fuimos invitados a la cena celebrada la noche anterior, y en los actos después de la misa el día de la Patrona, me fue entregada por la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores, "la Expiración" como suele llamársele, una placa en consideración de ser el Suboficial de mayor edad de los residentes en esta Capital.
En total, sesenta y seis Patronas son las que año tras año se han ido sucediendo desde aquel lejanísimo año de 1950, ingresé en el Cuerpo. Con la de hoy, hace una más.
La de hoy, dentro de unos momentos voy a prepararme para asistir como mínimo a la celebración de la misa, que comenzará a las 12 horas. Lo que haga después, la circunstancias lo dirán.
Hasta la próxima entrada, que seguro no lo será tan próxima de la de hoy con la anterior, que han pasado solo tres días.
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