martes, 4 de marzo de 2014

El portalibros escolar



Esta mañana observando la bajada de unos niños del autobús escolar que los transportaba, no tuve mas remedio que aceptar que yo vengo de otras épocas. Cada uno de ellos llevaba su correspondiente mochila donde transportarían sus libros y material para utilizar en el colegio.

Cuando yo contaba la edad que estos niños aparentaban,entre los siete u ocho años, lo que hoy, y a lo mejor entonces también, se le llama mochila, en aquellas fechas solo eran utilizados generalmente por pastores, porqueros y cabreros, y que todos eran fabricados de cuero y se les denominaban "zurrones", donde llevaban su comida y alguna que otra cosa también. Pero cuando íbamos a la escuela, que nunca decíamos colegio, eso era demasiado fino,  utilizábamos lo que llamábamos "portalibros". 

Estaban hechos por dos tapas de madera, el plástico no se había descubierto aún. Luego dos correas de cuero, con una hebilla en  uno de sus extremos, colocadas a cierta distancia de los bordes  laterales y pasando por una especie de pasadores que también de cuero, dos en cada lado y cerca de los bordes superior e inferior de cada una de las tapas. Estas correas en la parte superior del portalibros se pasaban por unas aberturas de un asa metálica que servía para  coger y transportarlo. Esas correas permitían transportar tanto material como las mismas dieran de sí y que generalmente era lo suficientemente largas, para llevar unos cuantos libros u otros utensilios, aunque en no pocas ocasiones, cuando se llevaban bastantes libros, el asa metálica quedaba señalada en las tiernas manos de sus transportadores. 

Para darle un poco de prestancia al "portalibros", solíamos colocarle varias "calcomanías" de diferentes colores. En la parte superior del portalibros y entre las correas que lo cerraban y el borde de los libros, colocábamos los "mangos" o palilleros con sus correspondientes plumines, nosotros los llamábamos "plumas", que después en la escuela y mojadas en la tinta que preparaba el maestro a base de polvos y agua y que luego vertía en los tinteros de plomo que había en los pupitres. De las muchas clases de plumas que había, generalmente solíamos utilizar las llamadas de  "pico pato", "pico pájaro" y de "corona".

Todo cuanto expongo anteriormente, se refiere por supuesto a niños, pues entonces la separación de sexos en las escuelas era rigurosa. 

Esta mañana, cuando veía que del autobús bajaban lo mismo niños que niñas, pensaba: Si a estas niñas les entregaran un "bastidor", que era una de las cosas que forzosamente habían de llevar las de mis tiempos a la escuela, quedarían extrañadas y se preguntarían:  "¿Esto que es y para que sirve?"

Pues son cosas de la vida que nos tocó vivir de hace ya cuando menos ochenta años. Así eran las cosas, y entonces por desgracía quienes vivían lejos de la escuela y querían asistir a la misma, habían de llegar hasta ella, andando por supuesto, como lo hacían algunos de los que íban a la mía y cuando yo lo hacia, varios de ellos a unos dos kilómetros de distancia, pero había dos hermanos, que tenían que recorrer unos cinco kilómetros aproximadamente, y muy mal día debía de hacer para su no asistencia a la misma. A los hermanos "Mansilla", que así se apellidaban, deberían tener levantanda en las inmediaciones del pilar de "Fuente buena", como se conocía el cortijo donde habitaban, una escultura de mármol y para determinar las fechas en que se hicieron merecedores a ello, con un portalibros en la mano.

Hasta la próxima entrada.        

1 comentario:

Carmen dijo...

Gracias a la foto que ha puesto tu Editor he visto claramente a lo que te refieres en tu explicación del portalibros pues no tenía ni idea, en mis tiempos se llevaba una maleta y sólo la Enciclopedia Álvarez, hasta el bachillerato no se llevaban varios libros, pero nunca como ahora que cuando veo como van mis nietos con una carga tremenda, pienso que no será nada bueno para la columna, ya están en una edad en que no quieren llevar las que tienen ruedas que al menos les ayuda con el peso, pero no los convences, sino lo llevan los demás niños, ellos tampoco, no se que arreglo puede tener eso, seguro que piensas que no será para tanto, pero en verdad son un montón de kilos. Es cierto que hay un mundo entre " nuestros tiempos" y la actualidad. Bss.