domingo, 17 de marzo de 2013

El día de mi sorteo



Tal día, hoy hace sesenta y siete años, se verificaba en España el sorteo del Reemplazo de 1946, o sea mi quinta. 

Al recuerdo se me ha venido la francachela de aquel ya lejano domingo 17 de Marzo, que también en mil novecientos cuarenta y seis coincidían los días de la semana con el presente año,  con motivo de uno de los días de quintos que tanto se celebraba en los pueblos. Nos comimos un chivo bastante grande, incluso para unos dieciocho o veinte quintos que nos juntamos, vino, no faltó tampoco, y hasta una vaquilla que además de embestir bastante, tenía más mala leche que un perro chico, pero, y ya creo lo hice constar en una entrada años atrás en este blog, yo mientras la vaquilla estuvo en nuestras inmediaciones, me lo pase subido en un árbol, y es que el arte de Cúchares no se ha ha hecho para mí.  Pues aquel día de quintos que comenzó sobre las once de la mañana, a muchos de los mismos, entre ellos, yo, nos amaneció el siguiente día por las calles de Villaharta, más que nada sin dejar dormir plácidamente a la vecindad. Pero a los pobres quintos todo se le perdonaba. 

El título dado a la entrada, como los es "el día de mi sorteo", es que una de las coplas del repertorio de los quintos desde hacía muchísimos años, decía así:
    
           El día de mi sorteo,
           estabas en la ventana, 
           y al oír mi mala suerte,
           te caíste desmayada.
   
  Y luego le seguía el estribillo,

            No me llores niña,  
            no me llores, no, 
            porque si tu lloras.
            también lloro yo, 
            también lloro yo,
            también lloro yo, 
            no me llores niña,
            no me llores no

De aquellos 18 o 20 quintos que lo fuimos aquel "46", siete u ocho fuimos, entre ellos yo, destinados a Sevilla. Y luego claro entre copla y copla, cada uno lanzábamos vivas al punto donde habíamos sido destinados. 

Desde tiempo inmemorial, hasta muchos años después de mi quinta, la marcha a la "mili", señalaba para los hombres un antes y un después en la vida de los mismos. En torno a la mili, y como reza un dicho popular, "cada uno cuenta la feria según le ha ido" y en cuanto a mí,  y todos cuantos me conocéis lo sabéis bien, y para los que no me conozcan, se lo digo ahora, fue la mejor vida que hasta entonces había pasado, guardando de ello felicísimos recuerdos y donde hice entrañables amigos. Claro, que no todos tuvieron la suerte que yo tuve de ir de mecanógrafo a Capitanía General, y que creo me jugué el tipo, al solicitar una vacante de tal mecanógrafo cuando ni siquiera había tocado una máquina de escribir en la vida. En muchas ocasiones he relatado tal peripecia, y todo se lo debo a un Capitán que, mas que un militar o un hombre, para mí fue, podría decir "un santo".

Bueno y como despedida de esta mi entrada de hoy, de aquellos dieciocho o veinte quintos que hoy se han cumplido 67 años de la gran "comilona" celebrada, que yo sepa, solo quedamos tres, y es que el tiempo no respeta ni a los "Quintos del 46". Un cariñoso y sentido recuerdo a los que nos dejaron y un afectuoso saludo a los que quedamos, que además de el que suscribe, también lo está mi entrañable amigo Alfonso Pérez, y el que conocíamos por "La Alsina" que creo se llama José García Zarcero, también gran amigo, y perdón si no he dado en el clavo de su nombre y apellidos.
     
 Hasta la próxima entrada.

1 comentario:

Carmen dijo...

¡¡¡Vaya un memorión que tienes!!! recuerdas el dia exacto, la comilona, las canciones.... es increible, teniendo en cuenta los años que han pasado. Debe ser una pena ver ir desfilando tantos amigos, que solo quedeis tres, pero así es la vida y eres un privilegiado por poder contarlo con esa lucidez que te caracteriza ji ji. Bss.