lunes, 9 de enero de 2012

Recuerdo que destroza el alma



Me parece mentira, pero hace quince años. Hoy 9 de enero se cumplen quince años en que mi mujer salió de esta su casa para no volver jamás a ella. Aquella mañana del 9 de enero de 1997, y también a las nueve horas, salíamos para el Hospital Parque de San Antonio. La situación física en que se encontraba élla, me hacía a mí tener el presentimiento de que nunca más volvería aquí. Veinticinco días después tomaría el definitivo camino hacía la eternidad. En esta casa, donde ella reinó durante más de cuarenta años, dejó esa forma de ser y sentir tanto en cuanto como esposa y aún si cabe todavía más, como madre. Tan profundamente caló en el sentir de sus hijos, como en mí como marido, su bien hacer, que por mucho tiempo que dediquemos en agradecerle todo cuanto supo dejar sobre todos, faltarían muchísimos años más, para medianamente poder devolverle todo a lo que se hizo acreedora.

A medida que los años pasan, por cuanto a mí respecta, mas se acentúa ese agradecimiento por los muchos años de felicidad y, en que juntos, creamos una familia de la que, posteriormente se formaron otras y de lo que tan orgullosos nos sentimos. Para TI, y desde donde estés, he de decirte, que al día de hoy continúan su caminar por la vida, por la misma senda, o quizá mas si pudiera ser, de lo que sin duda mucho debieron copiar de su madre. Gózalas desde ese lugar privilegiado en que seguro te hallas por tus merecimientos en esta vida. Mi agradecimiento a tu recuerdo, sigue siendo cuestión inolvidable.


Gloria, tu nombre fue fiel reflejo de como eras, y como tu proceder. Hasta siempre.

1 comentario:

Carmen dijo...

Deberias recordar que gracias a ti ella fue una mujer FELIZ y por mucho que uno se rebele, las cosas son como son y no tienen remedio, aunque se nos destroce el alma con los recuerdos, no hay solución así que mira hacia adelante con optimismo y con alegría por tu entorno familiar de lo que tenemos que darle gracias a Dios diariamente, aunque a veces haga cosas que no comprendemos ¿verdad?, Un saludo: Carmen