jueves, 16 de julio de 2015

Festividad de la Virgen del Carmen en 1950


 Virgen del Carmen a su salida de la Iglesia de la Concepción
Santa Cruz de Tenerife (16-julio-2015)

¿Es que tuvo algo especial aquella festividad de hace hoy sesenta y cinco años ? No y sí. Y no es una contrariedad ese no y ese sí.


Comenzaré por esa negación que es lo primero que cito. Y digo no, porque que yo sepa, ni la Iglesia, ni ciudad alguna de España, por lo menos hubiere motivo para solemnizar, aún más, la festividad de la Virgen del Carmen. Pero al propio tiempo, también digo sí, por lo que a mi particularmente se refiere. Y aunque pueda parecer que peco de engreído o presuntuoso, asumiendo en beneficio propio la festividad del día, creo que no es eso, o para mejor decir la festividad de la Santísima Virgen del Carmen, si no ciñéndome concretamente al día 16 de julio de 1950. Y aquí, tal vez si se me pueda tachar de algo de lo que anteriormente he citado, pero si alguien considera que eso pueda ser, pido perdón por ello, y por añadidura al tratarse de la importancia que tal día lo haya elegido para motivar una entrada en este blog, siendo la causa tan simple, para el resto de los mortales, lo que me ha llevado a ello. Y los que tengáis la curiosidad u osadía de entrar a leerla, posiblemente, cuando menos, os resbale el que hoy lo haya sacado a colación.


Virgen del Carmen en Calle La Marina
Santa Cruz de Tenerife (16-julio-2015)



Pero bueno, que parece que no me atrevo a mencionar el motivo del porqué de esta entrada, y que, con toda razón es natural que lo penseís cuando realmente lo exponga, y sin mas disquisiciones, allá va...


Tal día como hoy de hace 65 años, y  creo que aproximadamente a esta hora de las siete y media de la tarde, llegaba a mi pueblo y me presentaba ante mis padres, luciendo mi honroso uniforme de Guardia Civil. No me extraña os haya producido una sonrisa al exponer un hecho tan simple y habiendo estado dándole todo bombo que le estoy dando. Y aquí, si pido perdón por que, no es la importancia que  el hecho en sí tenga, pero puedo asegurar, que la ilusión y a la vez lo que a lo largo de estos sesenta y cinco años transcurridos, ese mero hecho tan simple de ser un humilde Guardia Civil, me llevó a gozar de toda esta larga vida pasada, a sentirme tan gratificado por todo cuanto ello y su consecuencia me ha dado, que hoy, aquel insignificante uniforme que por vez primera me veían lucir mis progenitores y a los que le producía tanta o más ilusión que a mi, sin duda, y sin poder ni soñar siquiera lo que llegó a suponer, aquel simple acto y motivo digo, no lo cambiaría por el mas alto título o dignidad que me hubieran podido ofrecer. Y es que no es lo que se recibe, si no como se recibe y acomoda al ser a quien le llega, lo que le hace a ese ser, el disfrute o el rechazo según a su forma y modo lo administre.


Bueno que parece, según yo le estoy dando trascendencia a aquel lejanísimo 16 de julio de 1950, debía figurar en los calendarios españoles como fiesta nacional por tal circunstancia, pero no en los calendarios, pero si en mis sentimientos está calificado como uno de los principales hitos en todo mi devenir por la vida. Y como he citado antes, por nada de lo que en este mundo exista admitiría la transacción por la consecuencia que hasta hoy me ha estado proporcionando y espero así siga.



Hasta la próxima, que procuraré no aparentar tanta grandeza a tan simple hecho. Pero a veces, los sentimientos no pueden moldearse a lo que pueda parecer mas proporcional, si no hay que dejarlos salir tal se han forjado en nuestro sentir.

3 comentarios:

Carmen dijo...

Supongo el orgullo que seria para tus padres verte de uniforme y para ti lograr una de tus metas en la vida. Qué casualidad que fuese el día del Carmen, seguro que Ella ha tenido algo que ver en que tu vida haya sido tan feliz, en lo profesional y sobre todo en lo personal. Me alegro mucho de que hayas decidido continuar con tus " Recuerdos". Bss.

El abuelo de Villaharta dijo...



Ella y Tu.

Daniel Torres dijo...

"No es lo que se recibe sino cómo se recibe". Y cuántas veces, no es lo que se escribe sino cómo se escribe. Gracias, Rafael, por seguir escribiendo y por hacerlo como solo tú sabes. Qué toque. Qué delicia.