sábado, 11 de enero de 2014

¡Cómo es posible que los Reyes Magos se equivoquen!

La culpa de que no haya hecho acto de presencia en el blog, la tiene lo que da título a esta entrada. 

Resulta que días antes de la festividad de los Reyes Magos, repasando mis recuerdos me topé con una fotografía tomada, creo en el mes de abril de 1959, en la que yo participaba en la clase de equitación cuando estaba realizando el curso de ascenso a Cabo de la Guardia Civil. Se la envié, por correo electrónico, quien me lo hubiere dicho entonces, a los míos, con el fin de que vieran que yo también fui joven.



Como quiera que la  llegada de los Reyes Magos de Oriente estaba cercana, e incluso yo ya había mandado mi carta de petición de regalos, y creyéndome de que mi comportamiento a lo largo de todo el año había sido ejemplar,  no tuve otra cosa que hacer, que volver a mandarles otra carta, acompañándoles la fotografía de marras, pidiéndoles que me trajeran un caballo como el de la foto, y a la vez me quitaran cincuenta y cinco años de lo que  tengo, a fin de que hicieran juego caballo y jinete, que si no me concedían lo último peticionado, me sucedería como decía Cervantes, que "el montar a caballo, a unos hace caballeros y a otros caballerizos", y claro yo me vería implicado en el último de los casos citados por el autor del Quijote. La verdad es que esperaba con impaciencia mi última petición a los Magos de Oriente, con la añadidura de creerme merecedor de ello, y no sé si por castigo, al excederme en mis pretensiones, o por equivocación, que no lo creo, se han entretenido en mandarme "un gripazo", del que todavía no he podido levantar cabeza, aunque hoy, ya he tenido la valentía de lanzarme a exponer mi protesta y como creo que esto ya no les llegará, espero no me hagan perder todo lo ganado a estas horas en la lucha con la mencionada gripe, que tengo la seguridad de que me la han mandado de las mas malas que llevaban a bordo de sus carrozas.

Bueno y volviendo a tomar las cosas con seriedad, aunque lo de la gripe no ha sido "moco de pavo", como suele decirse, el éxito que la misma ha tenido entre los míos, que creo pensarían de que yo siempre he sido viejo, o incluso que ya nací viejo,  el caso es que mi editor al recibir la fotografía que citaba al principio, y dando prueba de su entrega y profesionalidad en la materia, me sugirió que la tan repetida foto, pensaba era merecedora de una entrada en este blog, lo que con esa venilla de satisfacción que a los "mayores" nos produce una pequeña loa a nuestro pasado, aunque sea lejano, así que tan pronto mis fuerzas y ganas me lo han permitido, aquí está su indicación, que para mí es una orden. Ahora espero que él, encabece esta entrada con el documento del caballo y jinete que motivado han, esta entrada, a fin de que cuando menos pueda yo justificarla, y no vaya a pensarse que ha sido una inveción mía para salir del paso a esta sequía blogera, que el regalo de los Reyes me ha ocasionado.

Hago constar que en el momento de hacerme la foto, me faltaban diez años, para tener la mitad de los que tengo ahora, así que nadie se extrañe que me haya dado el avenate de hacer mi segunda petición, y añadiré, que de la primera que hice,  he sido mas que debidamente premiado, habíéndome llegado el último de los regalos en la tarde de hoy, y que como lo habían dejado en la urbanización de Guadalmar, no me había sido posible ir a recogerlo y hoy me lo han traído.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

Carmen dijo...

Espero que además del gripazo te hayan dejado más regalitos, en cuanto a lo de los años déjalos como están no vaya a ser que te quiten algunos de los que llevas disfrutados que son unos pocos y que te dejen como estas, que es bastante bien, aunque tu no quieres que te pase na de naaaaaa. Hasta la próxima en la que espero que ya estés totalmente bien. Bss.

Rafa dijo...

Siento la demora en la colocación de la foto de aquesta entrada...