domingo, 23 de septiembre de 2012

El deshollinador


Quienes tengan la osadía de entrar en este blog después de seis días de sequía blogera, se preguntaran al leer el titulo puesto a la misma: "¿Pero que es eso de "deshollinador?"

Pues, es una profesión que los jóvenes y también los no tan jóvenes, no tendrán ni la más remota idea de que existiera, o hubiere existido nunca, y por lo visto, aún cuando menos en Málaga, existe alguna que otra empresa que se dedica, entre otros, a ese menester de deshollinador. Esto lo digo, porque precisamnente lo he consultado en ese medio del que en mi juventud nunca podiámos siquiera imaginar llegara a existir, como es Wikipedia.

Desde que tengo uso de razón y allá en mi pueblo, hasta que por razones de buscarme la vida fuera de allí me marché del mismo, era frecuente observar salir unas grandes llamaradas de la chimenea de alguna de las casas del pueblo, y que producían una humareda de un color negrísimo. Y claro, como en Villaharta nos conocíamos todos y sabíamos cada cual donde vivivía, con solo el mirar hacia el punto de donde se veían las llamas y el humo, surgía de momento el acertado veredicto: "la chimenea de la casa de fulanito o menganita, que está ardiendo". Y os preguntaréis a su vez, eso como consecuencia de qué. Pues todo ello no obedecía a otra causa que el humo de la lumbre o candela que durante muchas horas del día estaba encendida en aquellas fechas en todos los hogares de la localidad, el humo que ese fuego producía, iba dejando sobre las paredes de la propia chimena una materia grasa y de un color negrísimo, a lo que se conocía, y se sigue conociendo, con el nombre de hollín, que cuando llegaba a cierta cantidad, cualquier chispa que saltaba del fuego prendía sobre el mismo, y se ocasionaban esas grandes llamaradas y también desprendia aquellas humaredas de color tan negro. Y vuelvo a suponer nuevamente, que podréis preguntaros otra vez: "¿y eso no podía evitarse limpiando de hollín las chimeneas?". Pues sí, pero parece venirme al recuerdo algunos comentarios que, generalmente las mujeres, que eran las "amas, y también las reinas, de la casa" solían hacerse, y era eso de que "es peor el remedio que la enfermedad", y perdonarme la frecuencia de los entrecomillados. Pues, en alguna que otra ocasión, pude presenciar la limpieza de una chimenea y el polvo negrísimo que ello producía, llenaba toda la casa, al punto de que había que proceder a quitar los efectos de toda la parte en que hubieran llegado aquellas polvaredas del hollín, lo que resultaba de más trabajo, y a la vez costoso, que el dejar que el fuego procediera a eliminarlo, y que no recuerdo que en ninguna ocasión, el fuego de una chimenea se extendiera a otros compartimentos de la casa o de las colindantes. Y eso sí, aunque aquellas humaredas contaminaran un tanto  el ambiente, eran tan pocas las cuestiones contaminantes de aquella época, que en nada, ni los mas exigentes defensores del medio ambiente de hoy, hubieran tenido motivo para protestar.

Vaya, que después de tantos días, haya sido tan negra la materia tratada en esta nueva entrada...

Prometo que otro día será mas interesante y de color mas alegre. Hasta la próxima.

1 comentario:

Carmen dijo...

Pues sería todo un espectáculo ver una chimenea ardiendo y seguro que algo de miedo pasarían los de la casa afectada, aunque luego como tu dices quedara en nada. Yo este oficio lo conocía a través de la película de Mari Popins, que salía un deshollinador y cantaba en los tejados, una peli muy bonita para niños.... de los de antes, porque ahora le pongo yo eso a mis nietos y me dirian..... bueno no quiero ni imaginarlo ji ji ji. Hasta la próxima que espero que sea como tu dices de colores. Bss: Carmen