viernes, 19 de noviembre de 2010

Mirando al mar



Ayer mañana estuve dando un paseo, como lo hago con relativa frecuencia, por el Paseo Marítimo de Guadalmar. Ni una sola nube enturbiaba el esplendido azul del cielo. El mar permanecía en calma total, "calma chicha", como hubiera dicho alguien de la gente de la mar. Una ligera brisa de poniente rozaba el rostro con lo que te señalaba que estabas en esta vida. La visibilidad del momento era absoluta. Ante el ambiente descrito y ensimismado, dirigía la vista hasta aquel lejano horizonte donde parecían unirse el mar y el cielo. Ni un pequeño barco se vislumbraba en todo lo que mi vista alcanzaba. Ni una sola gaviota volaba ni se posaba sobre la tranquila superficie. Ante tanta grandiosidad, como no, me vino a la memoria el recuerdo de ELLA. Unas, bastantes, lágrimas enturbiaron mis ojos. Aún embargado en estos pensamientos, mi mente retrocedió en el tiempo no menos de setenta años.

Allá por los años cuarenta y cincuenta del pasado Siglo, dicho de otra manera mas gráfica, en mi juventud, el cantante Jorge Sepúlveda llevaba en su repertorio un bolero, del que desconozco su autor, y que se titulaba "Mirando al Mar". Ese bolero, solamente con haber llevado mis sentimientos de los momentos descritos en mi paseo de ayer, podía haberlo escrito yo sin ningún esfuerzo . Algunas de sus estrofas decían, y seguirán diciendo así:

Mirando al mar soñé
Que estabas junto a mí,
mirando al mar yo no se que pensé,
que acordándome de ti lloré.
.........
Ni un lejano barquichuelo que mirar,
Ni una blanca gaviota sobre el mar,
Yo tan solo recordando la ventura que se fue,
La ventura que en sus brazos amorosos disfruté,
Bajo el palio sonrosado de la luz crepuscular.

Que coincidencia del sentimiento poético de su autor cuando lo compuso hace ya tantos años, con los sentimientos que a mi me tuvieron inmerso en mis recuerdos mucho mas recientes. Lo del autor de la referida canción, sería sin duda como he citado anteriormente, un sentimiento poético. Lo mío, un sentimiento real que estará ocupando mi recuerdo entre tanto Dios me mantenga en esta vida.

Otra de las estrofas del bolero era:
...y se que ha de volver a mí,
cuando yo esté mirando al mar.

Por si acaso, en mis paseos, yo seguiré "MIRANDO AL MAR". Hasta la próxima entrada.

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