domingo, 26 de julio de 2009

Haciendo recuento

Tal día como hoy pero de hace cincuenta y nueve años, venía camino de Málaga desde Córdoba, para incorporarme al Puesto de la Guardia Civil que fuere destinado después de haber salido de la Academia de Úbeda el día 16 del actual. Cuántas cábalas, esperanzas e ilusiones pasaban por mis pensamientos en aquellos momentos. ¿ uál sería el porvenir que me depararía mi nueva y voluntaria situación como Guardia Civil? Sin duda y pasados esos cincuenta y nueve años, jamás hubiera siquiera soñado alcanzar las cotas de felicidad que conseguí. Pero hoy, no he verificado esta entrada en este mi blog para ésto.

El pasado martes, falleció otro de los buenos amigos, compañero y buena persona, con los que he tenido la dicha de codearme. Esta circunstancia me lleva en el día de la fecha para hacer un pequeño repaso por todos aquellos seres queridos y estimados, que han desaparecido de mi círculo desde tan lejana efemérides. Sin duda, la mas dolorosa y que mas destrozó mi vida, fue la de mi mujer. También, como no, mis padres y mi hermano Cesáreo.

Pero aparte de los señalados, han sido muchos los amigos y compañeros que también se fueron de mi círculo de personas a las que tenía gran estima. Sin punto de comparación con cualesquiera otro de los que abandonaron este mundo, ocupa lugar preferente mi entrañable y querido amigo que lo fue desde mi mas tierna infancia, Francisco Fernández Campoy, al que el resto de conocidos lo llamaban "Currito". Nosotros y para dirigirnos el uno al otro, nos decíamos "pariente". Ahora pensándolo bien, creo que lo mas justo y acertado, hubiera sido llamarnos hermano. Con independencia de este caso particularísimo, han sido muchos, muchísimos, con los que sostuve unas cordiales relaciones y que como lo hizo el pasado martes, José Villalobos Trujillo, se llevaron consigo parte de todo lo que ha sido mi vida personal y profesional y que su sola enumeración por sus propios nombres y apellidos, llenaría mas de una entera página de este blog. Sí, he podido comprobar que en los últimos tres o cuatro años, es cuando se ha producido el mayor número de los fallecidos. Tiene una sencilla explicación. La acumulación de los años vividos por todos nosotros, está pasando factura.

A todos ellos, mi mas sentido recuerdo.

Todo mi anterior relato puede parecer que mi estado de ánimo este un tanto melancólico, pero no es así, solo que al traerme a la memoria aquel 26 de julio de 1950 y el reciente fallecimiento de mi amigo Pepe Villalobos, me ha hecho realizar con el pensamiento ese recuento de todos los que se fueron.

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