El día 26 de mayo de 1972, hace por tanto hoy 38 años, y cuando yo estaba al frente del personal del Servicio de Información de la Guardia Civil de la Comandancia de Málaga, tuve conocimiento de que el célebre "Lute", se encontraba residiendo en Málaga o sus alrededores.
El día anterior, uno de los Guardias que estaba a mis órdenes, y que nos llamábamos paisanos, ya que era natural de Villaviciosa de Córdoba, pueblo limítrofe con el mío, y que por ser día festivo estaba con su familia en las riberas del río Campanillas, estuvo empujándole a un coche que se había quedado atascado en el cauce de dicho río. Una vez sacado de su atasco, aquel coche dio dos viajes de personas, la mayoría mujeres y niños y cuya dirección al partir lo era con destino a Málaga. Las características de aquel personal le infundió cierta sospecha a mi "paisano", procediendo a memorizar la matrícula del automóvil en cuestión, y que se trataba de un Seat modelo 124. Al siguiente día, o sea aquel 26 de mayo de 1972, cuando me informo del acontecimiento me puse en contacto con la Jefatura Provincial de Tráfico, donde me informaron que la citada matrícula correspondía a una furgoneta, no recuerdo la marca y dedicada al reparto del Diario Sur de esta capital, del que fue sustraída. Al comprobar de que se trataba de matrícula falsa utilizada por el 124, y tomando varios álbumes de fotografías de malhechores y personal en busca o captura, la confrontación con una de las fotos, con dos niños componentes de aquella familia, y otra de algunos adultos, llegamos a la conclusión de que el individuo que conducía el automovil era "EL LUTE".
Al pasar yo la novedad al superior de quien dependía directamente, y por razones que ahora no vienen al caso y que no voy a reflejar hoy, no tuvo la acogida que el caso merecía, y por tanto la gestión para la localización y captura del personaje descubierto, se ralentizó y espació casi dos meses en el tiempo. Pasado ese periodo, hubo confrontación, tiroteo, heridos y también el rescate de mujeres y niños, algunos de éstos llevaban unos dos años en que las autoridades judiciales tenian interesada su localización .
El traer hoy a colación esta efemérides, lo ha sido por como se dice en el título de esta entrada lo que supone el paso de treinta y ocho años en la circunstancia de mi propia persona, cuando entonces contaba 47 años de edad, hoy 85, antaño con una actividad de servicio frenética dado el destino que desempeñaba y, hoy un anciano con mas de veintinueve años jubilado y sin otra misión que ver como pasa el tiempo sobre mí, y cuando menos dando gracias a Dios que por lo menos mantengo mi cabeza tan lúcida como entonces y me permite como en este caso traer al recuerdo una de las muchísimas vicisitudes acaecidas en mi ya larga vida. Como con tanta frecuencia solemos decir los viejos, "parece que fue ayer", pero como puede comprobarse han sido TREINTA Y OCHO AÑOS. Yo, sigo siendo yo, pero no lo mismo que aquel Sargento de la Guardia Civil, para el que en su actividad, no entendía de horas ni del día ni la noche, ni días laborables o festivos, si no permanentemente en alerta y dispuesto siempre para salir donde, como y el caso así lo requiriera.
Hasta otra.