domingo, 30 de agosto de 2009

Adiós vacaciones



Hoy, a las diez y media de la mañana, una vez regresado de misa, he cerrado con llave la puerta de entrada a mi piso. Terminada esta operación, me he quedado unos instantes mirando cara a la puerta con cierto aire de melancolía, al traerme a la cruda realidad de que las vacaciones del verano de 2009, habían finalizado. Tal vez podréis pensar quienes leáis esta mi otra vez tardía entrada en el blog, de que yo estoy todo el año de vacaciones. En partes, nada más cierto. Mi actividad física, desde hace bastantes años, viene siendo la misma todos los días y por tanto mi vacar lo será hasta el final de mis días.

Siendo así todo como queda expuesto, yo me paso nueve meses del año, o sea desde el primero de Septiembre al treinta y uno de mayo, pensando y deseando que llegue el mes de Junio en que pienso que en ese momento se llega al pórtico de las vacaciones de verano. Nada en el mundo se goza y se disfruta más, que el contemplar ese gozo y disfrute por parte de tus seres queridos y que en breve les va a llegar el momento de sus vacaciones. Cuando mientras ellos se entregan a esos esparcimientos, YO, y por ende creo que lo será para todos los padres y abuelos, una complacencia interna y profunda me regodea al contemplar como se lo están pasando. Entre unas cosas y otras, unos dos meses he estado este verano viendo el trajinar de mis hijos, nueras y yerno incluidos, y mis nietos también, como no, y todo casi siempre al alcance de mi vista y aunque no tomando parte directa en muchos de sus actos, no por ello resultan menos entrañables para mí

A partir de hoy, cada uno en sus lugares de residencia, de trabajo, de estudios, imbuidos en sus obligaciones y aunque tengo la absoluta certeza de que nada de ello pueda desviarlos ni olvidarlos de sus deberes como hijos o nietos, sus actividades llenaran gran parte de su tiempo, mientras por mi parte, solo me llena la mente el deseo de que puedan llegar las vacaciones de verano del próximo año y la duda de si, como lo ha sido "ogaño", podré contemplarlo el venidero.

Todo cuanto queda expuesto anteriormente, está envuelto en el recuerdo y dedicado a quien de haber podido estar a mi lado y contemplándolos como yo, hubiera sido para ELLA el no va mas de la felicidad. Sea como fuere en los años próximos, lo contemple o no yo directamente, siga siéndolo en el mismo ambiente como lo ha sido este año.
QUE ASÍ SEA.

jueves, 13 de agosto de 2009

Trece a la mesa


Tal vez el título que he dado a esta mi tardía entrada en el blog, pueda prestarse a pensar que voy a referirme a la Última Cena, celebrada entre Jesucristo y sus 12 Apóstoles. Nada mas lejos de la realidad. Quizás para la historia de la Humanidad, haya sido muchísimo mas importante que el relato a que yo voy a referirme, pero en cuanto al sentimiento íntimo y personal de mi vida particular, el hecho que me ha dado motivo para titularlo de esta manera, es de los que calan en lo mas profundo del alma y se llevan y mantienen en el recuerdo por todo lo que me reste de existencia.

Ayer no reunimos a comer todos mis hijos, sus cónyuges y sus hijos, que son mis SEIS NIETOS. En los inicios de la comida y presenciando cuanto tenía a mi vista y alrededor, mis pensamientos volaban doce años y medio hacía atrás en el tiempo y se posaban en el recuerdo a mi mujer, a quien interiormente y en silencio brindaba aquella reunión, con la que sin duda alguna, hubiera sido para ella un hecho, posiblemente, y no tan posiblemente, incluso mas entrañable e importante como lo estaba siendo y lo era para mí.

Cuando en los avatares de la vida actual, principalmente entre matrimonios y parejas sentimentales, como se definen cuando se vive en común entre hombre y mujer, o en no pocas ocasiones también, ambas del mismo sexo, se dan a diario millares de problemas familiares y separaciones de sus cónyuges, o como cito anteriormente solo parejas, que no dudo en que en muchos de los casos habrá motivaciones de índole de cierto calado e importancia, alcanzando el problema en infinidad de casos a los hijos de ambos, que son los que padecerán y pesará sobre su existencia en la mayor parte de su vida, el orgullo y la intolerancia que sus progenitores pusieron por encima de esa consecuencia, y que en infinidad de casos el porvenir y la vida de esos hijos, es utilizada por sus respectivos padres para fastidiar a su oponente que incluso llegan a considerarse irreconciliables enemigos. Como he definido en esta larga y quizá farragosa definición de esos aconteceres que con tanta frecuencia se dan actualmente y contemplando el ambiente en que toda esa descendencia mía se manifestaba durante la comida y que por ende ese mismo ambiente es en el que desde que nacieron se han desenvuelto mis NIETOS, no podía por menos que sentirme completamente feliz y en mi fuero interno pedía a Dios siguieran en las mismas condiciones en que lo vienen haciendo y con ello será el sentimiento y recuerdo que me llevaré consigo el día que por imperativo de los años vividos haya de abandonar este mundo y con toda seguridad, mi mujer, su madre y abuela, desde todo lo alto del CIELO donde con toda seguridad se halla, estaría contemplando y gozando en su grado máximo el entrañable ambiente que se respiró durante toda la comida.

La suerte de haber nacido de unos padres como los que tienen mis nietos y de la que en cuanto a condiciones personales, yo la tuve igualmente, marcan el sendero del discurrir de toda la vida de una persona y por la que no se vivirá lo suficiente para poder agradecer a ELLOS, cuanto hicieron y hacen en nuestro favor. Solo pido sigan como están y lo son actualmente, TODOS.