lunes, 27 de mayo de 2019

Lo más dramático


Cuando las ocupaciones brillan por su ausencia como me sucede desde que tomé como morada la 109, y van para 16 meses de ello, no pasa un solo día en que mis pensares pasan por recorrer gran parte  de lo que  ha sido el largo caminar de mi existencia.

Hoy sin duda mis recuerdos han hecho, como suele decirse parada y fonda, en lo que sin duda ha sido el episodio más dramático de todo lo que pasó por mis manos, cuando estaba hecho cargo del Servicio de Información de la Guardia Civil de la Comandancia de Málaga.

No recuerdo la fecha exacta, pero serían aproximadamente las cinco o seis de la tarde, recibimos una llamada telefónica de la Comandancia Militar de Marina de esta Capital, anunciándonos que el Capitán de un barco belga había recogido en alta mar un pesquero con tres marineros a bordo, y que por falta de combustible se habían quedado a la deriva, según les manifestaron, por lo que procedieron a su remolque, y una vez dicho pesquero quedo atracado junto al suyo, en lo que entonces se llamaba muelle nuevo, hoy número 1 También le informaron que sobre la cubierta del referido pesquero había grandes manchas de sangre e igualmente por las  partes de babor y estribor. Asimismo les informaron que tan pronto quedo atracado a puerto los tres  individuos saltaron a tierra y se dieron a la fuga.

Con la venia de la mencionada Comandancia, donde nos personamos, y trasladamos al mencionado pesquero, comprobamos las enormes manchas de sangre no, que había sobre la cubierta, tanto por la parte de babor como estribor donde se observaba, sino también en los camarotes que estaban dotados de algunas camas de las llamadas literas, hallando tres pasaportes que según las fotografías correspondían a los individuos fugados,  manifestación del Capitán del buque que los remolcó a quien le fueros mostradas. Los tres eran de nacionalidad marroquí con residencia en Tánger, y según las fotografías de dichos pasaportes, uno de los individuos mostraba un bigote de proporciones mucho mayores de lo normal y que por ello llamaba la atención de toda persona que  lo viera.

Suponiendo que los citados individuos trataran de irse hacia su país, y que lo mas normal fuere vía Algeciras, cuyo transporte de viajeros desde Málaga a dicha localidad, tenía, creo en exclusiva, la empresa Automóviles Portillo, en la que personados en la misma y mostrando las fotografías de las que estábamos en posesión, nos informaron que efectivamente los mencionados individuos habían tomado un autobús con tal destino, pero que en la hora de llegada a la misma no tenían combinación para desplazase hasta la de su residencia y por tanto habrían de pernoctar en Algeciras. Por tal motivo me puse en contacto telefónico con el Servicio de Información de aquella Comandancia a la que le comunique cuanto llevo narrado y aproximadamente dos horas mas tarde me comunicaban habían sido detenidos los tres individuos reclamados, a los que trasladados hasta aquí cuando eran aproximadamente las dos de la madrugada dejamos encerrados en calabozos por separado.

No eran las ocho de la mañana cuando ya estaba procediendo al interrogatorio de los mismos a fin de conocer la causa o motivo de  las enormes manchas de sangre halladas en el barco.

Llegamos al conocimiento de que la tripulación del barco era de 8 hombres; 3 de nacionalidad francesa, uno de ellos el patrón de navegación: 2 españoles, uno de ellos el patrón de pesca y tres marroquíes marineros como dos de los franceses y un español.

A fin de no hacer muy largo el relato de todo lo sucedido ya que se precisarían varios folios para ello, trataré llevarlo por el medio mas rápido sin que por ello se quede sin señalar los datos mas importantes de caso.

Puesto al habla telefónicamente con el Servicio de Información de la Comandancia de Algeciras a donde se informó de todo lo acaecido y estábamos en la casi seguridad que los tres individuos citados habrían acordado pernoctar en dicha localidad.

No habría transcurrido más de una hora cuando desde allí nos informaban de que los tres individuos habían sido detenidos en una pensión donde decidieron hospedarse. En ese instante utilizando un vehículo oficial nos trasladamos a la mencionada localidad donde por la fuerza interviniente se nos hizo entrega de los mismos regresando a Málaga cuando ya había amanecido.

Tras un ligero lavado de cara y continuación el desayuno de la fuerza actuante, procedimos al interrogatorio de los detenidos, que estaban encerrado separados unos de otros, que en principio se  negaban a ello argumentando de que no hablaban ni conocían el español, pero cuando se procedió  a interrogar al que aparentaba ser más joven que lo comenzamos en español, y contestando a todas preguntas que le hacíamos, quedamos espantados de lo que había sucedido.

El barco pesquero era propiedad de un español, igualmente residente en Tánger y la tripulación como queda señalado anteriormente estaba compuesta por 8 hombres, tres marroquíes, tres franceses y dos españoles los que desempeñaban las misiones ya indicadas.

También llegamos a la conclusión que el de los grandes bigotes era el cabecilla de todo cuanto pudiera haber sucedido.

Fijamos el interés en la declaración del mismo y que resultó que dicho individuo propuso a los, otros dos marroquíes de asesinar a los cinco restantes, quedarse dueños del barco y trasladarse con el mismo hasta Argelia cuyo acto llevarían a cabo durante la madrugada del día siguiente,

Efectivamente ya bajo el mando del que en adelante conoceremos como "el bigotes", serían las dos o tres de la madrugada, el primero en ser asesinado fue el francés, patrón del barco que en aquel momento iba al timón de la embarcación y sobre el que se lanzaron los tres, el primero el cabecilla  y los otros dos provistos cada uno de cuchillos de cocinas y al que le asestaron infinidad de puñaladas y con la posibilidad de que aun podría estar con algo de vida lo lanzaron al mar.

Seguidamente se dirigieron al camarote donde dormían los otros dos franceses y con el mismo procedimiento y como se hallaban dormidos no les dio tiempo a reaccionar ni siquiera a gritar pidiendo auxilio, y según manifestaron los autores, ninguno de los agredidos recibiría menos de veinticinco o treinta puñaladas, dado que procedían de esa forma con el fin que no les diera tiempo a reaccionar, pidiendo auxilio y se dieran cuenta los otros que estaban durmiendo y salieran en su defensa o la que pudieran oponer ellos y como hicieran con el anterior los subieron a cubierta arrojándolos  al mar sin que hicieren nada por saber si pudieran asegurar que estuvieran muertos  en el  instante de ser lanzados al agua, aunque no ejercían movimiento alguno con ninguna parte de su cuerpo que dieran señales de que pudieran estarlo.

Finalmente y con los mismos medios y procedimiento hicieron igual con los otros dos españoles que plácidamente dormían en sus camas, En la ejecución de las cinco personas calculan les llevaría un tiempo de poco mas o menos de cinco minutos, sin que ninguno de ellos les diese tiempo  a poder defenderse ni como  cito anteriormente pedir auxilio.

Los pasaportes y algunas de las pertenencias de los cinco asesinados fueron también arrojados al mar después de haberlo hecho con ellos.

Cometidos los cinco asesinatos se dispusieron conforme lo habían planeado a dirigirse hasta Argelia donde pensaban realizar sus actividades de pesca como propietarios del barco que pensaban apoderarse.

Pero cuando llegamos a este punto, nos dice el grado de ignorancia de estos asesinos ya que no tenían el menor conocimiento de navegación ni de comunicación, por lo que comenzaron su navegación sin rumbo determinado y que los tuvo así tres días, agotando todo el combustible y sin que el armador del barco ni los propios familiares de  la tripulación tuviesen noticia alguna de ellos, temiéndose que hubieran sufrido un naufragio o accidente grave al no tener como se dice noticia de que pudiere haber sucedido, quedando a la deriva hasta que fueron recogidos por la tripulación del barco belga que los avistó al pasar por sus cercanía.

Dadas las circunstancias de haber transcurrido más de cinco días sin noticias de ellos  familiares de los ocho tripulantes se hallaban en la casa del propietario de la embarcación impacientes y preocupados por la suerte que hubieren podido correr.


Crimen en un barco...