Ayer dimos el último adiós a mi cuñada Margarita Agua Ruiz, "Margari" como era conocida. En una de mis últimas entradas señalaba que las vidas prolongadas, uno de los tributos que se pagan es el tener que decir adiós para siempre a seres queridos. Éste de ayer, ha sido, aparte de sus hijas nietos y resto de familia íntima, para mis hijos, para mi extraordinaria amiga Carmen, y especialmente para mí, el desgarro de otro jirón del alma. Sí, así tal suena.
Margarí había sido la esposa de un hermano de mi mujer, de cuyo acto de la boda fuimos padrinos, y que dentro de poco más de un mes, se cumplirán los treinta años de su viudedad, y también casi veinte de la mía. Durante el tiempo que vivieron los dos hermanos, la relación de ambos matrimonios, no es que fuera solo cordíal, sino una entrañable unión, al punto de que Margari no era una cuñada más, sino que era tal, que desde y a partir de su matrimonio, y hasta hoy, era otra hermana mas que el destino me había regalado.
Hacer mención de como fue Margari a lo largo de toda su vida, y si hubiera que hacerla con solo una corta frase, podíamos decir que "era una bellísima persona." Pero para como realmente lo fue, esto sería demasiado escueto para como se merecía. A Margari le había dado Dios esa bonhomía, que por doquier fuera, iba derramando bondad por todos los poros de su cuerpo, A esto tenía, el añadído de entregar todo su cariño, a toda persona con la que tuviere trato cotidiano.
Durante el tiempo que su cuñada Gloria, mi mujer, estuvo enferma. no solo me prestó su ayuda para cuidarla, si no que compartimos tal cometido, y que lo hizo con una entrega que lo era con esa cualidad como yo podría hacerlo, lo que siempre le demostré mi total agradecimiento.
Cada vez que fallece una persona suele hacérsele un panegírico de lo que fue en vida, pero a mi cuñada, o yo digo, hermana, Margari, siempre por cuanto lo hacía mi mujer antes de su fallecimiento, lo han hecho mis hijos, lo ha hecho mi citada amiga Carmen, y como no podía ser menos por mí mismo, cada vez que a ella nos referíamos en cual comentario, se hacía con frases mostrando la condición y comportamiento a como ella en realidad era.
Hoy, quisiera estar dotado de las facultades para poder dejar escrito en esta entrada, todo cuanto ella merecía, yo le debía y sentía por ella, pero si no lo son con frases floridas y literarias tal deseo, si puedo decir que cuanto dejo señalado desde el principio, llevan la mejor de las intenciones y sentidas que de lo mas profundo del alma me han salido.
Margari, tan pronto llegues a unirte a Manolo, el que fue tu marido, y a Gloria su hermana, la que fue mi mujer, que seguro es en las terrazas del paraíso, abrazaros los tres, y saber que yo desde este mundo que vosotros ya habéis abandonado, me uno a él y aquí quedo esperando hasta que Dios quiera reclamarme.
Hasta la próxima entrada, cuyo tema deseo no sea el mismo de hoy.
1 comentario:
Nada que añadir a esta entrada de hoy, solo que me uno a la tristeza que hoy sientes. Sabes que le tome mucho cariño y que la vamos a echar de menos. Margari era una gran persona y lo mejor es que lo sentíamos así antes de que falleciera, pues parece que después de muerto " To Er mundo es gueno" verdad? . Hasta la próxima que espero que no sea por un motivo triste. Bss.
Publicar un comentario