sábado, 25 de febrero de 2012

25 de Febrero. San Cesáreo.


Hoy es, entre otras la festividad de San Cesáreo. Mi padre se llamaba Cesáreo. Hoy se cumplen 114 años del nacimiento de mi padre. Hoy se cumplen 53 años del fallecimiento de mi padre. Hoy hace también 53 años que subí por primera vez a un avión, ya que en dicha fecha me encontraba haciendo el curso de ascenso a Cabo de la Guardia Civil en Madrid y para llegar con hora del entierro de mi padre tuve que tomar un pequeño avión que hacía la ruta Madrid Córdoba.

Hoy, también por fin, mi nieto Rafa, se examina, a esta hora lo está haciendo, del tercer examen de sus oposiciones para Subinspector de Hacienda.


Para mi padre, vaya el sentido recuerdo de su fallecimiento en el mismo día en que cumplía sus 61 años, o sea tenía casi veintiseis años menos que yo en la actualidad, sin embargo, y no es error en mis apreciaciones, físicamente representaba ser mucho mas anciano que yo represento ahora. Su paso por la guerra civil y la postguerra, le hizo aparentar cuando menos veinte años más de los que tenía.

De mi estancia en la Academia de Cabos de la Guardia Civil, donde yo me encontraba realizando el curso, hace hoy esos cincuenta y tres años, miro hacia atrás y me parece ha pasado ese tiempo en lo que suele llamarse "un soplo", y realmente es así, pero yo gracias a Dios sigo aquí para contarlo.

Todavía hoy me sigue quemando el dolor de la pérdida el lunes pasado de mi tercer hermano que lo hace en el transcurso de cuatro años.

Y ya por último, y en cuanto al examen de mi nieto, le mando ese soplo y deseo de que le acompañe siquiera un poco de suerte, que el resto lo pondrá él de su talento y capacidad y si hubiere algo que le faltare, aquí esta su abuelo para solventarle toda poco o mucha contrariedad que se le presente, que aunque esto lo sea virtualmente, estoy completamente seguro, surtirá sus beneficiosos efectos, que los deseos de los abuelos son imparables. 

Al finalizar el día espero tener recibidas las sensaciones del examen realizado, que sin duda han de ser como yo las deseo, y así termine la jornada de pleno agrado. 

Hasta la próxima entrada, que la de hoy ha tenido de todo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Otro hermano que se fue


Otra vez hoy entro en este blog con un profundo desgarro en el corazón. Ayer se daba sepultura a mi hermano José. De no haber fallecido anteayer, hoy a esta hora, iría yo camino de Valencia, o para mejor decir, de Paiporta, donde pensaba que nos íbamos a reunir los tres hermanos que en la vida quedamos, ya que mi hermana, incluso sin saber que nuestro otro hermano había fallecido, ya estaba de camino, desde Hospitalet, hacia el mencionado pueblo de Valencia donde él residía. Mi maleta se quedó esperando.

En el espacio de cuatro años, tres de los cinco hermanos que éramos, han fallecido. Se dá la circunstancia que, solo quedamos el mayor de todos, que soy yo, y la mas pequeña que es mi hermana.


José, a esta hora sin duda ya estarás junto a nuestros padres y nuestros otros hermanos, Cesáreo y Antonio, que se te adelantaron en irse de este mundo. Donde quiera que estéis, que sin lugar a dudas es en la Gloria, aseguro que a quienes tengan la dicha de estar junto a vosotros, darán gracias a Dios de sentirse honrados con vuestra compañía, ya que cuanto fuisteis en la vida, en todo el buen sentido de las buenas gentes, vuestra alma jamás podrá desprenderse de esas virtudes, que además de haberos hecho ganar ese sitio, os servirá para sentiros queridos por todos los demás y de todo ello, nuestros padres, como aquí en esta vida, se mostraran orgullosos de lo que fueron sus hijos, y por tanto ahí, lo seguiran siendo.


El que a través de la vida se vayan acumulando años, como a mí me sucede, y que a mi hermano José, último de los hermanos fallecidos, lo aventajaba en siete años y tres meses justos, por una parte, gozamos de aquellos hechos buenos que de vez en vez les van acaeciendo a nuestos seres queridos próximos, no lo es menos también que por ello tenemos que soportar estos sucedidos que se llevan consigo jirones del alma, cuyas cicatrizaciones son dificiles de que lleguen a curarse, sino lo es a través del paso del tiempo, que a estas alturas, no es garantía de que se consiga.


Desde aquí, a la viuda de mi hermano José, mi cuñada Antonia, que sin duda será la que más lo eche de menos, y también como nó a sus hijos, e igualmente y muy especial a mi hermana, me uno a ellos a que juntos compartiremos el dolor por la pérdida de su esposo, su padre y nuestro hermano. Que Dios lo haya acogido y lo tenga en la Gloria.



Hasta otra entrada que lo sea por causa o motivo mas agradable que esta.

jueves, 16 de febrero de 2012

Paso a paso. Aleluya.





No por esperada, la noticia que me ha llegado al medio día de hoy, ha causado en mí esa profunda alegría de la que gracias a Dios mi vida se ha visto jalonada en muchísimas ocasiones. Esa noticia ha sido la nota conseguida por mi nieto Rafa en el segundo examen de las oposiciones a Subinspector de Hacienda. Si en el primer examen y pese al elevado numero de opositores, creo alrededor de los tres mil, y para las solo 28 plaza a cubrir, conseguía quedar dentro de ese número, como lo fue el 22, en el segundo del que en el día de hoy se han publicado las notas, ha quedado como creo lo pronostiqué el quinto, y en el general ha conseguido ganar catorce puestos, habiendo ascendido hasta el octavo.

Pero no está todo ganado; aún le queda el tercero y definitivo envite para poder alcanzar una de las tan desedeadas y escasas plazas convocadas, y cuyo examen se celebrara el próximo día 25 de los corrientes. Rafita, primero confío en tu capacidad y talento para todo cuanto te propongas, pero por si acaso en algún momento notaras que tu animo, tendiera a decrecer, acuérdate de tu abuelo que en ese instante estará junto a ti como ese Ángel de la Guarda que no se aparta del ser a quién está llamado a proteger, para no permitir que semejante caso llegue a consumarse y al ser remediado, te lleve hasta la consecución de la difícil y pretendida plaza, y que tanto empeño, trabajo y entusiasmo te está costando, estando seguro que finalmente lo vas a conseguir.

No gratuitamente, para mí, la "Sacristía del Rey", que por cierto poco, desplazamiento deberás hacer para llegar a la misma desde tu casa aquí en Málaga, todos los miembros de la familia celebraremos el que yo por lo menos, doy ya por hecho la consecución de lo pretendido.

Ánimo, confía en tu capacidad como te he dicho, y "no temas en preguntarme cualquier cosa que no sepas o no te acuerdes, verás como tu abuelo te la hace llegar así de tapadillo para que nadie se dé cuenta pero a tí te ayudará a salir de la contrariedad.Lo dicho, y empleando el simil taurino, "suerte y al toro". Un abrazo y el próximo día de San Cesáreo, tu bisabuelo paterno, después del exámen verás como tus impresiones coincidirán con mis vaticinios.

Hasta la próxima entrada.

lunes, 13 de febrero de 2012

Hoy he cumplido quince años




Sin duda, escasos lectores, os habréis sorprendido al leer el título que he dado a esta entrada de hoy, pero voy a tratar de sacaros de ese error, aunque tengáis razón en que realmente ni hoy es mi cumpleaños, y muchísimo menos el que cumpla esos citados quince, que sólo mi último, de los seis nietos que tengo, está a punto de cumplirlos. Entonces a qué viene todo ese embrollo ?. Paciencia que todo en la vida llega.

Tal día como hoy, pero de 1997, y después de haber permanecido diez días en la UVI del Hospital Parque de San Antonio en esta Capital, me operaban de corazón. Hubieron de extraerme la vena safena interior derecha, desde el tobillo hasta la rodilla, y con la misma parece ser hicieron una verdadera obra de ingeniería entre By-pass, injertos y otros menesteres, en todos los entornos de mi maltrecho corazón, de lo que fueron autores los doctores D. José María Arqué y D. Miguel Such, a los cuales sin duda le debo estos quince años que hoy cumplo, tras la mencionada operación, y a los que desde estos humildes renglones les doy otra vez las gracias.

Ingresé en la UVI, como suele decirse "hecho un asco", el día 3 del mismo mes y año, y con el siguiente diagnóstico: "Hemorragia digestiva severa, que requirió transfusión. Neumonía derecha IAM (que no sé lo que eso es) inferior, angina post-infarto con cambios eléctricos en cara anterior", y precisamente, para más "inri" en los instantes en que fallecía mi mujer.

Los diez días que permanecí en la UVI, se debió, a que dada la gravedad con la que ingresé, los médicos no se decidían a operarme, ante el temor de que pudiera quedarme en el quirófano.


Infinidad de veces, desde entonces, he pensado en esos diez días en que desde que ingresé hasta que me operaron, y aunque sin duda debí de permanecer sedado, y creo que en no más de cinco o seis veces durante ese periodo de días recobre un tanto la conciencia, me quedó, y aún hoy pasados quince años me queda, una sensación de bienestar tan profundo, que yo no soy capaz de encontrar palabras para definir tal bienestar, y de lo que solo puedo decir, que me hallaba como si estuviera flotando por lugares llenos de silencio, pero como cubierto por infinitas caricias por todo mi ser, y de los que se guardan recuerdos de aquellos que en su día te fueron dados por tu madre, tu novia, tus hijos, y de todos los seres queridos que en la vida son, de lo que sin duda ello solo pudiera ser sensible a los sentimientos del alma, de lo que en esos momentos creo era lo único que quedaba de mí. En esos embelesos, sin duda como digo antes, el alma, mi alma, se recreaba en todos ellos y me ha dado que pensar, que si eso será la eternidad, mi eternidad, dulce bienestar se siente, y que solo tendrá el gran inconveniente de que no podrás compartirlo con nadie de esos seres queridos que pudieras dejarte en esta vida.


Han pasado QUINCE AÑOS, como ya he repetido varias veces en esta entrada. El único recuerdo que aún me duele y lo seguirá haciendo por el resto de mis días, no es otro que la pérdida de mi mujer, pero a medida de que han ido pasando los días, me he ido entrando nuevamente en ese devenir de los que uno tras otro, no me han ido faltando motivos e ilusiones en que me han llevado de nuevo, a lo que al principio me parecía imposible de conseguir, y es dar ilusión a mi vida, por todo cuanto me rodea y de lo que a Dios pido no me prive de ello por el resto de los días, meses o años en que haya de seguir por estos lares y con ello pueda seguir haciendo balance tan feliz y positivo de lo que fue, ha sido y lo sigue siendo, mi caminar por la vida, de lo que por todo cuanto me ha dado, me cuento entre los seres mas afortunados de los que hayan tenido la dicha de venir a esta vida.


Así que perdonarme, pero mi paso por este mundo, desde ahora en adelante lo dividiré en dos etapas, aquella en que solo me faltaban unos meses para cumplir setenta y dos años, y las segunda esta en la que hoy ya me considero un adolescente, o para mejor decir, un jovencito que otra vez comienza su discurrir por esos felices acontecieres que suelen pasar por la adolescencia y primera juventud, pero que ellos cuando quieren acordar ya les ha pasado, pero yo, manteniendo la veteranía y experiencia pasada, sabré sacarle todo el jugo que ello encierra y para los mayores, o viejos, se convierte en el elixir que termina de llenarlo todo de dicha y felicidad.


Hasta la próxima entrada.

viernes, 10 de febrero de 2012

La sequía




El título que he dado hoy a esta entrada en el blog no se refiere precisamente a la sequía meteorológica, que también se está pasando ya de castaño oscuro, sino a la sequía blogera, ya que llevaba una semana entera sin escribir nada, y hoy lo hago precisamente sin tener un motivo que realmente merezca la pena de que me induzca a ello.

No puedo precisar el motivo de que me tenga en esta situación, ya que a excepción del estado de salud en que se halla mi hermano, el único varón que me queda, que desde luego es bastante preocupante, que aunque de por sí sea lo suficiente para que me lleve al desánimo personal, no me asiste otra causa para que lleve tantos días sin pasarme por este lugar que desde hace algunos años ha sido, y lo seguirá siendo, el refugio donde suelo cobijarme para dar rienda suelta a mis alegrías y donde también me entrego a lamer mis penas y con ello hacerlas menos dolorosas. De estas últimas, demos gracias a Dios no me embargan por el momento, si no es la que dejo apuntada de la enfermedad de mi hermano, y sí, de las primeras, siguen rodeándome por todos los extremos y que así, día tras día, me llevan en volandas para seguir caminando por este mundo, y a ver si lo sigue siendo, con un bienestar y una felicidad tan completa, de lo que nada más pueda ambicionar. A medida que sin darme cuenta y con mayor velocidad de la deseada se iban acumulando los años sobre mí, tenía la creencia de que mi paso por esa vejez que a pasos agigantados se me venía encima, lo sería en un permanente recogimiento, viendo como pasaba el tiempo y solamente trayendo al recuerdo todo mi acontecer pasado, pero tal vez por tener la mente en unas condiciones en las que ni aún pedidas por mí lo fueran tal cual, como cito anteriormente sigo gozando de esta vida con la intensidad de como lo he venido haciendo durante tantísimos años, sin mas contrariedades que las que las circunstancias me fueron allegando. 



Quizá esta corta y casi a remolque entrada del día de hoy, parece me ha llevado el ánimo a subir algunos enteros, de cuyo decaimiento, como citaba al principio, no encontraba mas razón que el estado de salud de mi hermano, de lo que aún conociendo la dificultad para ello, desde aquí pido a Dios le ayude en lo posible. 

Hasta la próxima, que lo sea con algo mas de gracia y energía que lo ha sido ésta.

viernes, 3 de febrero de 2012

Hoy se cumplen 15 años


Si de todos los días de mi existencia, hubiere de borrar uno de ellos, sin ninguna duda, ese sería el día 3 de febrero, pero de 1997.

Por tanto hoy se cumplen quince años de aquel aciago día. ¿Y por qué digo ésto? Porque aunque los míos sabéis demasiado bien porqué lo digo, para aquellos escasos que aún no sabiéndolo tengan la osadía de entrar en este blog, hago constar que ese día se truncaba una larga y felicísima etapa de mi vida, dado que fallecía la mujer que fue la artífice de esa dicha y a la vez en mí, aparte del dolor que suponía su pérdida, el inicio también de una grave contrariedad en mi estado de salud, de lo que igualmente dejaría una huella de la que jamás podré desprenderme.

No obstante todo ello, el paso del tiempo va cicatrizando todas las heridas que en el alma se van acumulando día tras día, por hechos o acaecidos más o menos graves, incluso el que hoy me lleva a la entrada de este blog. Pero si para estos eventos he dirigido mi "vista atrás", también como recompensa y para hacer el balance de mi propio caminar por ella, me vienen al recuerdo tantos y tantísimos momentos de dicha con los que Dios quiso concederme, y aún lo sigue haciendo, sin duda mayores a los méritos que yo hubiere podido ofrecerle. Quince años sin ELLA, sin duda habrían causado en mí un deterioro físico y anímico tan grande, que a estas alturas de la vida, me sería difícil de ir soportando de la forma en que lo vengo haciendo. Ese entorno mas íntimo del que me veo rodeado y en el que día a día me protege, y me mima, me aporta la ilusión y gana de vivir suficiente, de lo que sin ello la vida para mí carecería de razón de ser el continuar en ella.

Aunque tal vez para alguien pueda parecer un tanto fuera de sentido, y pese al cúmulo de años que sobre mis espaldas pesan, trayendo al recuerdo todo mi pasado y unido a este presente del que tan orgulloso me siento, y pese a que tampoco falten algunos acontecimientos familiares próximos que me allegan cierto pesar, no me cansaré de dar gracias a Dios el que me mantenga en el estado en que me hallo y no me falten ilusiones para continuar mi tránsito por este mundo, del que me considero uno de los grandes afortunados en todo mi discurrir por el mismo, pese a las inevitables contrariedades que la propia vida a veces nos hace llegar.

Cuando tenga que rendir cuentas ante ÉL, de lo que deseo falten aún bastantes años, forzosamente tendré que mostrarle mi profundo agradecimiento por todo cuanto me dio, me da y espero me siga dando.

Y como no, lo último de esta entrada sea mi sentido y cariñoso recuerdo, hacía la mujer que supo aportarme todo cuanto tenía, y creo que tampoco yo escatime aportaciones, con lo que para ambos fue un continuo disfrute de la propia vida.

Hasta la próxima entrada.